La ciudad de Buenos Aires tuvo dos fundaciones. La primera tuvo lugar en 1536 y fue realizada por Pedro de Mendoza. La segunda fue llevada adelante por Juan de Garay en 1580. Éste había partido en Abril de 1573 junto a cien hombres al frente de una expedición desde Asunción.
Al llegar, el 11 de Junio de 1580 , estableció la Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Santa María del Buen Ayre. A partir de entonces se produjo el reparto de tierras entre muchos de quiénes lo acompañaban y se estableció el Cabildo de Buenos Aires.
Desde el punto de vista estratégico, las aguas poco profundas del Rio de la Plata ofrecían a los nuevos habitantes una defensa natural contra las naves enemigas, dado que no permitían la llegada directa de éstas a tierra firme. Para principios del siglo XVII, Buenos Aires estaba constituida por doscientas cincuenta manzanas rectangulares , contando con un fuerte, tres conventos y varias casas de barro y paja.
- Ya para mediados del mismo siglo, la población de la ciudad se estimaba en tres mil habitantes;
- La lejanía con los grandes centros urbanos y comerciales implicó, durante un buen tiempo, la falta de todo tipo de recursos;
En 1776 se crea el Virreinato del Rio de Plata y Buenos Aires pasa a ser su capital. Como ciudad portuaria , permitía una vía de comunicación fluida hacia España a través del Atlántico. A partir entonces, Buenos Aires se vio favorecida en su desarrollo, gracias al incremento del comercio y la relevancia en términos administrativos.
La ciudad se convirtió así en la principal proveedora de productos importados en el interior del país y la región pampeana incrementó la exportación de productos ganaderos. Entre 1780 y 1800 la ciudad progresó sustantivamente, recibiendo una fuerte afluencia de inmigrantes que se dedicaban fundamentalmente al comercio y a las actividades rurales.
Esa prosperidad favoreció también, el arribo de las ideas liberales provenientes de Europa que desembocarían años más tarde en la Revolución de Mayo. Compartimos la imagen de este gouache sobre papel de Léonie Matthis , en la que se ilustra la fundación de Buenos Aires por Don Juan de Garay. Seguinos en Instagram y conocé datos importantes de las efemérides históricas argentinas.
¿Por qué Buenos Aires fue fundada dos veces?
La ciudad que se fundó dos veces – Antes de la llegada de los españoles, las orillas del Rio de La Plata estuvieron pobladas por pueblos de cazadores y recolectores. Cuando el primer español Juan Díaz de Solís arribó a sus costas, el pueblo indio de los “Querandí” dominaba la zona.
Los Querandíes u “hombres de grasa”, como les llamaban sus vecinos los indios Guaraníes, eran un pueblo belicoso y cazador que se alimentaba casi exclusivamente de carne. En 1516 desembarcó en la zona Juan Díaz de Solís, quién denominó al inmenso río de la Plata “Río de Solís” y también “Mar Dulce”.
La aventura terminó ese mismo año, cuando los indios decidieron comérselo. El 3 de febrero de 1536 otro español, Pedro de Mendoza , que había sido enviado por el rey de España para frenar el avance de los portugueses, mandó construir un fuerte al que denominó “Santa María de los Buenos Aires”, en la margen derecha del Río de la Plata.
El fuerte sobrevivió cinco años. La falta de recursos y la hostilidad de los indígenas querandí no permitieron la colonización de la región y los españoles abandonaron la incipiente ciudad de Buenos Aires y se trasladaron a la ciudad de Asunción.
La zona fue abandonada durante varias décadas. La necesidad de dar salida por el Atlántico a las riquezas del Perú y de su área de influencia forzó a la Corona española a enviar a la región a Juan de Garay con la misión de fundar una ciudad y colonizar los llamados territorios del sur.
- El 11 de junio de 1580 Juan de Garay volvió a fundar la ciudad a la que denominó “de la Santísima Trinidad”, en el puerto de Santa María de los Buenos Aires;
- Tres años después moriría a manos de los indios;
Por ello se dice que Buenos Aires se fundó dos veces, una por Pedro de Mendoza y otra por Juan de Garay. La prohibición de comercio dictada por el virrey del Perú sobre Buenos Aires hizo que muchos de sus habitantes se dedicasen al contrabando. Es esta época se unen bajo la corona de Castilla, España y Portugal.
A la ciudad llegaron numerosos portugueses que se dedicaron principalmente al contrabando de la plata de Potosí. En 1592 se extinguió el Adelantazgo y la ciudad pasó a depender del gobernador de Asunción.
En 1603 , para acabar con el contrabando, se expulsó a todos los portugueses. En 1640 Portugal se independiza de España y funda en la margen izquierda del Río de la Plata la Colonia de Sacramento, que se convierte durante más de un siglo en la sede del contrabando de la región, contrabando dirigido principalmente por los ingleses.
¿Cómo se llamaba Buenos Aires en 1810?
La Ciudad de Buenos Aires fue fundada dos veces. La primera fundación la realizó el español Pedro de Mendoza en 1536, quien la llamó Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Santa María del Buen Ayre. Allí se instaló el primer asentamiento, que según los relatos de un tripulante, no prosperó debido a las difíciles condiciones de vida que imperaban y a la resistencia de los nativos Querandíes.
