Hace 203 años, 29 diputados se reunieron en San Miguel de Tucumán para concluir el proceso emancipador comenzado en mayo de 1810. Publicado el martes 09 de julio de 2019 En 1816, convergieron dos hechos fundamentales para la historia nacional: la declaración de la Independencia y la organización final del plan continental del general José de San Martín, que sería el garante de esa independencia y la llevaría más allá de las Provincias Unidas.
El contexto internacional en el que esto ocurría era complejo: España se había liberado de los franceses y el rey Fernando VII había vuelto al trono y se predisponía a recuperar los territorios americanos que estaban en manos de los revolucionarios. El ejército realista había comenzado a avanzar por toda la región derrotando a una parte de los movimientos independentistas americanos.
Ante esa situación, las Provincias Unidas se juntaron para decidir qué hacer frente al peligro realista. El Congreso General Constituyente de las Provincias Unidas en Sudamérica se reunió en San Miguel de Tucumán para limar asperezas entre Buenos Aires y las provincias, pues sus relaciones estaban deterioradas. Cada provincia eligió un diputado cada 15.000 habitantes. Las sesiones del Congreso se iniciaron el 24 de marzo de 1816 con la presencia de 33 diputados de los 34 elegidos. Finalmente, y después de arduas discusiones, el 9 de julio de 1816 los representantes firmaron la declaración de la Independencia de las Provincias Unidas en Sudamérica y la afirmación de la voluntad de “investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli” y “de toda otra dominación extranjera”.
De este modo, después del proceso político iniciado con la Revolución de Mayo de 1810, se asumió por primera vez una manifiesta voluntad de emancipación. La Casa Histórica de la Independencia La casa histórica de Tucumán se construyó en 1760. Pertenecía a una importante familia local, la de Francisca Bazán, esposa de Miguel Laguna.
Era una casa con varias habitaciones, patios que las conectaban y su único ornamento eran unas columnas salomónicas ubicadas a los costados de la puerta principal. Después de ser sede del Congreso donde se declaró la Independencia, fue alquilada para la imprenta del ejército, el servicio de Telégrafo y el Juzgado Federal.
- En 1869, el fotógrafo Ángel Paganelli, que visitaba la ciudad de San Miguel de Tucumán, registró el deterioro del edificio a solicitud de un grupo de vecinos para llamar la atención de las autoridades en pos de la conservación.
- En 1904, el gobierno la restauró pero debido a su pésimo estado tuvo que demoler gran parte de la vieja casa.
La única parte que fue salvada fue el Salón de la Jura de la Independencia. La reconstrucción intentó ajustarse al máximo en cada detalle del edificio original utilizando, incluso, los mismos tipos de ladrillos, tejas y baldosas. En 1941 fue declarada monumento histórico. De esta forma, el Ejército Argentino junto al pueblo tucumano recuerdan el pasado y mantienen la honesta tarea de custodiar la histórica vivienda donde se juró y se proclamó nuestra Independencia aquel 9 de julio de 1816. La Proclama de la Independencia Mientras preparaba en Cuyo al Ejército que cruzaría Los Andes, San Martín se mostraba impaciente para que el Congreso reunido en Tucumán proclamara la Independencia.
En una de las cartas que mantiene con uno de los congresales, el representante de Cuyo, Tomás Godoy Cruz, escribía: “¿Hasta cuándo esperamos para declarar la Independencia? ¿No le parece a usted una cosa bien ridícula acuñar moneda, tener el pabellón y cucarda nacional, y por último hacer la guerra al soberano de quien en el día se cree dependemos?”.
Y concluía: “Veamos claro, mi amigo, si no se hace, el Congreso es nulo en todas sus partes, porque reasumiendo este la Soberanía, es una usurpación que se hace al que se cree verdadero, es decir a Fernandito”. El contexto era sumamente complejo, los realistas habían recuperado amplios territorios en América, entre ellos, Chile y buena parte del Alto Perú, lo que constituía toda una amenaza para las Provincias Unidas.
En Europa, se asistía a la restauración de las monarquías; en la Banda Oriental, podía constatarse el avance portugués; y en el plano interno, las relaciones entre el gobierno central y el litoral estaban quebradas. Asimismo, las relaciones entre Buenos Aires y provincias que participaban del Congreso no estaban exentas de tensiones.
Finalmente, el acta de la Independencia se firmó el 9 de julio de 1816, donde prevaleció una postura que representaba el mandato de la mayoría de las provincias: investir a las Provincias Unidas del “alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli”.
- Quedaba expresamente rechazada toda fórmula intermedia que habilitara algún tipo de protectorado.
- Se trató, pues, de una manifestación clara, acorde con el pedido de San Martín, de declarar la Independencia absoluta de las Provincias Unidas respecto a la corona española y “de toda otra dominación extranjera”, según la fórmula agregada a la proclama días después en las siguientes sesiones del Congreso.
La proclama se publicó en español. También en quechua y aymará con el fin de incorporar al proceso a los pueblos originarios. Los Diputados Los 29 diputados del Congreso de Tucumán que suscribieron el acta de Independencia declarada por el Congreso de las Provincias Unidas en Sud América fueron: • Presidente: Francisco Narciso de Laprida, diputado por San Juan.
• Vicepresidente: Mariano Boedo, diputado por Salta. • Secretarios: José Mariano Serrano, diputado por Charcas y Juan José Paso, diputado por Buenos Aires • Diputados: – Por Buenos Aires: Dr. Antonio Sáenz, Dr. José Darragueira, Fray Cayetano José Rodríguez, Dr. Pedro Medrano, Dr. Esteban Agustín Gascón y Dr.
Tomás Manuel de Anchorena. – Por Catamarca: Dr. Manuel Antonio Acevedo y Dr. José Eusebio Colombres. – Por Córdoba: Eduardo Pérez Bulnes, José Antonio Cabrera y Lic. Jerónimo Salguero de Cabrera y Cabrera. – Por Jujuy: Dr. Teodoro Sánchez de Bustamante. – Por La Rioja: Dr.
Pedro Ignacio de Castro Barros. – Por Mendoza: Tomás Godoy Cruz y Dr. Juan Agustín Maza. – Por Salta: Dr. José Ignacio de Gorriti. – Por San Juan: Fray Justo Santa María de Oro. – Por Santiago del Estero: Pedro Francisco de Uriarte y Pedro León Gallo. – Por Tucumán: Dr. Pedro Miguel Aráoz y Dr. José Ignacio Thames.
– Por Mizque: Pedro Ignacio Rivera. – Por Charcas: Dr. Mariano Sánchez de Loria y Dr. José Severo Malabia. – Por Chichas (incluyendo a Tarija): Dr. José Andrés Pacheco de Melo En esa sesión no estuvieron presentes cinco diputados: el coronel José Moldes (Salta), que se encontraba detenido; el coronel Juan José Feliciano Fernández Campero (Chichas), que estaba al mando de tropas en el frente de combate; el presbítero Miguel Calixto del Corro (Córdoba), que estaba realizando una misión diplomática ante José Artigas; el médico Pedro Buenaventura Carrasco (Cochabamba), que estaba en servicio en el Ejército del Norte y el diputado Juan Martín de Pueyrredón (San Luis), que había viajado a Buenos Aires para asumir el cargo de Director Supremo.
¿Quién era el rey de España cuando Argentina se independizó?
Al cumplirse 206 años de la Declaración de la Independencia por el Congreso reunido en Tucumán en 1816, lo recordamos a través de la historia de sus celebraciones y los objetos que se exhiben en los Museos Nacionales. Publicado el sábado 09 de julio de 2022 El 9 de julio de 1816, el Congreso de Tucumán, integrado por representantes de las Provincias Unidas del Río de la Plata, declaró la Independencia.
Ese día, las manifestaciones populares se concentraron en los alrededores de la Casa de Tucumán coreando “Viva la Patria”. La sesión se extendió hasta altas horas de la noche, por lo que los festejos se llevaron a cabo al día siguiente. Esta hecho histórico determinó la ruptura definitiva de la dependencia política a la corona española completando así el proceso revolucionario que comenzó el 25 de mayo de 1810.
Debido a los problemas que existían en las mismas Provincias Unidas el congreso se realizó en Tucumán. Allí los diputados retomaron las relaciones rompiendo “los violentos vínculos que las ligaban a los reyes de España” para ser “una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli”.
