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CuáNdo Empezó A Estar Argentina En Guerra Con El Paraguay?

CuáNdo Empezó A Estar Argentina En Guerra Con El Paraguay
Los inicios de la contienda involucraron al presidente de la República Argentina, a sus ministros y a varios líderes políticos opositores en el conflicto uruguayo. Argentina entró en la guerra con la constitución de una triple alianza con Brasil y Uruguay en contra de Paraguay el 1° de mayo de 1865.

¿Qué provincia le robó Argentina a Paraguay?

Fecha 12 de noviembre de 1864 ​ – 9 de marzo de 1870 ​ Lugar Territorio entre los ríos Paraná, Paraguay y Uruguay, ​ Casus belli Invasión brasileña al Estado Oriental del Uruguay, bombardeo colorado y brasileño a Paysandú, captura paraguaya del buque brasileño Marquês de Olinda y toma de la ciudad argentina de Corrientes por parte de tropas paraguayas. Conflicto Disputa hegemónica por la supremacía en la cuenca del Plata Resultado Victoria de la Triple Alianza.

  • Tratado de la Triple Alianza terminado.
  • Tratado Loizaga-Cotegipe entre Brasil y Paraguay
  • Tratado Machaín-Irigoyen entre Argentina y Paraguay.
Cambios territoriales
  • Brasil ganó definitivamente los territorios en disputa al norte del río Apa, ahora parte del estado Mato Grosso do Sul,
  • Argentina ganó definitivamente la disputada Provincia de Misiones y todas las tierras en disputa al sur del río Pilcomayo, que ahora constituyen la Provincia de Formosa,
  • Paraguay perdió permanentemente sus reclamos a tierras que representan casi el 40 % de sus territorios reclamados antes de la guerra.
  • Beligerantes
    República del Paraguay Triple Alianza : Imperio del Brasil Estado Oriental del Uruguay República Argentina

    /td> Figuras políticas

    Francisco Solano López † Pedro II de Brasil Bartolomé Mitre Domingo F. Sarmiento Venancio Flores Lorenzo Batlle

    /td> Comandantes

    Francisco Solano López † Pedro Ignacio Meza † Vicente Barrios † Antonio de la Cruz Estigarribia (P.D.G.) José Eduvigis Díaz † Wenceslao Robles † Francisco Isidoro Resquín (P.D.G.) Bernardino Caballero (P.D.G.) Pedro Pablo Caballero † Pedro II de Brasil Luis Alves de Lima e Silva Gastón de Orleans Francisco Manuel Barroso da Silva Manuel Marques de Sousa Manuel Luis Osório Bartolomé Mitre Juan Andrés Gelly y Obes Venancio Flores Enrique Castro

    /td> Fuerzas en combate

    Ejército de Paraguay 150 000 movilizados ​ Armada Paraguaya 17 navíos ​ Ejército de Brasil 123 000 movilizados ​ Marina de Brasil 30 navíos ​ Ejército Argentino 30 000 movilizados ​ Armada Argentina 7 navíos ​ Ejército del Uruguay 5500 movilizados ​

    /td> Bajas

    ~300 000 muertos ​ (aproximadamente 120 000 militares y el resto civiles) ~100 000 muertos ​ ~30 000 muertos ​ ~10 000 muertos ​ (entre militares y civiles)

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    La guerra de la Triple Alianza o guerra del Paraguay, llamada por los paraguayos guerra Grande, guerra contra la Triple Alianza o guerra Guasú, y por los brasileños guerra do Paraguai, fue el conflicto militar en el cual la Triple Alianza ―una coalición formada por el Imperio del Brasil, Uruguay y ​ Argentina ​― luchó militarmente contra Paraguay entre 1864 y 1869.

    1. ​ Existen varias teorías respecto de los detonantes de la guerra.
    2. En esencia, el revisionismo argentino y la visión tradicional paraguaya ​ atribuyen un papel preponderante a los intereses del Imperio británico,
    3. ​ ​ La historiografía liberal clásica pone el acento en la agresiva política del mariscal Francisco Solano López respecto de los asuntos rioplatenses.

    ​ El conflicto se desencadenó a fines de 1864, cuando el mariscal Solano López, presidente paraguayo, decidió acudir en ayuda del gobierno ejercido por el Partido Blanco del Uruguay, concretamente para auxiliar en la defensa de Paysandú, en guerra civil contra el Partido Colorado, apoyado este militarmente por el Brasil.