- La segunda fundación sucedió en 1580;
- Esta vez fue Juan de Garay quien, en nombre de la Corona española, la bautizó como Ciudad de Trinidad, donde se empezó a desarrollar, a nivel social y político, en los actuales terrenos de la Plaza de Mayo;
En 1776 se la designó como capital del reciente Virreinato del Río de la Plata, permitiendo que se posicione en el mercado comercial: su puerto y sus conexiones con las ciudades del interior se convirtieron entonces en su mayor fortaleza. Luego, llegaron tiempos de revoluciones buscando la independencia y Buenos Aires fue partícipe necesario de la tan ansiada Independencia argentina.
El 25 de Mayo de 1810 los criollos buscaron dar fin con el gobierno virreinal español y conformar el Primer Gobierno Patrio, para que luego, el 9 de Julio de 1816 se diera, en Tucumán, el paso fundamental hacia la Independencia definitiva.
Con la aparición de las industrias y el ferrocarril, durante la segunda mitad del siglo XIX, el puerto de Buenos Aires se convirtió en el punto estratégico de la actividad económica de un país que se lo conocía como “el granero del mundo”. Además, fue la puerta de ingreso de la llegada de la primera gran corriente migratoria para poblar la nación que impulsó el Estado argentino dando lugar a una cultura ecléctica.
- La misma estuvo nutrida por españoles, italianos, sirios, libaneses, polacos y rusos;
- Surgió el tango -hoy reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad-, mientras que los ” conventillos ” y los hoteles de inmigrantes fueron el escenario ideal para que naciera algo tan especial y característico de Buenos Aires como “el lunfardo”;
Más adelante, durante el siglo XX, se dio un continuo de oleadas migratorias que llegaron desde el interior del país, de países latinoamericanos e incluso de Asia. Así, se terminó de gestar esta ciudad en la que hoy conviven personas de diferentes culturas y religiones.
La Ciudad tuvo que pasar por numerosas epidemias por causa de la pobreza, la falta de higiene y el hacinamiento. En los años que cuenta la historia, la peor fue la de fiebre amarilla, que sacudió a Buenos Aires en 1871, pero siempre la Ciudad logró reponerse.
En 1880 se convirtió en la Capital Federal de la República Argentina y, entrando al siglo XX de la mano del progreso, fue reconocida como una de las grandes metrópolis del mundo: desde entonces se la llamó “la París de Sudamérica”, gracias a su arquitectura, parques y bulevares que diseñaron las elites porteñas con una fuerte impronta francesa.
- Ante la celebración del Centenario de la Revolución de Mayo, en 1910, la Avenida de Mayo , los Bosques de Palermo y el Teatro Colón destacaron en los festejos;
- Siendo fiel a la vanguardia que la caracteriza, años después Buenos Aires inauguró la primera línea de subterráneos de Latinoamérica y la decimoprimera en todo el mundo;
En los años ´30 apareció el Obelisco , ícono porteño por excelencia y, un tiempo después, la Avenida 9 de Julio se convirtió en la arteria más importante de la Ciudad. En 1994 Buenos Aires logró sancionar su propia constitución y tener un gobierno autónomo, elegido por sus ciudadanos, como resultado de la Reforma de la Constitución Argentina.
¿Dónde fue la primera fundación de Buenos Aires?
Aunque no fue técnicamente una fundación, “Buenos Aires” se llamó así por primera vez desde el 2 de febrero de 1536, cuando Pedro de Mendoza y más de 1500 tripulantes desembarcaron en las orillas del Río de la Plata. Así lo narró un cronista de la época.
Otros artículos que te pueden interesar Antes de empezar el viaje a América, Pedro de Mendoza (1499 – 1537) debió convencer a sus influencias para conseguir la plata que sustentaría el viaje de su vida.
Tenía sus contactos y sus aptitudes: era hijo de un matrimonio de la aristocracia castellana, pariente de la esposa del secretario del emperador y se había alistado de muy joven al servicio de la corte del Rey Carlos I de España. Con él luchó en la guerra italiana contra los franceses y más tarde contra los Estados Pontificios, al mando del papa Clemente VII, y en el respectivo saqueo a la ciudad de Roma del cual salió beneficiado.
Lo cierto es que Don Pedro de Mendoza, a sus 34 años, el 22 de agosto de 1534, fue nombrado Primer Adelantado del Río de la Plata a través de un decreto del Rey firmado por Francisco de los Cobos , secretario de dicho emperador y esposo de doña María Hurtado de Mendoza y Sarmiento , familiar clave del susodicho.
El documento le encomendaba “conquistar y poblar las tierras y provincias que hay en el Río de Solís, que llaman de la Plata”.
¿Qué imperio fundó Buenos Aires?
Bandera de la Ciudad de Buenos Aires. Debido a la gran centralización que existe en la Argentina , muchos sucesos relativos a la historia de la ciudad de Buenos Aires coinciden con la historia del país. Por esta razón, aquí se trata principalmente el desarrollo institucional de la ciudad , desde su fundación hasta la sanción de la Constitución de la ciudad de Buenos Aires , incluyendo su nombramiento como capital del Virreinato del Río de la Plata y su federalización.
La ciudad de Buenos Aires tuvo dos fundaciones. La primera en 1536 por Pedro de Mendoza (destruida en 1541 por los propios habitantes a raíz de las constantes amenazas de los nativos), y la segunda en 1580 por Juan de Garay.