Agregando días después a esta declaración “y de toda otra dominación extranjera”, despejando cualquier especulación sobre el posible sometimiento al rey de Portugal. El 10 de julio se organizó una fiesta exclusiva, que comenzó a las nueve de la mañana con una misa en el templo de San Francisco donde asistieron los principales referentes de la sociedad tucumana.
El 21 de julio llegó el día de la fiesta popular, en la que hombres, mujeres y niños fueron convocados a un acto en el Campo de Carreras. Este sitio tenía una importancia simbólica porque allí ocurrió la Batalla de Tucumán. Esta celebración constituyó la primera apropiación del proceso revolucionario por parte de la comunidad, donde Manuel Belgrano y el gobernador Araoz brindaron sus primeros discursos valorando el patriotismo de los combatientes y convocando el apoyo del pueblo.
Respecto a la historia de los festejos, en cuanto asumió Bernardino Rivadavia el 6 de julio de 1826 fueron suprimidos y posteriormente restaurados por Juan Manuel de Rosas el 11 de junio de 1835 por decreto. Cuando se cumplieron 50 años, el 9 de julio de 1866 se estaba librando la Guerra de la Triple Alianza por lo que tampoco hubo festejos.
En el centenario, 1916, en medio de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), el Atlántico estaba cerrado y no vinieron invitados internacionales. El presidente Victorino de la Plaza ni siquiera asistió a los festejos en Tucumán y mandó a Saavedra Lamas como delegado. 9 de Julio de 1816. Patrimonio del Museo Histórico Nacional El Museo Histórico Nacional cuenta con algunas piezas que rememoran la gesta de la Independencia. Entre ellas, la acuarela 9 de Julio de 1816 realizada por Antonio González Moreno en 1941 recreando el momento de la sesión.
- Entre las figuras más notorias aparecen, en el centro, el presidente Narciso Francisco de Laprida; el secretario Juan José Paso (encorvado y leyendo el acta) y Fray Justo Santa María del Oro.
- Entre estos dos, mira de frente Mariano Boedo.
- Además, desde la izquierda aparecen José Darregueira y Pedro Ignacio de Castro Barros.
De espaldas, con uniforme militar y el bicornio en alto, José Ignacio Gorriti. En el bloque de la derecha, se distingue a Tomás Godoy Cruz; Tomás Manuel de Anchorena, de perfil, con sombrero y bastón en la mano. En su hombro se apoya Pedro Medrano. Detrás suyo, Pedro Ignacio de Rivera y Fray Cayetano Rodríguez. Escribanía de plata. Patrimonio Museo Histórico Nacional También el MHN cuenta en su patrimonio con la escribanía de plata que donó la familia del diputado por Jujuy, Teodoro Sánchez de Bustamante, que se utilizó para firmar el Acta de la Independencia.
- La carta de donación dice que este tintero “fue usado por los diputados” en el Congreso de Tucumán.
- En la Casa Histórica Museo.
- Nacional de la Independencia puede verse el retrato del diputado Sánchez de Bustamante junto con el de los demás congresales en el salón donde se usó la escribanía.
- Desde el 9 de julio la Casa Histórica de Tucumán exhibirá la renovación integral de toda la museografía y la museología con un guion más inclusivo.
Además de sumar nuevos espacios, inaugurando la sala de bienvenida, el espacio donde se cuenta la historia de la Casa y el salón de la Jura renovado con las actas en quechua y en aymara. A su vez se incorporó nueva tecnología como el código QR para escuchar la lectura de las actas, imágenes en 3D, audiovisuales y tabletas con realidad aumentada.
En cuanto a la infraestructura edilicia, la Casa incorporó rampas de accesibilidad, mejoró los techos de la galería de placas, renovó los baños y construyó un nuevo edificio en el tercer patio. Entre las actividades por los festejos del Día de la Independencia, en el Centro Cultural Kirchner se llevará a cabo el concierto Tucumán.
Canto de amor y llanto por la tierra de uno con la participación de Juan Falú y Néstor Soria, Los músicos estarán acompañados por la pianista Lilián Saba ; la cantante Liliana Herrero y una serie de músicos solistas. También se presentará el Ensamble de Cuerdas de la Orquesta Filarmónica de Río Negro, bajo la batuta de Martín Fraile Milstein ; el Coro Polifónico de la Municipalidad de San Martín y el Coral Joven de la Sociedad Alemana de Villa Ballester dirigidos por Federico De Ferrari,
- El evento será a las 20 h en el Auditorio Nacional con reserva previa, y será transmitido a través de YouTube y por radio Sonido Cultura,
- En el Cabildo, a las 14 h, la compañía teatral Republiquetas representará la obra 1816 – un año Terrible de Francisco Civit y Gabriel Yeannoteguy con entrada libre y gratuita; mientras que en el Museo Histórico Nacional, a las 12 h, se presentará la Fanfarria Militar Alto Perú del Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín interpretando un amplio repertorio del cancionero popular.
Fuentes : Carlos Páez de la Torre (h), La Gaceta, 6 de mayo de 2013; Museo Histórico Nacional.
¿Quién gobernaba nuestro país en 1816?
Directores Supremos (1814-1820)
Director Supremo | Inicio del gobierno |
---|---|
Antonio González Balcarce (1774-1819) | 17 de abril de 1816 |
Juan Martín de Pueyrredón (1776-1850) | 9 de julio de 1816 |
José Rondeau (1775-1844) | 9 de junio de 1819 |
Juan Pedro Aguirre (1781-1837) | 1 de febrero de 1820 |
¿Quién nos libero de los españoles Argentina?
José de San Martín | |
---|---|
Conflictos | Guerra de la Independencia Española Guerra de Independencia de Chile Guerra de Independencia de Argentina Guerra de Independencia del Perú |
Partido político | Independiente |
Miembro de | Logia de Lautaro |
Distinciones | Orden El Sol del Perú |
¿Qué hizo Napoleón Bonaparte en Argentina?
Napoleón envía emisarios al Virreinato – El emisario llegó a Montevideo, donde Elío había hecho jurar fidelidad a Fernando VII, y el 13 de agosto fueron abiertos los pliegos de que era portador en el fuerte de Buenos Aires, en presencia del cabildo, de la audiencia y de Liniers.
- La llegada de Sassenay, aunque el virrey había tomado todas las precauciones para obrar con cartas descubiertas, alentó la oposición que germinaba entre los españoles peninsulares contra el virrey.
- Se manifestaron en esa ocasión diversas opiniones; algunos deseaban que Sassenay quedase en prisión en Buenos Aires, otros que se le hiciera salir inmediatamente a Montevideo, adonde llegó en efecto y fue detenido; diez días después logró fugarse y fue detenido de nuevo; Elío lo sometió a proceso, lo mantuvo preso dieciséis meses, fue luego conducido a Buenos Aires y tras nuevas peripecias llegó a Sevilla en mayo de 1810.
Entre los españoles y los soldados franceses en Madrid, que procedían con escasa disciplina y como en territorio ocupado, se sucedían a diario riñas más o menos sangrientas.
¿Cómo se llamó el rey de España en 1810?
En 1808 Napoleón Bonaparte invadió España y tomó cautivo al rey Fernando VII, poniendo en su lugar a José Bonaparte, conocido como “Pepe Botella”. Para resistir a los franceses fue organizada en España una Junta Central con asiento en Sevilla, posteriormente reemplazada por el “Consejo de Regencia”, que tenía entre sus funciones gobernar a las colonias americanas.
- La reacción inmediata de la población chilena a las noticias de la Metrópoli fue de absoluta lealtad hacia el monarca preso.
- Sin embargo, hacia 1809, el dilema de la legitimidad del gobierno del pueblo español sobre un territorio que tenía una vinculación directa con la persona del rey, había encontrado dos respuestas entre los habitantes de Chile.
Por un lado, estaban los realistas, quienes reconocían la soberanía de las instituciones españolas en reemplazo del rey y condenaban todo intento de formar un gobierno autónomo, aunque fuese en su nombre. Por otro lado, estaban los patriotas, quienes aún siendo fieles al monarca, creían en la retroversión hacia el pueblo de la soberanía regia, admitiendo la necesidad de formar una junta de gobierno propia.