    López advirtió a los gobiernos de Brasil y la Argentina que consideraría cualquier agresión al Uruguay «como atentatorio del equilibrio de los Estados del Plata», pero tropas brasileñas invadieron territorio uruguayo en octubre de 1864. El 12 de noviembre de 1864, en represalia por la invasión brasileña a Uruguay, el gobierno paraguayo se apoderó de un buque mercante brasileño y del gobernador de la provincia brasileña de Mato Grosso, dando inicio a la Guerra y declarándola al día siguiente.

    La primera etapa consistió en la invasión del Mato Grosso, en diciembre de 1864, durante la cual fuerzas paraguayas ocuparon y saquearon gran parte de esa provincia. Sin haber recibido todavía ayuda externa, y atacado por las tropas de Venancio Flores, los invasores brasileños, la escuadra imperial y un importante apoyo logístico del gobierno argentino, ​ el gobierno uruguayo se vio obligado a rendirse.

    • Solano López solicitó autorización al presidente argentino Bartolomé Mitre para atravesar territorio argentino rumbo al Uruguay con sus tropas, pero la solicitud fue rechazada por Mitre.
    • De haber permitido que tropas beligerantes atravesaran por su territorio hubiese constituido un abandono de la posición hasta entonces públicamente neutral de la Argentina; por otro lado, el gobierno argentino simpatizaba con el Partido Colorado del Uruguay.

    En respuesta, tropas paraguayas ocuparon la ciudad argentina de Corrientes en abril de 1865, forzando a la Argentina a entrar en la guerra, aliada con Brasil y el nuevo gobierno uruguayo. A partir de ese momento ya puede hablarse de «Guerra de la Triple Alianza».

    • Fuera de Buenos Aires y Rosario (donde la prensa hacía fuerte propaganda política a favor de Brasil), la entrada argentina en el conflicto fue impopular, hasta el punto de que gran parte de las tropas enviadas lo fueron forzadamente.
    • ​ La guerra terminó en 1870 con una derrota de Paraguay, que conllevó también un desastre demográfico en el país: según las distintas fuentes, perdió entre el 50 % y el 85 % de su población y quizá más del 90 % de su población masculina adulta.

    ​ Con casi medio millón de muertos, es la guerra más mortífera en la historia de Sudamérica. Paraguay perdió gran parte de los territorios que tenía todavía en disputa diplomática con Brasil ― Plantilla:Unit ― y fue condenado a pagar una abultada indemnización de guerra, si bien el pago se fue atrasando a través de diferentes gobiernos de posguerra y no se llegó a efectuar en su totalidad.

    ¿Qué Guerra tuvo Argentina con Paraguay?

    Entre 1864 y 1870 tuvo lugar la guerra entre estados más sangrienta y larga en la historia de América Latina. La Guerra de la Triple Alianza, también conocida en nuestro país como Guerra del Paraguay o Guerra Grande o Guerra Guasú en Paraguay, enfrentó a los países miembros de la Triple Alianza —Argentina, Brasil y Uruguay— contra Paraguay.

    • La contienda se inició en 1863, cuando Uruguay fue invadido por un grupo de liberales uruguayos comandados por el general Venancio Flores, quienes derrocaron al gobierno blanco, de tendencia federal y aliado del Paraguay en la región.
    • La acción de Flores fue además apoyada por el gobierno de Brasil que invadió el territorio uruguayo.

    El presidente del Paraguay, Francisco Solano López, intervino en defensa del gobierno depuesto y le declaró la guerra al Brasil. El gobierno de Mitre se había declarado neutral pero no permitió el paso por Corrientes de las tropas comandadas por el gobernante paraguayo y el 9 de mayo de 1865 la Argentina declara la guerra al Paraguay en respuesta al paso sin permiso de Solano López por Corrientes. Colección de Medallas de la Guerra del Paraguay En nuestro país, diversas obras de tendencia liberal se han detenido principalmente en el examen de las causas de la guerra, sus consecuencias y responsables, en los aspectos político-diplomáticos y en la narración de los acontecimientos militares.