En ambas ocasiones perteneció al Virreinato del Perú [ cita requerida ] del Imperio Español. En 1776 fue designada por el Rey de España, capital del recién creado Virreinato del Río de la Plata. Durante la primera de las invasiones inglesas , ocurrida en 1806, la ciudad fue ocupada por fuerzas armadas inglesas y quedó por unos meses bajo la bandera de Inglaterra. Buenos Aires a vista de pájaro , litografía de D. Dolin, circa 1865.
¿Quién fundó Buenos Aires en 1580?
La ciudad de Buenos Aires tuvo dos fundaciones. La primera tuvo lugar en 1536 y fue realizada por Pedro de Mendoza. La segunda fue llevada adelante por Juan de Garay en 1580. Éste había partido en Abril de 1573 junto a cien hombres al frente de una expedición desde Asunción.
Al llegar, el 11 de Junio de 1580 , estableció la Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Santa María del Buen Ayre. A partir de entonces se produjo el reparto de tierras entre muchos de quiénes lo acompañaban y se estableció el Cabildo de Buenos Aires.
Desde el punto de vista estratégico, las aguas poco profundas del Rio de la Plata ofrecían a los nuevos habitantes una defensa natural contra las naves enemigas, dado que no permitían la llegada directa de éstas a tierra firme. Para principios del siglo XVII, Buenos Aires estaba constituida por doscientas cincuenta manzanas rectangulares , contando con un fuerte, tres conventos y varias casas de barro y paja.
- Ya para mediados del mismo siglo, la población de la ciudad se estimaba en tres mil habitantes;
- La lejanía con los grandes centros urbanos y comerciales implicó, durante un buen tiempo, la falta de todo tipo de recursos;
En 1776 se crea el Virreinato del Rio de Plata y Buenos Aires pasa a ser su capital. Como ciudad portuaria , permitía una vía de comunicación fluida hacia España a través del Atlántico. A partir entonces, Buenos Aires se vio favorecida en su desarrollo, gracias al incremento del comercio y la relevancia en términos administrativos.
La ciudad se convirtió así en la principal proveedora de productos importados en el interior del país y la región pampeana incrementó la exportación de productos ganaderos. Entre 1780 y 1800 la ciudad progresó sustantivamente, recibiendo una fuerte afluencia de inmigrantes que se dedicaban fundamentalmente al comercio y a las actividades rurales.
Esa prosperidad favoreció también, el arribo de las ideas liberales provenientes de Europa que desembocarían años más tarde en la Revolución de Mayo. Compartimos la imagen de este gouache sobre papel de Léonie Matthis , en la que se ilustra la fundación de Buenos Aires por Don Juan de Garay. Seguinos en Instagram y conocé datos importantes de las efemérides históricas argentinas.
¿Cuál fue la primera ciudad fundada en Argentina?
Periodo colonial [ editar ] – El primer asentamiento español data de 1527 , en la provincia de Santa Fe , el fuerte-ciudadela de Sancti Spiritu. Al poco tiempo también Corpus Christi y Nuestra Señora de la Esperanza (los tres destruidos por los indígenas no duraron más de tres años) y el fuerte-puerto de Nuestra Señora del Buen Ayre (1536), abandonado por orden del gobernador de facto Domingo Martínez de Irala en 1541.
- Toda la población de los fuertes precedentes fue trasladándose sucesivamente al fuerte de Nuestra Señora de la Asunción, hoy Asunción, capital del Paraguay, quedando abandonado del dominio español el corredor fluvial de los ríos Paraná y Río de la Plata que va desde Asunción hasta el océano Atlántico;
Recién se reconquistaría, desde Asunción, con la fundación de la ciudad de Santa Fe, en 1573, y de la ciudad de la Santísima Trinidad, en 1580, en el mismo lugar donde estaba el antiguo fuerte del Buen Ayre, hoy Buenos Aires. Esta, vale aclarar, tuvo una sola fundación, la de 1580, y no dos como usual y erróneamente se dice ya que antes no había ciudad sino un fuerte-ciudadela, que tenía otro status jurídico.
- Así, la primera ciudad en sentido estricto, fundada por los colonizadores españoles en el actual territorio argentino, fue la ciudad de El Barco (1550), al sur de Tucumán;
- Luego fue trasladada al hoy territorio salteño y luego al sur de Santiago del Estero;
Esta fue fundada en el año 1553 en su actual emplazamiento; a la que siguieron Londres en 1559 , pronto abandonada, y Mendoza en 1561 , San Juan en 1562 , San Miguel de Tucumán en 1565 , Córdoba y Santa Fe en 1573 , Salta en 1582 , Corrientes en 1588 La Rioja en 1591 , San Salvador de Jujuy (1593) y San Luis en 1594.
Una vez independizados de España , el gobierno argentino se extendió hacia el sur en la Campaña del desierto , fundando las ciudades de la Patagonia , completando con ellas el mapa actual que se tiene del país.
Se destaca una de las pocas ciudades planeadas de la Argentina, la ciudad de La Plata. [ 4 ] .
¿Cuál es la provincia más antigua de la Argentina?
A pura chacarera, esta metrópoli baila todo el año al ritmo de sus instrumentos, su historia y su gastronomía. La alegría de los santiagueños acompaña un recorrido por la capital más antigua de la Argentina. Santiago del Estero tiene mucha historia. Es la primera ciudad de nuestro país, constituida en 1553, y desde aquí partieron las expediciones fundacionales de las ciudades del Norte y Cuyo de la Argentina.