Esta tensión llegó a su punto álgido durante el gobierno del despótico gobernador García Carrasco, quién decretó la injusta captura y exilio de tres connotados vecinos. El ambiente comenzaba a inquietarse, y el surgimiento de un opúsculo con el nombre de Catecismo Político-Cristiano que llamaba a los criollos a asumir el control de su propio futuro en razón de la ausencia del Rey, caldeó más aún los ánimos de la aristocracia local,
Las gestiones del Cabildo de Santiago y la intervención de la Real Audiencia, deseosa de evitar la concreción de los planes juntistas del Cabildo, consiguieron en julio de 1810, la dimisión de García Carrasco en favor del militar de más alta graduación, a la sazón, Mateo de Toro y Zambrano,
- Antes de que llegara el nuevo gobernador, el Cabildo de Santiago consiguió autorización de su presidente para hacer un cabildo abierto, cursando la invitación correspondiente a los vecinos.
- El 18 de septiembre de 1810 a las nueve de la mañana, con la presencia de unos Cuatrocientos ciudadanos, comenzó el cabildo abierto.
Cada intervención, cada gesto dentro de esta jornada estuvo marcado por la lealtad de los cabildantes hacia Fernando VII, tal como lo muestran los discursos de José Gregorio Argomedo y José Miguel Infante, Los posibles miembros de la junta habían sido elegidos cuidadosamente por los integrantes del Cabildo de Santiago, con el fin de representar en la persona de cada uno de ellos a cada sector de la sociedad, asegurando así la mantención de un cierto equilibrio.
Todos ellos fueron aceptados por aclamación por los vecinos presentes. Mateo de Toro y Zambrano, presidente, representaba al rey; José Antonio Martínez de Aldunate, vicepresidente de la junta, obispo de Santiago, representaba a la Iglesia; Fernando Márquez de la Plata, Consejero de Indias, primer vocal de la junta, representaba a los europeos juntistas; Juan Martínez de Rozas segundo vocal, representaba a la aristocracia de Concepción ; Ignacio de la Carrera, tercer vocal, representaba a la aristocracia de Santiago.
La fusión entre tradición y reforma estuvo presente en este primer Cabildo, que fue el episodio que dio inicio al proceso de la Independencia ; aún cuando continuaba primando el deseo de los ciudadanos de conservar la soberanía del Rey. El Cabildo de 1810 fue la primera vez en que la aristocracia criolla tomaba el control de su propio país, experiencia que derivaría con el tiempo en una afirmación de sus propios derechos frente a la monarquía española.
¿Qué pasó con el rey Fernando VII en 1816?
1816 Los españoles han reconquistado América aparte del Río de la Plata A mediados de 1816, las fuerzas enviadas por Fernando VII habían logrado establecer el dominio real español en la mayor parte de América. La excepción fue la región del Río de la Plata.
- El virrey de Perú, el virrey Abascal, era un gobernante capaz y rápidamente reprimió el desarrollo de las Juntas en la región.
- Lima fue un bastión del poder colonial español durante muchos años y Abascal envió expediciones desde Perú para restablecer el gobierno real en Chile.
- Las fuerzas revolucionarias de O’Higgins y Carrera trataron de trabajar para vencer a los realistas, pero no lograron hacerlo y el virreinato del Perú ocupó Chile en 1815.
La región del Río de la Plata resultó más difícil de reconquistar para los realistas y, de hecho, San Martín usó a Mendoza en la región del Río de la Plata como una base a partir de la cual desarrollar su Ejército de Los Andes. San Martín estaba decidido a desarrollar un ejército profesional con uniformes y artillería.
La gente de Mendoza lo ayudó en esta búsqueda y él reclutó individuos que habían sido esclavos, como soldados que estaban escapando de Chile. San Martín trabajó en colaboración con Bernardo O’Higgins y pasó años diseñando una compleja estrategia de ataque para derrocar a los realistas en Chile. Luego, San Martín dirigió su ejército sobre Los Andes, separando a las tropas en un punto determinado para crear diferentes columnas que cruzarían las montañas usando rutas distintas, creando así una “formación de pinzas”.
Este ataque llevó a la famosa Batalla de Chacabuco, que ayudó a sellar la liberación de Chile. La batalla es descrita en el siguiente podcast por el Dr. Alejandro Rabinovich. La Batalla de Chacabuco fue una victoria decisiva en la liberación de la mayor parte de Chile.
- Los realistas se retiraron del Perú y, en un principio, en una asamblea interina en Santiago se propuso a San Martín como gobernador de Chile.
- San Martín rechazó la oferta y una nueva asamblea eligió a Bernardo O’Higgins como Director Supremo de Chile.
- Gran parte de Chile dio la bienvenida a los libertadores, pero aún había un sólido bastón realista en el sur de la región.
Mientras Chile era liberado, la situación en el ex-virreinato del Río de la Plata estaba siendo agitada por tensiones internas. Un líder llamado José Gervasio Artigas Arnal había creado un ejército conocido como la Liga de los Pueblos Libres (Liga de Gente Libre) y lo usó para crear autonomía para Montevideo, que había estado anteriormente bajo el control del Buenos Aires.
- Esta fue parte de una lucha interna en la región entre Unitarios y Federales, que tenían diferentes ideas de cómo debía gobernarse la región.
- En general, los Unitarios querían un sistema centralista con Buenos Aires como el centro, mientras que los Federales querían más autonomía para las regiones.
- Además, es justo decir que durante esta lucha se desencadenó una batalla intelectual entre liberales y conservadores, con los unitarios evidentemente del lado conservador y muchos de los federalistas defendiendo valores liberales.
Artigas era un caudillo, por lo que no era extraño que su ejército estuviera compuesto por jinetes. En la batalla usó lanceros a caballo y bandas de luchadores indígenas. Esto resultó efectivo contra los Unitarios de Buenos Aires, pero eventualmente La Liga Federal de Artigas también fue atacada por un ejército portugués bien equipado, que había sido enviado a Brasil, y luego atacó Montevideo.
- Eventualmente, Artigas se fue al exilio en Paraguay, una región que había sido independiente desde 1811.
- A pesar de que Artigas había sido sacado de la figura, las diferencias lugareñas en la región del Río de la Plata no se resolvieron.
- Los gauchos de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos reemplazaron a Artigas en el conflicto con Buenos Aires.
Si bien la lucha entre Federalistas y Centralistas empezó temprano y fue especialmente importante en la región del Río de la Plata, este fue un patrón que se llevaría a cabo en casi todos los nuevos territorios. En muchas regiones se adoptó el federalismo.
- Para 1826, la región del Río de la Plata estaba dividida en varias naciones y Buenos Aires fue solo un Estado dentro de una federación poco definida de diversos Estados.
- La parte de la costa este de la región ahora pertenecía a Brasil, Bolivia y Paraguay, los que habían sido parte del Virreinato del Río de la Plata en la época colonial y que ahora eran países independientes.
Los jugadores internacionales desempeñarían un papel clave en la configuración del país que hoy conocemos como Argentina y, en particular, Gran Bretaña tuvo un interés en la región debido a la importancia que los puertos tuvieron en las rutas comerciales.
Otras lecturas Entin, Gabriel and Alejandro Rabinovich Buenos Aires: Editorial Capin, 2016.
: 1816 Los españoles han reconquistado América aparte del Río de la Plata
¿Quién fue el presidente en el Congreso de Tucumán en 1816?
Lista de presidentes y vicepresidentes del Congreso General 1816-1820 – Congreso de Tucumán
Mes | Presidente |
---|---|
Junio | Teodoro Sánchez de Bustamante |
Julio | Francisco Narciso de Laprida |
Agosto | José Ignacio Thames |
Septiembre | Pedro Buenaventura Carrasco |
¿Qué frase decía Napoleón?
Las frases más enigmáticas de Napoleón Bonaparte – No quiero hacer más la guerra. Es menester olvidar que hemos sido los amos del mundo. Antaño, yo perseguí el fin de fundar los Estados Unidos de Europa. Una gran reputación es un gran ruido: cuando más aumenta, más se extiende; caen las leyes, las naciones, los monumentos; todo se desmorona.