    Estos trabajos que acompañaron el discurso oficial, ocultaron por un lado las resistencias a la guerra manifestadas a través de las críticas en la opinión pública (muchas de ellas censuradas), las resistencias armadas contra el gobierno central, y los desbandes de tropas. “Usted nos llama para luchar contra el Paraguay.

    Nunca, general; él es nuestro amigo. Llámenos para luchar contra los porteños y brasileños. Estamos listos. Esos son nuestros enemigos.” Ricardo López Jordán “¡Abajo los traidores de la Patria! ¡Abajo los mercaderes de las cruces de Uruguayana, a precio de oro, de lágrimas y de sangre argentina y oriental! Nuestro programa es la práctica estricta de la constitución jurada, del orden común, la paz y la amistad con el Paraguay, y la unión con las demás repúblicas americanas.” Manifiesto de Felipe Varela.

    “Para gobernar a la República Argentina vencida, sometida, enemiga, la alianza del Brasil era una parte esencial de la organización Mitre-Sarmiento; para dar a esa alianza de gobierno interior un pretexto internacional, la guerra al Estado Oriental y al Paraguay, viene a ser una necesidad de política interior; para justificar una guerra al mejor gobierno que haya tenido el Paraguay, era necesario encontrar abominables y monstruosos esos dos gobiernos; y López y Berro han sido víctimas de la lógica del crimen de sus adversarios”.

    (Juan Bautista Alberdi) Acuarela Del Ing. Ariodante Ghisolfi, representando la Bandera del Batallón San Nicolás, en el estado en el que regreso de la Guerra del Paraguay Por otro lado, explicaron el desencadenamiento de la guerra como respuesta a la agresión de un único responsable: Francisco Solano López. Detalles de uniformes pertenecientes al Coronel Juan Lucio Somoza y al Teniente Coronel Juan de la Cruz del Carmen Boerr, guerreros del Paraguay “La República Argentina está en el Imprescindible deber de formar alianza con Brasil, a fin de derrocar esa abominable dictadura de López y abrir al comercio del mundo es espléndida y magnífica región que posee además los más variados y preciosos productos de los trópicos y ríos navegables para exportarlos.” Diario La Nación Argentina, 3 de febrero de 1865.

    “Estamos por dudar de que exista el Paraguay. Descendientes de razas guaraníes, indios salvajes y esclavos que obran por instinto o falta de razón. En ellos, se perpetúa la barbarie primitiva y colonialson unos perros ignorantesAl frenético, idiota, bruto y feroz borracho Solano López lo acompañan miles de animales que obedecen y mueren de miedo.

    Es providencial que un tirano haya hecho morir a todo ese pueblo guaraní. Era necesario purgar la tierra de toda esa excrescencia humana, raza perdida de cuyo contagio hay que librarse.” Sarmiento en carta a Mitre.1872 “Paraguay como sociedad enteramente asiática en medio de las tierras descubiertas por Colón. Fotografía de un grupo de soldados del Batallón San Nicolás durante la Campaña del Paraguay A partir de la década de 1960, el estudio de la guerra es retomado por el denominado revisionismo histórico. En su búsqueda de impugnación a la tradición liberal, la contienda es entendida como una agresión imperialista británica, que incitó a sus títeres regionales, Brasil y Argentina, a destruir la única experiencia autónoma, desarrollada e independiente.

    En las últimas décadas varios historiadores se han dedicado a comprender la lógica de la contienda entendiendo la misma principalmente como un conflicto regional que formó parte del proceso de consolidación de los Estados Nacionales. En este proceso, las pretensiones geopolíticas, territoriales y económicas jugaron un papel central.

    La guerra le proporcionó a nuestro país una oportunidad de acallar la disidencia interna y de consolidar el Estado nacional centralizado y sus representaciones sobre la nacionalidad argentina. A pesar de las diversas miradas los hechos históricos hablan por sí solos, la guerra concluye en 1870, en la batalla de Cerro Corá, donde muere el presidente paraguayo Francisco Solano López. Fotografía de Jefes y Oficiales en la Campaña del Paraguay con el Presidente Carlos Pellegrini “La guerra del Paraguay concluye por la simple razón –horresco referens– que hemos muerto a todos los paraguayos de diez años arriba.” Domingo Faustino Sarmiento.1869 “Se veían niños de escasos años arrastrarse a retaguardia con sus miembros destrozados o con espantosas heridas de bala en sus pequeños y semidesnudos cuerpos.