También es donde nació la primera diócesis de la nación y, con ella, la primera catedral. Y tiene la primera talla de San Francisco Solano, enviada desde el Alto Perú. Cada uno de esos hechos cuenta un pedacito del pasado y el presente de la ciudad, que recibe con los brazos abiertos para darse a conocer a través de sus reliquias culturales y religiosas.
Muchos viajeros comienzan el recorrido por la arquitectura monumental y distintiva de Santiago. Una caminata por la plaza principal, llamada Libertad, da muestra de los edificios más representativos y antiguos de la zona y cada uno tiene algo que contar.
Nombrado en varias chacareras, el Puente Carretero que une a Santiago con La Banda es otra impresionante muestra de lo que puede hacer el hombre. Siguiendo el camino, la réplica de la Sábana Santa (hay sólo dos en el mundo) emociona a los creyentes en el Convento e Iglesia de Santo Domingo.
La fe, la sensación de inmensidad y de majestuosidad envuelven los paseos y no faltan santiagueños amables que brinden información o cuenten alguna leyenda sobre lo que se ve. Y así el listado de edificios históricos es interminable: El Forum, el nuevo centro de convenciones, está enclavado en la edificación de una estación ferroviaria con más de 190 años de antigüedad; el Centro Cultural del Bicentenario, frente a la Plaza Libertad, integra su pasado y contiene a los tres museos de la ciudad: El Histórico, el de Bellas Artes y el Arqueológico.
Y esa historia deja al descubierto el incipiente progreso arquitectónico que tuvo Santiago, con la nueva Estación Termas de Ómnibus o las Torres de Educación y Economía con más de 20 pisos. Las poesías y melodías también enseñan mucho de estos pagos, con el folklore siempre dispuesto a sonar.
La chacarera es la estrella de la zona y así supo difundirlo Andrés Chazarreta (1876-1960), investigador y primer recopilador de la “música del monte”. En casi todas las casas hay bombos y guitarras, y los viajeros reconocen en las letras historias y detalles de todo lo que están aprendiendo y de la idiosincrasia de los santiagueños.
Las armonías de los violines se funden con los relatos sobre San Francisco Solano, quien evangelizaba acompañado de este mágico objeto, y entre los instrumentos sorprende en especial la sachaguitarra, pues es el único lugar donde se realiza.
Para ilustrarse sobre cómo se construyen y conocer su historia, es ideal una visita a los talleres de algunos reconocidos lutier dispuestos a compartir los detalles de su trabajo, como Mario Paz, Elpidio Herrera y el Indio Froilán, quienes utilizan materiales tan autóctonos como el barro, las fibras vegetales y elementos animales.
Para el cumpleaños de este último, cada sábado previo al aniversario de la ciudad (el 25 de julio), se celebra La Marcha de los Bombos, una caravana a pura chacarera que pone la piel de gallina y termina en una gran fiesta en el patio de este personaje ilustre.
Opciones de hospedaje para todos los gustos, exquisita comida regional, peñas y la intensa vida nocturna de la Avenida Roca completan la paleta de opciones que durante todo el año, y en especial en julio, se descubren con gran alegría en una escapada o una semana de vacaciones en las que, derribando mitos, se hará de todo menos dormir la siesta.
¿Quién fue el primer argentino?
Julio Argentino Roca | |
---|---|
12 de octubre de 1880-12 de octubre de 1886 | |
Vicepresidente | Francisco Bernabé Madero |
Predecesor | Nicolás Avellaneda |
Sucesor | Miguel Juárez Celman |
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¿Cuál fue la primera provincia que se fundó en Argentina?
El 16 de febrero de 1820 la provincia de Buenos Aires se constituyó en entidad política autónoma, designándose a Manuel de Sarratea como gobernador, quien el 23 de febrero firmó el Tratado del Pilar, el cual principalmente proclamaba la unidad nacional y el sistema federal, asumiendo cada provincia su soberanía.
¿Cuál era la capital de Argentina antes de Buenos Aires?
Uno de los grandes problemas que hereda Bartolomé Mitre, al asumir la presidencia en 1862, fue la resolución del establecimiento definitivo de la ciudad capital nacional. Y en verdad era todo un tema, porque los porteños se negaban a entregar su ciudad para ser convertida en sede de las autoridades nacionales.
La Constitución sancionada en 1853 había establecido que la capital de la República Argentina sería la ciudad de Buenos Aires, pero el primer presidente constitucional, Justo José de Urquiza, había tenido que gobernar desde la ciudad de Paraná, capital de la provincia de Entre Ríos, porque la provincia de Buenos Aires estaba separada del resto del país.
En 1860, en ocasión de la unificación plena del país con la reincorporación de la provincia de Buenos Aires, al no estar ésta dispuesta a ceder su ciudad, pide la reforma del artículo de la Constitución que había establecido la capital en Buenos Aires, estableciéndose que la ciudad que se decidiera a constituirse en capital federal debía ser legalmente cedida por la Legislatura de la provincia a la que perteneciera.
Era de suponer que Mitre, no gobernaría el país desde Paraná, territorio bajo la influencia de Urquiza, pero tampoco desde ninguna otra ciudad del interior, sino que sólo lo haría desde Buenos Aires, por ello impulsa la sanción de una ley para el establecimiento de la capital.
No todos en su partido pensaban de la misma manera. Arduos debates periodísticos y legislativos se pronunciaban por las distintas posturas. Una de ellas, el “autonomismo”, liderada por Adolfo Alsina, se oponía a la federalización de Buenos Aires, deseosa de no perder la autonomía.