Pero el ruido subsiste. Todos los grandes eventos dependen de un solo hilo. El hombre inteligente se aprovecha de todo, no descuida nada que pueda darle alguna oportunidad adicional; el hombre menos inteligente, al descuidar una cosa, a veces se pierde todo. Si el arte de la guerra no fuera más que el arte de evitar los riesgos, la gloria se convertiría en la presa de las mentes mediocres He hecho todos los cálculos; el destino hará el resto.
La razón por la que la mayoría de las personas fracasan en lugar de tener éxito, es que intercambian lo que más desean por lo que quieren en este momento. Para escribir la historia uno debe ser más que un hombre, ya que el autor que tiene la pluma de esta gran justicia debe estar libre de toda preocupación de interés o vanidad.
- El alcance de tu conciencia está limitada solo por tu capacidad de amar y abrazar con tu amor el espacio que te rodea y todo lo que contiene.
- Para escribir la historia uno debe ser más que un hombre, ya que el autor que tiene la pluma de esta gran justicia debe estar libre de toda preocupación de interés o vanidad,
Cada uno de los movimientos de todos los individuos se realizan por tres únicas razones: por honor, por dinero o por amor. Las mejores frases de Napoleón Bonaparte La gran ambición es la pasión de un gran personaje. Aquellos dotados con ella pueden realizar actos muy buenos o muy malos.
¿Quién derrotó a Napoleón?
Hoy en 1815, el ejército de Napoleón fue derrotado en la Guerra de Waterloo | TRT Español El 18 de junio de 1815, el ejército francés comandado por Napoleón Bonaparte, fue derrotado por los ejércitos británico y de Prusia en la Guerra de Waterloo. La derrota acabó con la guerra de 23 años entre Francia y los estados aliados europeos. Hoy en 1936, el escrito ruso, Maksim Gorki, quien ganó fama mundial con su novela “La madre” perdió a la los 68 años. Hoy en 1941, Alemania, que ocupó Bulgaria en la Segunda Guerra Mundial, y Turquía firmaron el “Pacto de No Ofensividad”. Cuatro dias después de este tratado, Alemania puso en marcha su plan “Barbarossa” para ocupar Rusia. Hoy en 1972, los pilotos de 65 países realizaron un boicot de un día para protestar por los secuestros de aviones. Los pilotos turcos apoyaron este boicot : Hoy en 1815, el ejército de Napoleón fue derrotado en la Guerra de Waterloo | TRT Español
¿Qué países bloquearon el puerto de Buenos Aires?
Se produjo un conflicto diplomático y las naves francesas estacionadas en el Río de la Plata bloquearon el puerto de Buenos Aires a fines de marzo de 1838.
¿Quién dejo entrar a Napoleón en España?
Política exterior: de la Revolución a la peligrosa amistad francesa – En los últimos años del reinado de Carlos III, la Monarquía hispánica había vivido una cómoda situación internacional. La derrota inglesa en la Guerra de Independencia de Estados Unidos había demostrado la fuerza de los Pactos de Familia, que unían las fuerzas militares de los Borbones franceses y los españoles.
- El Tratado de París de 1783 había sancionado el dominio español sobre Menorca, Florida y varios enclaves centroamericanos de importancia.
- Sin embargo, la Revolución francesa cambió el panorama político europeo.
- Carlos IV perdió la alianza de su primo Luis XVI, y experimentó muy pronto lo que eso suponía.
En 1790, un conflicto entre barcos españoles e ingleses en la bahía de Nootka (junto a la isla de Vancouver) estuvo a punto de llevar a la guerra entre ambas potencias y se zanjó con el humillante reconocimiento del gobierno de Madrid del derecho inglés a transitar por los territorios descubiertos pero no ocupados efectivamente por los españoles.
Carlos IV y sus ministros sucesivos (Floridablanca, Aranda y Godoy) se encontraron aislados internacionalmente, en medio de dos aliados imposibles que eran más bien enemigos potenciales: un Estado que le había declarado la guerra al absolutismo y otro que ambicionaba a todas luces las ventajas económicas del imperio español.
Aunque la guerra contra la Francia regicida –predicada en España como una cruzada– deparó algunas victorias en 1793, las siguientes campañas fueron contrarias a los intereses españoles. Tanto a una Francia que necesitaba concentrar sus fuerzas en el frente centroeuropeo, como a una España superada por el avance francés, les interesaba la firma de una paz que se acordó en Basilea en 1795.
- La geoestrategia se acabó imponiendo a los intereses dinásticos: en 1796 Carlos IV firmó el Tratado de San Ildefonso, una alianza militar con Francia, con la que le unía el enemigo común británico.
- Pero al moderado Directorio francés, le siguió el Consulado, en el que Napoleón Bonaparte fue ganando prerrogativas hasta ser coronado emperador en 1804.
La Francia napoleónica exigió de su aliado español una ingente ayuda económica y militar a la que Carlos IV no podía hacer frente, sobre todo porque los barcos ingleses tenían cortada la comunicación con las colonias americanas, principal fuente de los ingresos españoles.
- Uniendo sus destinos y sus intereses a los de Francia, la política exterior española estuvo supeditada a los dictados napoleónicos.
- En 1801, Godoy dirigió la invasión de Portugal (que no cumplía el bloqueo impuesto por Napoleón a Gran Bretaña) pero, tras las primeras victorias, prefirió firmar la paz a continuar la conquista y esperar la incorporación del ejército francés (quizá porque Carlota Joaquina, hija de los reyes de España, era la princesa consorte de Portugal).
Esta «traición» enojó a Bonaparte, quien bien pudo empezar a plantearse entonces las ventajas de imponer un rey marioneta en España. El embajador español en París, recoge la siguiente pregunta de Napoleón tras la firma de la paz con Portugal: «¿Es posible, amigo Azara (.) que sus amos de usted estén tan cansados de reinar que quieran exponer su trono, provocando una guerra cuyas resultas pueden ser las más funestas?».
- Con la aniquilación de la flota española en Trafalgar (21 de octubre de 1805), poco tenía que ofrecerle el ejército español a Napoleón, por lo que centró sus exigencias a España en una serie de subsidios económicos.
- No obstante, aún en 1808, en plena invasión francesa de la Península, Napoleón contaba con 14.000 soldados españoles (dirigidos por el Marqués de la Romana) en Dinamarca para atacar Suecia.
En 1807, Napoleón decidió invadir Portugal por sí mismo y obtuvo de Carlos IV la firma del Tratado de Fontainebleau, por el que se permitía la entrada de sus tropas en la Península Ibérica, de donde no saldrían hasta su derrota en la Guerra de la Independencia,
¿Quién fue Napoleón Bonaparte y José Bonaparte?
Biografía – José Bonaparte nació en Corte, en la isla de Córcega el 7 de enero de 1768, siendo bautizado con el nombre de Giuseppe Napoleone Buonaparte. Era hijo de Carlo Buonaparte y María Letizia Ramolino y hermano mayor del futuro emperador Napoleón Bonaparte,
Estudió leyes en Pisa (Italia). El 1 de agosto de 1794 se casó en Cuges-les-Pins ( Bocas del Ródano ) con Marie Julie Clary, hija de un comerciante de Marsella, con la que tendría tres hijas: Julia Josefina Bonaparte (1796), que no sobrevivió, Zenaida Leticia Julia (1801-1854) y Carlota Napoleona (1802-1839).
En 1796 tomó parte en la campaña de Napoleón en Italia. Al año siguiente, durante la Primera República Francesa, actuó como diplomático, primero en la corte de Parma y después en Roma, Fue miembro del Consejo de los Quinientos, el órgano legislativo inferior en la época del Directorio, en 1798.
¿Qué pasó en España entre 1808 y 1810?
La guerra de la Independencia Española fue un conflicto bélico que se dio entre 1808 y 1814 dentro del contexto de las guerras napoleónicas, que enfrentó a las potencias aliadas de España, Reino Unido y Portugal contra el Primer Imperio francés, cuya pretensión era la de instalar en el trono español al hermano de
¿Quién destituyo al rey Fernando VII?
Napoleón obligó a Carlos IV a cederle sus derechos al trono a cambio de asilo en Francia para él, su mujer y su favorito, Godoy, así como una pensión de 30 millones de reales anuales.
¿Quién reinó después de José Bonaparte?