    No se quejaban ni lloraban, no pedían ayuda ni la presencia de un médico. Cuando sentían próxima la llegada de la muerte se echaban para morir, tan silenciosamente como habían sufrido. Muchos de estos niños tenían sus madres en el campamento de las mujeres cuyos pensamientos no estaban con sus hijos moribundos sino en la causa de la nación” Martín Thomas McMahon, 1870 “Tal vez se alegue que las familias paraguayas podrían haber escapado al hambre y a la muerte pasándose a los aliados.

    Muchas de ellas se entregaron así a la misericordia de sus enemigos y miles fueron traídas a Asunción con las huestes aliadas, para descubrir que hay horrores aún más crueles que el hambre, y desgracias peores que la muerte” Martín Thomas McMahon, 1870 Lic.

    ¿Cuántos años duró la Guerra de Paraguay y Argentina?

    La guerra que enfrentó a la Argentina, Brasil y Uruguay contra Paraguay, entre 1865 y 1870, respondió más a los intereses británicos y de acabar con un modelo autónomo de desarrollo como el paraguayo, que podía devenir en un «mal ejemplo» para el resto de América latina, que a los objetivos de unificación nacional y

    ¿Cuando el Paraguay le declaro la Guerra a Argentina?

    Paraguay. Hoy 29 de Marzo de 1865 el Gobierno paraguayo declara la guerra a Argentina — Español.

    ¿Que le vende Paraguay a Argentina?

    Dentro de los principales productos que mas se importan desde Paraguay a Argentina se encuentran: Soja y maíz (Representados con un aproximado del 70%) Combustibles.

    ¿Qué país ayudo a Paraguay en la Guerra de la Triple Alianza?

    Por Guido Rodríguez Alcalá – La Guerra de la Triple Alianza (1864-1870) fue la contienda más sangrienta de América del Sur. Comenzó en diciembre de 1864, como una lucha armada entre el Paraguay y el Brasil. Pero en mayo de 1865, se aliaron al Brasil el Uruguay y la Argentina, y así quedó formada la Triple Alianza.

    La guerra comenzó a causa de una intervención militar del Brasil, que invadió el Uruguay con su ejército. El Gobierno uruguayo pidió ayuda al Paraguay, cuyo presidente era el entonces general Francisco Solano López (1826-1870). López temió que la intervención militar brasilera fuese el primer paso para una ocupación definitiva del Uruguay, lo cual rompería el equilibrio del Río de la Plata y pondría en peligro la independencia del Paraguay.

    Por eso rechazó enérgicamente la intervención brasilera en el Uruguay; como su parecer no se tuvo en cuenta, López decidió atacar al Brasil. En aquel momento, el Gobierno del Paraguay y el del Uruguay eran aliados en contra el enemigo común, el imperio del Brasil, gobernado por el emperador Pedro II.

    En diciembre de 1864, las tropas paraguayas invadieron Mato Grosso y en unos meses vencieron toda resistencia, ocuparon las principales ciudades del lugar y se apoderaron de una considerable cantidad de armas. Esta etapa del conflicto, llamada Campaña de Mato Grosso, terminó con una victoria paraguaya.

    El ataque a Mato Grosso tenía como objetivo proteger la retaguardia del Paraguay, que pensaba enviar tropas al Uruguay, para expulsar a los invasores brasileros. Sin embargo, para febrero de 1865, los brasileros comenzaron el sitio de Montevideo y controlaban los puntos estratégicos del Uruguay.

    1. El presidente uruguayo Atanasio Aguirre, amigo del Paraguay, fue reemplazado por Venancio Flores, amigo del Brasil.
    2. Aquello modificaba por completo el anterior entendimiento paraguayo-uruguayo.
    3. Solano López decidió atacar Río Grande del Sur (Brasil) y pidió permiso para hacer pasar sus tropas por el territorio de Misiones al presidente argentino, Bartolomé Mitre.

    López consideraba que, si Mitre permitía el paso de la flota de guerra brasilera por el río Paraná, también debía permitir el paso del ejército paraguayo por Misiones; sin embargo, Mitre negó el permiso. López sospechó la existencia de un acuerdo entre el presidente argentino y el emperador brasilero, y decidió tomar la iniciativa.