- Enfrentando al autonomismo se ubicaban quienes consideraban que debía sacrificarse la autodeterminación porteña en beneficio de la Nación , recibiendo el mote de “nacionalistas”;
- Al frente de este grupo se encontraba el propio Mitre;
Finalmente se logra un acuerdo, sellado con la aprobación de la llamada “Ley de Compromiso”, que permitía — por un plazo de cinco años — que tanto las autoridades nacionales, como las provinciales residieran en la ciudad, aunque las federales solo en calidad de huéspedes de la provincia.
Pasado el tiempo, a medida que se aproximaba el vencimiento del lustro establecido en la ley, crecía la necesidad de resolver la sede de la capital. Distintos proyectos se elevaron al Congreso para designar capital de la república a otro lugar que no fuera Buenos Aires.
Fue propuesta la localidad cordobesa de Bell Ville por su centralidad geográfica en el país. También lo fue, en varias ocasiones, la ciudad de Rosario, por las excelentes vías de comunicación con el resto de la República , por su puerto y su comercio florecientes.
- Sin embargo, estos planes, aunque lograron la aprobación de ambas Cámaras, fueron objeto del veto presidencial, primero de Mitre, luego de Sarmiento;
- Ningún proyecto era aceptado: el nudo de la cuestión era que ningún presidente quería alejarse de la metrópoli que era el centro político, social, comercial y cultural del país;
Argumentaban que de dejarse a Buenos Aires solamente como capital de su provincia, su gobernador ostentaría mayor poder que el propio presidente de la República gobernando desde una modesta localidad provinciana. Las autoridades federales, aún con el plazo de la Ley de Compromiso ya vencido, siguieron residiendo en la ciudad Buenos Aires, pero carecían de autoridad inmediata sobre el territorio en que se alojaban, al tiempo que se profundizaban más las diferencias entre los sectores en pugna.
Hacia 1874 la crisis por la cuestión capital se agudizó al extremo cuando los comicios presidenciales consagraron electo a un candidato del interior: Nicolás Avellaneda. Fuerzas porteñas, encabezadas por el candidato derrotado, Bartolomé Mitre, se levantaron en armas, pero fueron derrotadas por las leales al gobierno federal.
En 1880, volvió a recrudecer la cuestión: un nuevo alzamiento se produjo en vísperas de nuevos comicios presidenciales, ante el anuncio presidencial de que se iba a federalizar la ciudad en disputa. Ante la revuelta, Avellaneda se vio obligado a designar por decreto al pueblo de Belgrano, entonces fuera del ejido porteño, como sede transitoria del gobierno nacional.
El enfrentamiento, que fue particularmente cruento, terminó con la derrota del los insurrectos. El 24 de agosto de 1880, Avellaneda presentó un proyecto de ley por el cual se declaraba a Buenos Aires capital de la República y se la ponía bajo control directo federal, y el 21 de septiembre, la ley resultaba definitivamente aprobada, y el 6 de diciembre de ese mismo año era promulgada por su sucesor, el Presidente Julio A.
Roca..
¿Cómo se llamaba Argentina antes de ser Argentina?
‘Las denominaciones adoptadas sucesivamente desde 1810 hasta el presente, a saber : Provincias Unidas del Río de la Plata; República Argentina ; Confederación Argentina, serán en adelante nombres oficiales indistintamente para la designación del gobierno y territorio de las provincias, empleándose las palabras ‘Nación.
¿Quién descubrio Argentina y en qué año?
Origen del nombre: ¿Por qué Argentina? – Relieve y suelo Hidrografía y oceanografía Transporte Geodesia y demarcación Hábitat e infraestructura social Industria y servicios Vegetación natural y de cultivo Defensa y seguridad Cartografía –> Son la geografía y la historia conjugadas con la lingüística, las que a través de los hombres conforman la toponimia de un país.
- La denominación de Argentina no escapa a esta regla y es el resultado de un proceso evolutivo y cambiante que se encuentra íntimamente vinculado con el desarrollo e integración de nuestro territorio desde los albores del descubrimiento de América pasando por la sanción de la Constitución Nacional y que llega hasta nuestros días;
Así como nuestro desarrollo histórico-geográfico y político se encuentra ligado a las tierras que se extienden adyacentes al majestuoso río color de león – Mar Dulce, Río de Solís, Río de Santa María, Río Jordán; el destino de la denominación de nuestra Nación no se pudo desprender de la atracción del río descubierto por Solís en 1516 y que finalmente se impondría en la cartografía como “Río de la Plata”.
Tal denominación proviene de Portugal en la tercera década del siglo XVI, para luego ser un uso corriente en los viajeros españoles como Diego García o Pedro de Mendoza. Es así que, el 21 de mayo de 1534, el rey de España firmaba el asiento concedido a Pedro de Mendoza, para la conquista y población de las tierras y provincias del Río de la Plata.
Por el año 1554, aparece por primera vez en una pieza cartográfica, del portugués Lopo Homen la denominación de Terra Argentea. En 1602 se publicó en Lisboa el libro a partir del cual se habría de imponer la denominación de Argentina. Nos referimos a la obra “Argentina y conquista del Río de la Plata, con otros acaecidos de los reinos Del Perú, Tucumán y Estado del Brasil” de Martín del Barco Centenera.