Reino de España | ||
---|---|---|
Reinado | ||
1808-1833 | ||
|
/td>
Precedido por | Sucedido por | |||||||||||||||||||||
|
/td>
(1808) | → | |
(1808) | → | |
(1816) | → | |
(1818) | → | |
(1819) | → | |
(1821) | → | |
(1821) | → | |
(1821) | → | |
(1825) | → | |
(1833) | → |
/td>
/td>
El reinado de Fernando VII es el período de la historia contemporánea de España de veinticinco años de duración comprendido entre 1808 y 1833. Fernando VII de España subió al trono el 19 de marzo de 1808, inmediatamente después de la abdicación de su padre, Carlos IV, tras el Motín de Aranjuez ; y su reinado concluyó con su fallecimiento el 29 de septiembre de 1833,
Fernando VII, rey nominal desde Aranjuez, cautivo desde las abdicaciones de Bayona en 1808, sin embargo es reconocido como monarca legítimo de España durante la guerra de Independencia por las Juntas de Gobierno, la Regencia y las Cortes españolas y también por las Juntas americanas. Desde el 25 de julio de 1808, fecha de la proclamación de José I Bonaparte, hasta el retorno del cautivo Fernando VII, no hubo pues, rey efectivo en España.
Después de la derrota definitiva de José I Bonaparte, quien abandona Madrid el 27 de mayo de 1813, Napoleón reconoce a Fernando VII como rey de España mediante el Tratado de Valençay, El rey cautivo ya libre entra en España el 22 de marzo de 1814 por Figueras, y ahora como rey efectivo, prometió restaurar las cortes tradicionales y gobernar sin despotismo.
Fernando recibe el apoyo general de la población y el respaldo de 69 diputados de las Cortes, mediante el llamado Manifiesto de los Persas, que es presentado al rey el 16 de abril en Valencia, y con este apoyo encabeza el golpe de Estado de mayo de 1814 y se proclama rey absoluto, decreta ilegales las Cortes de Cádiz, y toda su obra, lo mismo que todas las Juntas rebeldes surgidas en América.
En los años siguientes, tras una sucesión de pronunciamientos liberales en la península ibérica, finalmente en 1820, se provoca la sublevación del ejército de Ultramar por Rafael Riego y Antonio Quiroga, que conduce a la reinstalación de las Cortes durante el Trienio Liberal,
¿Quién reinó después de Fernando VII?
(El Escorial, 14 de octubre de 1784 – Madrid, 29 de septiembre de 1833) Emilio La Parra López Universidad de Alicante Portal temático El Trienio Liberal (1820-1823) Noveno hijo de Carlos IV y María Luisa de Parma, nació en El Escorial el 14 de octubre de 1784. Era, al nacer, el cuarto en la sucesión a la Corona, tras su padre y sus hermanos Carlos y Felipe, gemelos. Estos últimos murieron antes de que Fernando cumpliera un mes de edad, de modo que cuando su padre llegó al Trono el 14 de diciembre de 1788, Fernando pasó a ser el príncipe de Asturias y como tal fue jurado por las Cortes el 23 de septiembre de 1789.
- De naturaleza débil, sufrió durante su niñez algunas enfermedades de cierta gravedad y más tarde, en edad adulta, padeció con frecuencia severos ataques de gota.
- Su educación estuvo encomendada a clérigos, que le impusieron un régimen de vida muy estricto, escaso en juegos y diversiones y abundante en prácticas piadosas.
Quien mayor influencia ejerció sobre él fue el canónigo Juan Escoiquiz, designado en 1796 su maestro de Geografía y Matemáticas. Aunque debido a su afición a la intriga y a su desmedida ambición, Escoiquiz fue desterrado a Toledo en enero de 1800; no perdió el ascendiente sobre el príncipe, cuya infancia y adolescencia pasó alejado de los negocios públicos por voluntad de los reyes.
La vida de Fernando cambió a partir de su matrimonio, a la edad de 18 años, con María Antonia de Borbón, hija del rey Fernando IV de Nápoles, hermano de Carlos IV. El enlace se celebró en Barcelona el 4 de octubre de 1802. Desde su llegada a España, María Antonia mantuvo una estrecha correspondencia con su madre, la reina María Carolina, quien odiaba a Godoy, entre otras cosas por haber firmado en 1796 un tratado de alianza con la República francesa, hecho que la reina napolitana –hermana de María Antonieta de Francia- consideró una traición a la causa monárquica europea.
Desde el cuarto de los príncipes de Asturias y por instigación de María Carolina se comenzó a maniobrar para desacreditar a Godoy y alejar a España de la órbita francesa, pero la muerte de María Antonia el 21 de mayo de 1806 interrumpió estos movimientos.
A partir de esa fecha, Escoiquiz se convirtió en el mentor político del príncipe y director de la campaña contra Godoy, En la Navidad de 1806, el príncipe Fernando financió una colección de estampas satíricas, de tono procaz, dirigidas contra Godoy, en las que asimismo se denigraba a la reina María Luisa y se criticaba de forma indirecta al rey.
Las estampas fueron distribuidas entre la nobleza española y causaron gran impacto asimismo en medios populares, pues criados de algunas casas nobiliarias las difundieron por tabernas y otros lugares públicos. Actuaciones de este tipo tenían lugar en un momento de malestar general en el país, consecuencia de varios años de pésimas cosechas y de serias dificultades financieras ocasionadas por el estado casi permanente de guerra y el subsiguiente entorpecimiento del comercio con América.
Por consiguiente, el grupo de aristócratas y clérigos aglutinado en torno al príncipe de Asturias no tuvo grandes dificultades para crear una opinión contraria a Godoy, quien desde 1801, tras su nombramiento como Generalísimo de los Ejércitos, había acumulado un extraordinario poder político. Amparados en la impopularidad del Príncipe de la Paz, el que podemos denominar «grupo fernandino» urdió una operación para eliminarlo del poder.
La maniobra fue descubierta el 27 de octubre de 1807, mientras la familia real estaba de jornada en El Escorial. En el cuarto del príncipe de Asturias se hallaron documentos que confirmaban la existencia de una conspiración, cuya finalidad consistía en arrestar a Godoy e incluso a la reina en caso de que intentara impedirlo.
- Aunque no se decía nada de la suerte de Carlos IV, el resultado lógico de la operación no podía ser otro, como ha sugerido Miguel Artola, que forzar su abdicación a favor de Fernando.
- El príncipe fue recluido en su cuarto por orden del rey y en cuanto fue interrogado no tardó en confirmar la existencia de la conspiración y en delatar a los comprometidos en ella, entre otros a Escoiquiz y al Duque del Infantado, este último quizá el aristócrata más influyente en ese momento.
Mediante un decreto publicado el 30 de octubre de ese año en la Gazeta de Madrid, el rey comunicó al país que su hijo «había admitido un plan para destronarme». La gravedad del hecho hacía suponer que seguirían medidas severas, pero unos días después, el 5 de noviembre, la Gazeta insertaba un nuevo Real Decreto por el que el rey perdonaba al príncipe y ordenaba abrir causa judicial contra las personas implicadas en la conspiración.
El decreto incluía sendas cartas de Fernando a su padre y a su madre. En la dirigida a la reina confesaba sin rodeos su falta: «Madre mía: Estoy arrepentido del grandísimo delito que he cometido contra mis padres y reyes». Esta sorprendente confesión y la forma de comunicar la noticia del grave suceso a la opinión pública causó desconcierto, pero el perdón real al príncipe y las leves penas impuestas a los conspiradores (los más señalados, como Escoiquiz e Infantado, únicamente fueron condenados al destierro fuera de los sitios reales), hizo sospechar a muchos que todo había sido urdido por el propio Godoy para desprestigiar al príncipe de Asturias, cuyos partidarios lo presentaron como a un inocente perseguido por el malvado Godoy.
Desde este momento se incrementaron las maniobras contra Godoy urdidas principalmente por aristócratas situados en el entorno del príncipe de Asturias, quienes actuaron amparados, por una parte, en el ambiente general del país, claramente hostil hacia Godoy, y, por otra, en las difíciles relaciones de este con Napoleón, hecho que debilitaba la posición política del Generalísimo.