    En marzo de 1865, el Congreso paraguayo declaró la guerra a la Argentina y concedió el grado de mariscal al general Francisco Solano López. El 13 de abril de 1865, la marina paraguaya se apoderó de embarcaciones de guerra argentinas ancladas en el puerto de Corrientes y ocupó Corrientes. El 1 de mayo del mismo año, los representantes del Brasil, la Argentina y el Uruguay firmaron el tratado de la Triple Alianza en Buenos Aires.

    Con el ataque a Corrientes comenzó una segunda fase de la guerra, la campaña de Uruguayana, caracterizada por la ofensiva paraguaya en territorio argentino y brasilero. En mayo de 1865, el ejército paraguayo entró en la Argentina dividido en dos columnas: una de 12.500 hombres al mando del teniente coronel Antonio de la Cruz Estigarribia y otra de 25.000 hombres al mando del general Wenceslao Robles.

    La columna de Estigarribia llegó hasta el río Uruguay, y lo cruzó para internarse en el territorio de Río Grande del Sur (Brasil), donde marchó hacia el sur, bordeando el río Uruguay. Estigarribia se apoderó de San Borja y otras ciudades brasileras, pero terminó su avance en la ciudad de Uruguayana, donde se rindió al ejército aliado en septiembre de 1865.

    La columna del general Robles marchó por la provincia de Corrientes con dirección al sur, bordeando el río Paraná, y llegó hasta la ciudad argentina de Goya en junio, mes en que tuvo lugar la batalla naval de Riachuelo, en que la flota paraguaya fue destruida por la brasilera.

    Robles sufrió contratiempos y no pudo continuar su avance más allá de Goya; en octubre retrocedió hasta llegar a las cercanías de Paso de Patria, donde cruzó el Paraná para regresar al Paraguay. Para finales de 1865, los soldados de Robles terminaron de cruzar el Paraná. A partir de entonces, Solano López adoptaría una estrategia defensiva, después de haber tomado la ofensiva en las campañas de Mato Grosso y Uruguayana.

    En la siguiente fase de la guerra, la Campaña de Humaitá, las operaciones se desarrollaron mayormente en territorio paraguayo, en el actual departamento de Ñeembucú. Aquella fue la campaña más larga porque duró desde enero de 1866 hasta la caída de la fortaleza de Humaitá en poder de los aliados en agosto de 1868.

    Los aliados desembarcaron en territorio paraguayo sólo en abril de 1866, en un punto situado sobre el río Paraguay (al norte y a corta distancia de Paso de Patria) y avanzaron hacia el este, bordeando el Paraná bajo la protección de la flota de guerra brasilera, que dominaba los ríos. A principios de mayo, los aliados fueron sorprendidos con un ataque paraguayo a su campamento de Estero Bellaco, que rechazaron sufriendo bajas considerables.

    El 24 de mayo se dio una gran batalla, la de Tuyutí, en que los paraguayos sufrieron grandes bajas al atacar las posiciones aliadas. En los meses siguientes se dieron las batallas de Yatayty Corá, Boquerón y Sauce, que no tuvieron consecuencias decisivas desde el punto de vista militar.

    • Renunciando a la ofensiva, el ejército paraguayo construyó un sistema defensivo llamado Cuadrilátero, que constaba de trincheras, fosos, fortines y obstáculos, hasta hoy visibles en parte.
    • El Cuadrilátero comprendía la fortaleza de Humaitá y las trincheras de Curupayty.
    • En septiembre de 1866 tuvo lugar la entrevista de Yatayty Corá, en que discutieron la posibilidad de la paz, pero sin llegar a un acuerdo, el mariscal López y el general Mitre, comandante de todas las fuerzas aliadas.

    El 22 de aquel mes, los paraguayos dirigidos por el coronel José Eduvigis Díaz obtuvieron una gran victoria en Curupayty, donde rechazaron un fuerte ataque aliados causando enormes pérdidas al atacante. Después de su derrota en Curupayty, los aliados permanecieron inactivos por el resto del año 1866.