- Es aquí donde el autor utiliza la latinización del término “argenteus”, inusual para la época, ya que lo común era utilizar la adjetivación argenteados o argénteo, según comenta Ángel Rosenblat en su obra “Argentina, Historia de un Nombre”;
En los primeros tiempos ese término se mantiene dentro de los sectores cultos de la población y es así, que, Manuel José de Lavardén publica en el primer número del Telégrafo Mercantil, su Oda al Majestuoso Río Paraná donde hace mención a las “sencillas ninfas argentinas”.
Un hito importante en la difusión del citado término, es su paso desde los sectores cultos a los niveles populares, asociado al proceso revolucionario de los hombres de mayo. Un claro ejemplo, lo tenemos en el Himno Nacional de Vicente López y Planes, adoptado por la Asamblea del año 1813: “A vosotros se atreve ¡Argentinos!.
” A partir de aquí, podemos comprobar cómo, desde una óptica eminentemente literaria, nace la denominación de Argentina, y que con el transcurso de los años pasaría a tener una connotación política-geográfica y que por sobre todo iría marcando la individualización del habitante de las comarcas rioplatenses y del espacio que ocupa.
Este espacio geográfico inmerso en las dilatadas tierras que la corona española poseía en América va a tomar distintas denominaciones según los descubridores y hechos históricos que se irán sucediendo en la difícil integración y unidad nacional.
Desde el Virreinato del Perú, pasando por la formación del Virreinato del Río de la Plata en 1776, hasta llegar a la actual denominación oficial, encontramos títulos relacionados con los vaivenes políticos que se sucedieron durante las distintas etapas de consolidación de nuestra entidad nacional.
- La Primera Junta acuerda por expresión de su Cabildo, la denominación Provincias Unidas del Río de la Plata, que a su vez será tomada por la Asamblea del año XIII;
- Posteriormente, en 1816, el Congreso que proclamó la independencia, utilizó el nombre de “Provincias Unidas del Río de la Plata en Sudamérica”;
Como vemos, en la época de nuestra emancipación no se utilizó con frecuencia el término “Argentina”. La razón la encontramos, en que al estar tal denominación asociada a la hegemónica Buenos Aires, no constituía un factor de integración entre las provincias.
Con la Constitución de la República Argentina del 24 de diciembre 1826 se oficializa esta designación. El enfrentamiento entre federales y unitarios trae consigo la utilización de las denominaciones Confederación Argentina o Provincias Unidas del Río de la Plata, según las tendencias que las propiciaron.
El 1° de octubre de 1860 se promulga la Constitución de1853, donde se realizan enmiendas a ésta y se agrega el art. 35, donde dice: “Las denominaciones adoptadas sucesivamente desde 1810 hasta el presente a saber: Provincias Unidas del Río de la Plata, República Argentina, Confederación Argentina, serán en adelante nombres oficiales indistintamente para la designación del gobierno y el territorio.
- ” A los días de promulgada en la ciudad de Paraná, el presidente Santiago Derqui, teniendo en cuenta la necesidad de unificar la denominación de la Nación para los actos administrativos, decreta que: “el gobierno ha venido en acordar que para todos estos actos se use la denominación de República Argentina”;
De allí derivan los calificativos con los cuales se identificarían en el futuro a los habitantes y al territorio que ocupa el extremo meridional del continente americano. Pero como los hombres son quienes imponen los nombres, éstos no permanecen inalterables, cambian, son modificados por los distintos usos o costumbres.
Así aparece una expresión simplificada para designar a nuestro país en el orden internacional y especialmente dentro de la Organización de las Naciones Unidas: Argentina, solamente, suprimiendo el sustantivo República.
Resumiendo, desde su origen latino y con las distintas denominaciones con que nos conociera el mundo a lo largo de nuestro devenir histórico, hoy, el nombre de Argentina identifica a esta nación de la que orgullosamente formamos parte..
¿Quién fue el primer presidente argentino en 1810?
MLA citation style: – Gallo, Klaus. Bernardino Rivadavia: el primer presidente argentino. Buenos Aires: Edhasa, 2012. Web. Retrieved from the Library of Congress, ..
¿Qué ciudad fue fundada dos veces?
Autor : Felipe Pigna – Buenos Aires es una de las pocas ciudades en el mundo que fue fundada dos veces. La primera, en 1536, y la segunda, en 1580. El primer adelantado Las extraordinarias riquezas llegadas desde México y Perú provocaron en España un gran interés por la conquista. La primera Buenos Ayres En enero de 1536 llegó Don Pedro de Mendoza con sus 14 navíos, 1. 500 hombres y unas pocas mujeres al Río de la Plata. El 3 de febrero fundó la ciudad de la «Santísima Trinidad y el puerto de Nuestra Señora de los Buenos Aires». Pero los constantes ataques de los indios querandíes, la falta de alimentos y la aparición de enfermedades obligaron a los conquistadores a abandonar el lugar.
Pedro de Mendoza, un noble español que había oído hablar de una Sierra de Plata cerca del Río descubierto por Solís en 1516, firmó una capitulación con el rey Carlos I. Por este documento, el monarca lo reconoció como «el primer adelantado del Río de la Plata» y Mendoza se comprometió a financiar la expedición a cambio de futuras riquezas a dividir entre las partes firmantes.