- Finalmente, el 17 de marzo de 1808 los enemigos de Godoy decidieron pasar a la acción y aprovechando la estancia de la familia real en Aranjuez organizaron un motín en el Real Sitio con el fin de apoderarse de su persona.
- Godoy se salvó inicialmente del acoso de la multitud ocultándose en su propio palacio, pero finalmente fue descubierto y hecho prisionero.
Temiendo por la vida de su amigo (como así lo denominaba), Carlos IV lo destituyó de todos sus cargos, pero esto no calmó al entorno del príncipe de Asturias, que siguió presionando al rey para acabar con la vida de Godoy. En esa tesitura, el 19 de marzo Carlos IV abdicó a favor de su hijo.
- Acto seguido Fernando fue aclamado rey de España por una multitud convenientemente congregada ante el balcón del palacio real de Aranjuez.
- Fernando VII, pues, accedió al Trono en medio de una gran confusión provocada por el motín y sin que quedaran aclaradas las circunstancias de la abdicación de su padre.
De hecho, nunca se liberó, mientras vivió Carlos IV, del temor de que éste reclamara para sí la Corona, eventualidad que no llegó a producirse. Además, el nuevo reinado comenzó sin seguir los procedimientos al uso, que exigían pasar la renuncia del rey a consulta del Consejo de Castilla y la convocatoria de Cortes. Las primeras medidas adoptadas por Fernando VII durante el primer tiempo de su reinado, que solo duró un mes (del 19 de marzo a mediados de abril de 1808), respondieron a las exigencias de los estamentos privilegiados y tuvieron un marcado sesgo populista.
Dio prioridad a la persecución de Godoy, que era el asunto de mayor impacto popular y con más carga demagógica: el 20 de marzo, al día siguiente de acceder al Trono, se apresuró a secuestrar sus bienes y los de sus familiares y próximos -varios de ellos fueron encarcelados- y el 3 de abril el rey anunció, con gran satisfacción general, la apertura de causa criminal contra Godoy.
Anuló la desamortización emprendida en 1798 y suspendió la venta del séptimo de los bienes eclesiásticos autorizada un año antes por el Papa, lo cual contentó sobremanera al clero. Interrumpió dos importantes planes reformistas de Godoy que habían suscitado reticencias en sectores conservadores (la reforma de la Armada mediante la creación del Almirantazgo y el programa de construcción de canales y caminos), ordenó el pago de los sueldos atrasados a los servidores de la casa real (el descontento provocado por estos atrasos fue una de las razones para que muchos empleados de palacio participaran en el Motín de Aranjuez), concedió permiso para cazar ciervos y gamos en los cotos reales y suprimió el arbitrio extraordinario del vino.
Junto a todo ello, tomó una medida que se ha interpretado como un guiño hacia los ilustrados, cuando en realidad fue –como las anteriores- una decisión demagógica y un acto de venganza contra Godoy. Se trata de la excarcelación de Jovellanos y el levantamiento de las sanciones impuestas a Cabarrús y a Urquijo, cuyas desgracias atribuía la opinión pública a Godoy.
El 24 de marzo de 1808 Fernando VII se trasladó a Madrid, donde recibió un caluroso recibimiento popular y fue, por segunda vez, aclamado rey. Pero en esas fechas la capital, así como la mitad septentrional del reino, estaban de hecho bajo el control de tropas francesas mandadas por Joaquín Murat, designado por Napoleón su lugarteniente general en España.
- La presencia de este ejército en territorio español se justificó oficialmente en virtud del tratado firmado el 27 de octubre de 1807 en Fontainebleau, por el cual España y Francia acordaron invadir Portugal para hostilizar desde ese reino a Inglaterra.
- Desde finales de marzo hasta mediados de abril de 1808 la situación política en España fue sumamente confusa.
La mayoría de los españoles no albergaba dudas sobre la legitimidad de Fernando VII para ocupar el Trono, pero amparado en las circunstancias en que se había producido la abdicación de Carlos IV, Napoleón no reconoció oficialmente a Fernando VII como rey de España y en sus relaciones con él nunca le dio el tratamiento de «Majestad», sino el de «Alteza Real», como correspondía a un príncipe.
Fernando, por su parte, encauzó todos sus esfuerzos en conseguir el reconocimiento del emperador y se mostró dispuesto a seguir todas sus indicaciones, abandonando el gobierno de la Monarquía. Por lo demás, la autoridad del rey era precaria en la práctica, pues los franceses actuaban a sus anchas en una parte importante del territorio (incluso en ciudades clave, como Barcelona) y en la capital del reino Murat controlaba las actuaciones de las autoridades españolas y la Gazeta de Madrid, órgano fundamental por ser en la época el medio de comunicación al país de las noticias oficiales.
Acrecentó la confusión el anuncio de Napoleón de su intención de viajar a Madrid para entrevistarse con Fernando VII y reforzar la alianza entre ambos países. El rey interpretó la noticia de forma muy positiva, pues calculó que la visita del emperador implicaba su reconocimiento, lo cual consolidaría su posición en el exterior y disiparía las sospechas sobre la invalidez de la renuncia de Carlos IV que todavía mantenían algunos.
- Así pues, en cuanto el general Savary, enviado de Napoleón, anunció al rey la inminente entrada del emperador en territorio español, Fernando VII salió a su encuentro.
- El 10 de abril de 1808 partió de Madrid en dirección al norte, confiado en que no se demoraría su entrevista con Napoleón.
- Pero éste permaneció en Bayona y Savary convenció a Fernando y a sus consejeros más próximos (el Duque del Infantado, Escoiquiz y el Duque de San Carlos, quienes habían constituido una especie de círculo infranqueable en torno al rey) de la conveniencia de seguir viaje hasta la frontera, con la promesa de celebrar la entrevista entre ambos soberanos en territorio español.
No fue así y Fernando y su séquito continuaron viaje hasta Bayona, a donde llegaron el 20 de abril. Napoleón reunió en esta ciudad a Carlos IV y a todos los miembros de su familia residentes en España, así como a Godoy, a quien liberó de la prisión en que estaba recluido desde su caída.
- Aprovechando la desunión de la familia real, Napoleón presionó a Carlos IV y a Fernando para que le traspasaran los derechos a la Corona española, hecho que quedó formalizado el 5 de mayo de 1808.
- El 10 de ese mes, Fernando VII, su hermano Carlos María Isidro -el siguiente en el orden de sucesión al Trono- y su tío el infante don Antonio partieron hacia Valençay, su lugar de residencia señalado por Napoleón.
Durante el trayecto, Fernando y sus dos augustos acompañantes firmaron en Burdeos el 12 de mayo un manifiesto dirigido a los españoles en el que el rey anunciaba su renuncia a la Corona de España a favor del emperador francés e instaba a la población a obedecerle y a permanecer en sosiego.
A partir del 23 de mayo de 1808, una vez se tuvo noticia en España de las abdicaciones de Bayona a través de la Gazeta de Madrid, se formaron Juntas en distintas ciudades, las cuales proclamaron rey a Fernando VII (era la tercera vez que se producía este hecho) y en su nombre declararon la guerra a Napoleón.
Al mismo tiempo las nuevas autoridades emprendieron una intensa labor propagandística para crear una imagen sumamente positiva de Fernando VII, presentándolo como el «príncipe inocente», adornado de todas las virtudes y víctima sucesiva de dos tiranos, el interior (Godoy) y el exterior (Napoleón).
En la España alzada en armas contra el francés se impuso durante el tiempo de la guerra esta imagen del rey, mientras él pasaba los días en Valençay, ajeno a cuanto sucedía en su reino, rechazando los planes de evasión urdidos desde diversas instancias y completamente sumiso a Napoleón, de quien solicitó ser hijo adoptivo y a quien felicitó por escrito con motivo de sus victorias, así como a José por su acceso al Trono de España.
Mientras tanto, la Constitución de Cádiz declaró a Fernando VII rey constitucional de España. A finales de 1813, cuando la coalición liderada por Inglaterra puso en peligro la continuidad del imperio francés y una vez José I había abandonado el territorio español tras la grave derrota sufrida en Vitoria, Napoleón abrió negociaciones con Fernando VII para poner fin a la guerra en España y alejar a este país de la alianza con Inglaterra.
- El 11 de diciembre de ese año se firmó el tratado en Valençay, en virtud del cual el emperador permitía el regreso a España de Fernando VII como soberano con plenos poderes.