    • En febrero de 1867, Mitre cedió el mando superior de las fuerzas aliadas al marqués de Caxias, jefe brasilero.
    • Mitre regresó a su país para enfrentar una insurrección de las provincias argentinas.
    • Caxias comprendió que no podía romper las líneas defensivas paraguayas y por eso decidió cercarlas; su objetivo era aislar en el Cuadrilátero a López, con el grueso del ejército paraguayo, y así emprendió una serie de maniobras envolventes.

    En 1867 no hubo grandes batallas (como en 1866), aunque sí numerosos enfrentamientos. López mantenía su posición en el Cuadrilátero; los aliados trataban de aislarlo del resto del país. El 15 de agosto de 1867, los acorazados brasileros pasaron frente a Humaitá y comprobaron que los cañones de Humaitá no podían perforar sus corazas.

    1. En febrero de 1868, los acorazados brasileros pasaron de nuevo frente a Humaitá; dos acorazados llegaron hasta Asunción, efectuaron unos disparos y bajaron el río de nuevo.
    2. En marzo de 1868, estaba a punto de completarse el cerco del Cuadrilátero.
    3. Para no quedar cercado, López abandonó el Cuadrilátero sin que el enemigo lo advirtiera.

    En una hábil maniobra, cruzó el río Paraguay con el grueso del ejército por la noche; marchó por el Chaco (hoy argentino) hacia el norte y volvió a cruzar el río Paraguay para acampar en San Fernando (cerca de la confluencia del río Tebicuary con el río Paraguay).

    En Humaitá, para demorar el avance del enemigo, López dejó una guarnición de 3.000 hombres, que resistió con valor hasta el 5 de agosto de 1868. Con la caída de Humaitá y la captura de sus defensores, los aliados podían seguir su avance hasta Asunción. En aquel tiempo, para llegar a Asunción desde el sur de la Región Oriental, había dos caminos: el que bordeaba el río Paraguay y el antiguo camino jesuítico de las Misiones.

    Hasta agosto de 1868, el teatro de las operaciones había sido Ñeembucú. En el resto del país no se habían visto acciones militares de importancia. Sin embargo, en todo el Paraguay se sentían los efectos de la guerra. Para 1867, los cultivos eran solamente el 30% de lo que habían sido al comenzar las hostilidades.

    Sumadas al hambre y las penurias, varias enfermedades graves (como el cólera) habían diezmado a la población civil. Para colmo, se denunció una conspiración en el nuevo campamento de López, el de San Fernando. Esa conspiración, llamada conspiración de San Fernando, llevaría a la ejecución de numerosas personas, incluyendo Benigno López y Juliana Insfrán (hermano y prima de Francisco Solano López).

    La Campaña de Pykysyry fue breve: duró desde comienzos de agosto de 1868 hasta fines de diciembre de 1868 y terminó con la destrucción del ejército paraguayo en la batalla de Lomas Valentinas. En agosto, López levantó su campamento de San Fernando para marchar al norte, y acampar de nuevo al norte del arroyo Pykysyry.

    • Caxias comprendió que el Pykysyry y las trincheras paraguayas no podían atacarse de frente, y por eso decidió un ataque por la retaguardia: cruzó el río Paraguay y marchó por el Chaco, para desembarcar en San Antonio el 3 de diciembre de 1868.
    • Desde San Antonio, Caxias pretendía atacar al ejército paraguayo en un punto que no estaba fortificado.

    Entonces Solano López envió al general Bernardino Caballero para detener a Caxias. Caballero lo enfrentó en las batallas de Ytororó y Abay, donde los paraguayos fueron derrotados, pero se cumplió el objetivo de detener el avance del enemigo. Después de reorganizar sus fuerzas, Caxias atacó el campamento paraguayo de Lomas Valentinas el 21 de diciembre; la batalla duró siete días y terminó con la destrucción del ejército paraguayo.

    Sin embargo, Solano López pudo escapar con algunas docenas de soldados y llegó a Cerro León. En los primeros días de enero de 1869, los aliados entraron en Asunción y la saquearon. Caxias, disgustado por la mala conducta de sus tropas, a las que no podía controlar, dio por terminada la guerra y viajó a Río de Janeiro.

    Le sucedió como comandante el conde D’Eu, yerno del emperador Pedro II. La Campaña de las Cordilleras duró desde enero de 1869 hasta marzo de 1870. Más que una campaña militar en sentido estricto, fue un enfrentamiento entre un ejército bien armado (el aliado) y las fuerzas irregulares de la resistencia paraguaya.