Sólo quedaron unas pocas vacas, toros y caballos que con el tiempo se transformarían en la principal riqueza de estas tierras. El hambre en la Buenos Aires de Pedro de Mendoza «La gente no tenía qué comer y se moría de hambre y padecía gran escasez, al extremo que los caballos no podían utilizarse.
- Fue tal la pena y el desastre del hambre que no bastaron ni ratas ni ratones, víboras ni otras sabandijas; hasta los zapatos y cueros, todo hubo de ser comido;
- También ocurrió entonces que un español se comió a su propio hermano que había muerto;
»(Ulrico Schmidl, Viaje al Río de la Plata, 1567) La primera feminista Isabel de Guevara fue una de las pocas mujeres que participaron de la fracasada fundación de Buenos Aires. Así le escribía a la reina de España veinte años después: «Vinieron los hombres en tanta flaqueza que todos los trabajos cargaban a las pobres mujeres, así en lavarles las ropas como en curarles, hacerles de comer lo poco que tenían, a limpiarlos, hacer centinela, rondar los fuegos, armar las ballestas y sargentear y poner en orden a los soldados.
Porque en este tiempo –como las mujeres nos sustentamos con poca comida-, no habíamos caído en tanta flaqueza como los hombres». Isabel de Guevara, 2 de julio de 1556. Asunción Algunos miembros de la expedición de Mendoza decidieron volver a España, otros remontaron el río Paraná y fundaron en 1537 la ciudad de Asunción.
Allí fueron bien recibidos por los guaraníes. Los españoles lograron establecerse y formaron parejas con las aborígenes, dando lugar al mestizaje. Desde allí partió la expedición de don Juan de Garay, que fundaría Santa Fe en 1573, y refundaría Buenos Aires en 1580.
Abrir las puertas a la tierra En una carta al Rey, Juan de Garay le explicaba la necesidad de fundar un puerto sobre el Río de la Plata, para «que abriésemos las puertas a la tierra y no estuviésemos encerrados».
Así se rompería el aislamiento de Asunción, se frenaría el avance portugués y se abriría un puerto alternativo de salida para los metales del Alto Perú. La segunda Fundación Cuando Garay organizó su expedición, no pudo prometerles a sus hombres ni oro, ni indios mansos, porque no los había en el Plata.
Se comprometió entonces a entregarles tierra y ganado que sí abundaban en la región. Sesenta y dos hombres y una mujer acompañaron a Garay. Sólo diez eran españoles, el resto eran «hijos de la tierra», como se llamaba entonces a los americanos.
El sábado 11 de junio de 1580, Garay fundó definitivamente Buenos Aires y plantó el rollo en la Plaza Mayor, actual Plaza de Mayo. La Buenos Aires de Garay La Buenos Aires de 1580 se circunscribía a la zona limitada al Este por el Río de la Plata, al Oeste, por las calles Salta y su continuación Libertad, Viamonte, al Norte e Independencia, al sur. ar .
¿Cuál fue la primera provincia que se fundó en Argentina?
El 16 de febrero de 1820 la provincia de Buenos Aires se constituyó en entidad política autónoma, designándose a Manuel de Sarratea como gobernador, quien el 23 de febrero firmó el Tratado del Pilar, el cual principalmente proclamaba la unidad nacional y el sistema federal, asumiendo cada provincia su soberanía.
¿Cómo era la Ciudad de Buenos Aires antes?
La Ciudad albergaba más de 1,5 millones de habitantes y los edificios más altos tenían 6 pisos. El Subte ya recorría 13 km y los tranvías 794 km. Ese año hubo 63 huelgas, explotaba la inmigración y los espectáculos ya vivían un boom. Buenos Aires hoy es una de las 20 ciudades más ‘altas’ del mundo.
¿Cómo era la Ciudad de Buenos Aires en 1870 resumen?
08/09/2017 En 1870, la República Argentina no era aún el granero del mundo, como lo señalara Federico Pinedo. El trigo producido en el país no alcanzaba para el pan de cada día y habrá que aguardar a los años siguientes para dejar de importarlo y para pasar a exportarlo, pues ello dependerá de la transformación de la agricultura primitiva y rudimentaria que era la practicada entonces, en una fuente fabulosa de la prosperidad futura.
- Lo mismo que ocurrirá con la ganadería, que de la exportación de cueros, tasajo y charque pasará a la de productos cárneos de primera calidad, estimulada por una incipiente industria del frío;
- Buenos Aires ya tenía 187;
346 habitantes y el resto de la provincia 307. 761. No era aún la Capital Federal y la guerra con el Paraguay, no había terminado. El total de la población de todo el país, no llegaba todavía a los 2. 000. 000 de habitantes y el índice de alfabetización, no superaba el 50%.
La edificación raleaba más allá de la actual avenida Callao y hacia el oeste, había quintas y luego, sólo el campo. Flores y Belgrano eran municipios autónomos en los que veraneaban las familias acomodadas.
Tres líneas de tranvías de caballo, recorrían el ejido urbano, precedidos por un postillón vestido de verde que llevaba una bandera roja, anunciando su paso. Las terminaciones ferroviarias eran Chascomús, Chivilcoy, Tigre y Ensenada. Los porteños almorzaban y cenaban tarde, de acuerdo con la tradición hispana; mesas grandes para varias generaciones, la carne asada, si no había puchero y una larga sucesión de suculentos platos, que predisponían a la siesta obligada.