- Las negociaciones de este tratado se desarrollaron en Valençay, sin conocimiento de las Cortes españolas y de la Regencia, que ejercía el poder ejecutivo en nombre de Fernando VII.
Esta forma de proceder contravenía un decreto de las Cortes de Cádiz del 1 de enero de 1811, el cual prohibía al rey de España firmar acuerdos o tratados con otras potencias mientras estuviera privado de libertad, fuera del territorio español. Pero Fernando VII hizo caso omiso de esta disposición, así como de lo determinado en la Constitución de 1812 sobre su juramento y el 13 de marzo de 1814 con el beneplácito del Emperador salió de Valençay.
El 22 de ese mes entró en España por Báscara (Gerona). No juró la Constitución, ni siguió el itinerario marcado por las Cortes, sino que tras un breve paso por Zaragoza, donde recibió todo tipo de homenajes, se dirigió a Valencia. Una vez en Valencia, el rey y su círculo más próximo organizaron un dispositivo propagandístico y militar destinado a controlar a los partidarios del régimen constitucional y facilitar la asunción por parte de Fernando VII de la plena soberanía.
En púlpitos y en los periódicos realistas (algunos creados ex profeso) se ensalzó al rey absoluto; el 4 de mayo de 1814 el monarca firmó un decreto por el que suprimía la Constitución y declaraba nula la obra de las Cortes. En la noche del 10 al 11 de ese mes el capitán general de Madrid encarceló a los diputados liberales a Cortes más notorios y a otras autoridades constitucionales y el día 13, Fernando VII entró en Madrid aclamado por la multitud congregada a su paso.
- Desde esa fecha hasta enero de 1820, Fernando VII actuó como rey absoluto (es el periodo conocido como Sexenio Absolutista), aunque no pudo poner en vigor todos los organismos y usos del Antiguo Régimen.
- Durante estos años, los liberales intentaron –infructuosamente- restablecer la Constitución mediante el sistema del pronunciamiento y aun algunos planearon acabar con la vida del monarca.
En septiembre de 1816 Fernando VII contrajo matrimonio con la portuguesa Isabel de Braganza, quien murió en diciembre de 1818 sin descendencia. El 2 de septiembre del año siguiente casó por tercera vez, ahora con María Amalia de Sajonia, una persona muy piadosa con la que tampoco tuvo hijos.
El 1 de enero de 1820 un grupo de militares, encabezado por Rafael del Riego, se pronunció en el municipio sevillano de Las Cabezas de San Juan a favor del restablecimiento de la Constitución de 1812. Aunque inicialmente pareció que una vez más los absolutistas controlarían la situación, varias ciudades se adhirieron al pronunciamiento y el monarca se vio obligado a aceptar la vuelta al constitucionalismo.
El 10 de marzo de 1820 Fernando VII declaró su disposición a asumir la Constitución y en julio siguiente la juró. Era la primera vez que el rey prestaba este juramento. Desde el restablecimiento del sistema constitucional (el régimen duró tres años, conocidos como «Trienio Liberal») Fernando VII se sintió incómodo en extremo y pronto dio a entender que los liberales le impedían ejercer sus funciones reales y que lo tenían en una especie de cautividad.
Obsesionado por su situación, emprendió todo tipo de acciones para eliminar, como en 1814, la Constitución. Especialmente sonado fue el intento de golpe de Estado del 7 de julio de 1822, en el que estuvieron directamente implicados el rey y miembros de su familia. El golpe fracasó, pero la oposición al constitucionalismo se recrudeció y en distintos puntos de España se alzaron partidas armadas para combatirlo.
Mientras, las potencias de la Santa Alianza, reunidas en Verona en 1822, decidieron intervenir militarmente en España para ayudar a Fernando VII a recuperar sus plenas facultades. El 28 de enero de 1823, Luis XVIII anunció ante la Asamblea Nacional francesa el envío a España de un ejército formado por cien mil hombres (los llamados «Cien Mil Hijos de San Luis») al mando de un miembro de la familia Borbón, el Duque de Angulema.
- Ante la noticia, las Cortes españolas decidieron su traslado a Sevilla, así como el de las autoridades e instituciones del Estado, incluyendo al rey y a su familia.
- El propósito consistía en organizar la resistencia desde el sur de España, como ya se hiciera en 1808 frente a la invasión napoleónica.
- El rey hizo lo posible por evitar el viaje, pero finalmente se vio obligado a cumplir la resolución de las Cortes y el 20 de marzo de ese año emprendió la ruta hacia el sur.
Semanas después, el 7 de abril, el ejército invasor, acompañado de guerrilleros absolutistas españoles refugiados en Francia, atravesó los Pirineos y sin hallar gran resistencia avanzó con rapidez por territorio español. Cuando las tropas de Angulema entraron en Andalucía, las autoridades constitucionales decidieron trasladarse, con el rey, a Cádiz, por ser punto más apto que Sevilla para la defensa.
- Pero una vez más Fernando VII se negó a moverse.
- Ante esta circunstancia, el 11 de junio de 1823 las Cortes le suspendieron en sus funciones, basadas en el artículo 187 de la Constitución, el cual establecía que si el rey se hallare imposibilitado para ejercer su autoridad por alguna causa física o moral, el reino sería gobernado por una Regencia.
Las Cortes consideraron que se estaba en el caso de imposibilidad moral, pues era patente que Fernando VII prefería entregarse al ejército invasor antes que defender la independencia de su propio reino. Así pues, se nombró una Regencia, con el único objetivo de preparar el traslado del rey a Cádiz.
- Una vez esto se ejecutó, cesó la Regencia y Fernando VII recobró sus poderes.
- La resistencia de los constitucionales fue inútil y el 30 de septiembre se rindió Cádiz.
- Ese mismo día, Fernando VII firmó un decreto prometiendo perdón general por todo lo pasado, pero el siguiente salió de Cádiz y se reunió con el Duque de Angulema en El Puerto de Santa María y dio un nuevo decreto que derogaba la Constitución y declaraba nulas las actuaciones del régimen constitucional.
A continuación se desencadenó por toda España la persecución de los partidarios del régimen constitucional, muchos de los cuales recurrieron al exilio para evitar la cárcel o salvar sus vidas. Muchos, sin embargo, fuera por confianza en su comportamiento leal a las leyes, fuera por descuido o por otras razones, no tuvieron la misma suerte y sufrieron la pena de muerte.
- El caso más señalado fue el de Rafael del Riego, ejecutado de manera ignominiosa en Madrid.
- El 13 de noviembre de 1823, dos días después de la ejecución de Riego, Fernando VII entró en Madrid e inauguró un nuevo tiempo de durísima represión y ausencia de libertades, etiquetado como la « Década Ominosa ».
Durante estos años el rey hizo oídos sordos a quienes solicitaron algunos cambios políticos para modernizar el país y resolver la grave situación económica. Sólo aceptó algunas reformas administrativas, sugeridas por antiguos afrancesados, como Pedro Sáiz de Andino y Javier de Burgos, pero impidió cualquier avance en el orden político y, por supuesto, la mínima aproximación hacia un sistema representativo, ni siquiera al de Carta Otorgada como el vigente en Francia.
Pronto se alzaron voces en las propias filas absolutistas contra el rey, exigiendo mayor dureza en la represión de las ideas liberales y de quienes las sustentaban y el establecimiento de un sistema absoluto de signo teocrático. La negativa de Fernando VII a satisfacer esta última demanda, mantenida con especial énfasis y fanatismo por el clero, que interpretó como un atentado a su poder personal, estuvo en el origen, entre otros factores, de varios movimientos insurreccionales organizados por sectores ultraconservadores; el más relevante fue el ocurrido en 1827 en Cataluña (la rebelión de los Agraviados).
Aunque las revueltas fueron sofocadas – de nuevo mediante el recurso a la represión- quedó muy malparada la imagen de Fernando VII, quien para recuperar su popularidad realizó un viaje a Cataluña, que prosiguió por el norte de España durante varios meses. El 18 de mayo de 1829 murió, también sin descendencia, María Amalia de Sajonia y en diciembre de ese año Fernando celebró su cuarto matrimonio con su prima María Cristina de Borbón. El enlace, muy bien acogido por los españoles, debido a las simpatías despertadas por la nueva reina, proporcionó a Fernando VII los últimos momentos de popularidad.