- Los vinos, importados de Francia, Italia y España y exquiciteses varias adquiridas en el “almacén de Tiscornia” que ofrecía “embutidos de Vich, manjar apetecido por los catalanes” o en lo de “Eastman e hijos” que tentaba a los porteños con “cajas de 20 libras de té”, producto de gran aceptación en la sociedad porteña;
Se podía también, naturalmente, salir a comer afuera: En el “Restaurante de Watson”, en San Martín 68, que servía almuerzos, lunches y cenas “recomendadísimas” por el mismo míster Watson o en el “Gran Restaurante y Café Americano. que funcionaba en la calle Cangallo, próximo al Mercado del Plata, que en sus avisos hacía saber que su propietario “invitaba a la gente de buen humor a visitarlo para convencerse de la excelencia, prolijidad y baratura con que en él se sirve”, comunicando además, que “en el mismo hay gabinetes particulares a la disposición de los “amateurs” (habrá querido decir amantes?).
En materia de modas se pretendía seguir el último rito. En la casa de Madame Reine, en la calle Florida, se vendían corsés de todas clases y tamaños, con la bendición de la “Facultad Imperial de Medicina de París”, que había dictaminado que “está probado que un corsé hecho al cuerpo de una persona, jamás puede incomodar, si el corte es bueno y por consiguiente, no causará nunca, la menor dolencia”.
Los cosméticos eran variadísimos, pero la “línea del doctor Domassan”, era una de las más publicitadas. Ofrecía “el agua de lis doble”, para el cutis de las señoras, el “agua preservativa” para el cuidado de la boca y el “agua para teñir el pelo privilegiada”, en las variedades negro, castaño y rubio, especial para caballeros, “a quienes no les endurecería las facciones”.
Había también “ungüentos salutíferos” para combatir la calvicie y “pomadas olorosas” para disciplinar los bigotes. Las ofertas de la medicina también eran variadas. El que prefería a los alópatas, a los homeópatas o aún a los “mano santas”, los tenía bien a mano y si se prefería ser tratado por una corporación galénica, no tenía más que dirigirse a la “Empresa de Puestos Médicos”.
Si lo que necesitaba era que le hicieran una sangría, seguramente encontrará lo que busca si acude a un práctico que se calificaba a si mismo como “pedícuro o callista, flebótomo o sangrador”, en cuyos avisos publicitarios, no dejaba de anunciar que las sanguijuelas que aplicaba, eran importadas de Hamburgo, “célebres por su poder extractivo”.
- El doctor Ernest sacaba dientes sin dolor, pues anestesiaba con gas, compitiendo en tales menesteres con una señora que publicaba en el diario La Nación, un aviso donde ofrecía “una cura radical del dolor de muelas, sin operación alguna”, y como siempre, gratis a los soldados y a los pobres”;
También la farmacopea era abundante, amplia, generosa e “infalible”. Ofrecía el bálsamo del doctor Greeves para los sabañones, el aceite de Berthé o el Quinium Labarraque como tónico reconstituyente, las perlas de éter del doctor Clertan para las jaquecas y neuralgias, los polvos de Rogé como laxante y las Píldoras de Vallet, que terminaban “con los colores pálidos”.
La ciudad de Buenos Aires era cosmopolita y políglota. Un aviso clasificado de la época decía: “Da questa casa vengono emesse cambiali in oro per l’Italia. ” y en “El Alcázar” se daba el vaudeville “L’homme n’est pas par-fait, en tanto que en el Colón viejo, se representaba “Gli Ugonotti”.
Pululaban los profesores de idiomas y competían ardorosamente entre sí. ¿Dónde vas sin saber inglés?, preguntaba uno de ellos, publicitando sus servicios en la prensa local. ¿Dónde vas sin saber francés?, retrucaba otro al día siguiente. , mientras otro prometía “se enseña el inglés en 12 lecciones.
Si el alumno no lo habla bien después de esas 12 lecciones, no se exigirá recompensa alguna”. Otra actividad que era muy apreciada por los porteños, era la lectura. Buenos Aires era en verdad, una ciudad de lectores.
Había ya numerosas librerías y hasta se hacían remates de libros. La “Librería del Colegio” ofrecía la “Historia de un joven” de Octavio Feuillet, traducida por Ángel Estrada. En Cangallo 170, se ofrecían publicaciones de la Casa Morel de París y la “Librería del Plata”, ponía a la venta obras americanas y documentos sobre el Río de la Plata.
Al interior se viajaba en galera o en diligencia. “La invariable Porteña” llevaba pasajeros hasta Azul y Las Flores. La “Flor del Oeste” iba hasta 25 de Mayo, “La Protegida” cubría el trayecto Buenos Aires-Dolores y todas ellas aseguraban “caballos mansos y baqueanos”.
A las ciudades ubicadas sobre las costas de los ríos Paraná y Uruguay, se iba en barco y también hacia las de la costa atlántica se llegaba por agua: la “zumaca Naposta”, unía Buenos Aires con Bahía Blanca. Varias líneas de vapores llevaban pasajeros a Europa y a América.
La “Compañía Italiana de Navegación” por ejemplo, iba a Génova cobrando 140 pesos fuertes el pasaje en primera, $110 en segunda y $60 en tercera. Pero la navegación a vapor, todavía no había desplazado a los veleros: Para la ciudad de Amberes se podía viajar en la “muy marinera barca española Abnegación”.
Para el Callao, en “la hermosa barca italiana Antonieta Costa” y para la Coruña, en “la acreditada corbeta Nueva Ignacia”..