- Pero no cesó el acoso de los ultras, aglutinados en torno a su hermano Carlos María Isidro, como tampoco el que venían practicando desde 1823 los liberales, quienes desde el exilio organizaron varias operaciones para restablecer el régimen constitucional.
- Para contrarrestar los intentos de los liberales, el monarca recurrió al procedimiento habitual de la represión, dando lugar a episodios muy sonados, como la muerte de Mariana Pineda y el fusilamiento del general Torrijos y de sus compañeros desembarcados en las costas de Málaga.
Para desactivar las maniobras de los ultras, Fernando VII promulgó el 29 de marzo de 1830 la Pragmática Sanción, mediante la cual se restablecía la norma castellana que reconocía a las mujeres el derecho a heredar el Trono. El 10 de diciembre de 1830 María Cristina dio a luz una niña (la futura Isabel II ), hecho que recrudeció la disputa por la sucesión entre los partidarios de Carlos María Isidro y el rey.
En septiembre de 1832 Fernando VII sufrió una grave enfermedad y se temió por su vida. Las presiones de los ultras se incrementaron y el 18 de septiembre el rey derogó la Pragmática Sanción. Restablecida su salud, de nuevo decretó el derecho de las mujeres a reinar en España (31 diciembre 1832), pero los ultras o «carlistas», como pronto fueron conocidos, no acataron esta decisión.
El 29 de septiembre de 1833 murió Fernando VII sin que hubiera sido resuelto el problema de su sucesión. Su esposa, María Cristina de Borbón, quedó como regente del reino durante la minoría de su hija Isabel II, que entonces contaba 3 años de edad. Tras su muerte, nadie ha asumido la tarea de elogiar a este rey, ensalzado hasta el extremo durante varias etapas de su vida e igualmente denigrado por los que sufrieron persecución durante su reinado, fueran de un signo u otro.
- Aunque recientemente algunos han tratado de ofrecer una imagen benevolente de este monarca, las más de las veces sin un sólido fundamento documental, sigue predominando una consideración negativa tanto de su persona, como de su reinado.
- Aparte de los fracasos cosechados (represión política, decadencia económica, científica y cultural, torpeza en el trato con los movimientos independentistas americanos) no debe pasarse por alto la personalidad del rey.
Debido, quizá, a la educación clerical y al ambiente oscuro y represivo en que transcurrió su infancia y juventud, se desarrolló en él una acusada desconfianza hacia los demás y una tendencia patente al disimulo y al engaño; como escribió lord Holland, perspicaz observador de la España de la época, Fernando VII fue un hombre falso.
Los escritores del siglo XIX resaltaron su insensibilidad ante el sufrimiento de los demás y su inclinación a la crueldad con sus enemigos, que eran para él todos los que no acataran sin reparos su autoridad. Su educación y su base ideológica absolutista le hicieron muy consciente de su elevada condición, pero fue un hombre débil de carácter, que se dejó llevar por los acontecimientos y por el círculo de íntimos del que siempre se rodeó, constituido al principio de su reinado por personas relevantes social y políticamente situadas en la órbita del absolutismo y, tras 1814, por oscuros personajes movidos por el oportunismo y el ansia de riquezas, quienes formaron la llamada «camarilla», cuya composición varió con el tiempo, pues Fernando VII nunca mantuvo fidelidad hacia sus próximos.
Su acendrada religiosidad, rayana en la superstición, y la afabilidad y franqueza de que hizo uso en su trato cuando le interesaba fueron, quizá, los elementos que sustentaron su popularidad, aunque ésta fue resultado más bien de la propaganda de sus partidarios y de las exigencias de un tiempo en que los españoles necesitaban un rey frente al que intentó imponer Napoleón.
¿Quién fue rey de España después de José Bonaparte?
Reinado – José Bonaparte como Rey de España, por François Gérard ( c.1808). Óleo sobre lienzo, 203 × 125 cm. Moneda de 80 reales de oro acuñada en 1812 durante el reinado de José Bonaparte. Su llegada a Madrid, el 20 de julio, ocurrió en plena Guerra de la Independencia, tras la sublevación popular del 2 de mayo contra las tropas napoleónicas en Madrid, que fue seguida de revueltas en el resto del país.
- Fue proclamado rey en Madrid el 25 de julio.
- Pero tuvo que huir ante la derrota de las tropas francesas en la batalla de Bailén, primero a Burgos, luego a Miranda de Ebro y por último a Vitoria, donde llega el 22 de septiembre, ahí fija su cuartel general y desde ese mismo lugar dirige varias proclamas al pueblo español.
Finalmente, la intervención del propio emperador Bonaparte, junto con el grueso de su ejército, consiguió que pudiese establecer su gobierno en la capital. Promulgó el Estatuto de Bayona en un intento de ganarse el apoyo de los ilustrados españoles, los llamados afrancesados, sin lograr hacer triunfar el programa reformista de su gobierno.
El hecho de que fuese impuesto por el invasor, así como sus medidas liberales e ilustradas, toparon con la hostilidad popular y le enajenaron el apoyo del pueblo español, incluso de muchos de los propios ilustrados. En 1808 creó el Ministerio de Policía, antecedente histórico del actual Ministerio del Interior de España,
También publicó (diciembre de 1809) el anuncio de fundación de un museo de Bellas Artes, bajo la denominación de Museo Josefino, Su pretensión era equiparar Madrid a otras capitales europeas que ya contaban con museos reales abiertos al público. Por otro lado, con dicha institución pretendía retener las obras de arte que su hermano Napoleón y ciertos militares franceses estaban llevándose a Francia.
El museo como tal no llegó a fundarse; fue su sucesor en el trono español, Fernando VII de España, quien abordó su creación y lo inauguró en 1819, como Museo del Prado, Durante su reinado se le conoció con el apodo de Pepe Botella, en referencia a un supuesto alcoholismo, que parece seguro que no era cierto.
El pueblo de Madrid también le apodó El rey plazuelas, puesto que abrió muchas plazas en la capital, principalmente derribando iglesias y conventos. La más importante fue la plaza de Oriente, delante del Palacio Real, Monograma Real de José I de España. Tras la derrota en la batalla de los Arapiles, el 22 de julio de 1812, abandonó Madrid para ir hacia Francia; a su paso por Vitoria, fue alcanzado por las tropas del duque de Wellington que derrotaron a su ejército.
- Salió de España definitivamente el 13 de junio de 1813 sin su valioso “equipaje”, que consistía en las joyas de la corona española y obras de arte, para refugiarse en Francia, donde permaneció hasta el Tratado de Fontainebleau (1814) y la primera abdicación de Napoleón Bonaparte.
- Los restos en España de su reinado son escasos, es destacable el único escudo de piedra de su escudo que se conserva en el mundo, situado en la iglesia de San Benito de Valladolid, edificio que fue ocupado por la soldadesca napoleónica.
La firma del Tratado de Valençay el 11 de diciembre de 1813 en el que Napoleón reconocía a Fernando VII como rey de España puso fin formalmente a su reinado. De hecho durante las negociaciones del mismo Napoleón ignoró los derechos al trono español de su hermano José I que, aunque hacía cinco meses que había cruzado la frontera franco-española, seguía siendo el rey de España de acuerdo con la legalidad imperial.
¿Quién se independizó de España primero?
Español: La República de Haití es conocida por su pobreza y por la difícil realidad que debe enfrentar. Pero no siempre fue así, Haití fue el primer país en independizarse de sus colonizadores franceses y españoles.
¿Quién puso al rey de España?
Felipe VI de España | |
---|---|
Nombre completo | Felipe Juan Pablo Alfonso de Todos los Santos de Borbón y Grecia |
Tratamiento | Majestad |
Otros títulos | Véase Títulos |
Proclamación | 19 de junio de 2014 |
¿Quién era el representante del rey fuera de España?
Virrey era el representante del rey en una región que pertenecía al reino. Se trataba, por lo tanto, del título que ostentaba la persona que ejercía las prerrogativas del monarca en una colonia, La figura del virrey puede encontrarse en el periodo colonial del continente americano, Cristóbal Colón fue virrey de las Indias.