    1. En las Cordilleras, López consiguió formar un nuevo ejército de unos 12.000 efectivos, en su mayoría ancianos y menores de edad.
    2. Aunque mal armados y mal alimentados, los combatientes paraguayos contaban con la ventaja del terreno.
    3. En Azcurra (cerca de Caacupé), López trazó una línea de trincheras capaz de resistir un ataque frontal.

    El nuevo jefe aliado, el conde D’Eu, no la atacó, sino que marchó hacia el sur y el este, y luego giró para atacar Piribebuy, que tomó en agosto de 1869; si hubiera continuado el ataque, D’Eu hubiera podido caer sobre Caacupé, donde se encontraba López con su reducido ejército.

    1. Pero el jefe brasilero no se caracterizaba por la pericia militar ni el respeto a las leyes de la guerra: cometió crueldades contra los prisioneros y la población civil, pero dejó que López escapara hacia Curuguatay.
    2. Cuando reiniciaron las operaciones, los aliados enfrentaron un ejército de niños dirigido por el general Caballero en Acosta Ñu; la matanza y la conscripción de menores no honran a los combatientes.

    Prosiguiendo la retirada, López llegó hasta Cerro Corá con algunos centenares de combatientes; allí fue atacado y muerto el 1 de marzo de 1870. Posiblemente, la Guerra de la Triple Alianza fue la primera guerra total de la historia contemporánea. En 1870, el Paraguay estaba arrasado.

    Su población, estimada en 500.000 habitantes al comenzar el conflicto, había quedado reducida a la mitad. La agricultura y la ganadería habían desaparecido. El ganado vacuno, estimado en más de dos millones de cabezas, no llegaba a 15.000 en 1870 (en su mayoría, animales baguales). El país debía importar artículos básicos (p.e., porotos, papas) porque no producía nada; por otra parte, tampoco con qué pagar las importaciones; a falta de moneda nacional, circulaban las extranjeras.

    Se destruyeron las obras de infraestructuras y sistemas de comunicación, como la fundición de hierro de Ybycui, el arsenal, el astillero, el ferrocarril. Las tropas brasileras ocuparon el país hasta 1876; las argentinas, hasta 1879. Para entonces, el Paraguay había cedido a la Argentina el territorio chaqueño comprendido entre los ríos Pilcomayo y Bermejo y el territorio misionero situado al sur del río Paraná.

    ¿Cuántas guerras ha tenido Argentina?

    Las guerras constituyen fenómenos sociales, que exceden ampliamente el campo de batalla y afectan múltiples dimensiones de la vida social e individual. El proyecto UBACYT “Argentina y los conflictos bélicos del siglo XX: una aproximación desde la historia social y cultural de la guerra”, dirigido por la Dra.

    • María Inés Tato, se interesa por los impactos sociales y culturales de diversos conflictos bélicos en la Argentina del siglo XX.
    • El proyecto de investigación “Argentina y los conflictos bélicos del siglo XX: una aproximación desde la historia social y cultural de la guerra”, financiado por la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad de Buenos Aires, enfoca las variadas experiencias y representaciones socialmente construidas en la Argentina alrededor de las principales guerras que conmovieron al siglo XX,

    En tal sentido, considera tanto el único conflicto armado que tuvo a la Argentina como beligerante en ese período ( la Guerra de Malvinas ) como algunos de alcance global (como las guerras mundiales ) que no la involucraron militarmente pero que, sin embargo, tuvieron profundas repercusiones sociales y culturales,

    • En las últimas décadas, los avances de la historiografía se han reflejado en el campo de estudios sobre la guerra y han dado lugar a una notable ampliación de temas de indagación, perspectivas teóricas y herramientas metodológicas,
    • La historia social y cultural de la guerra ha significado un giro fundamental.

    La historia de la guerra dejó de estar focalizada casi exclusivamente en los altos mandos militares, en la estrategia y en los factores operacionales y logísticos para incorporar nuevos tópicos, como las experiencias de los combatientes y de diferentes actores de la sociedad civil, las representaciones del conflicto, la memoria, el género, entre otros.

    Por otra parte, el desarrollo de la historia global ha evidenciado que, lejos de limitarse a los beligerantes, los efectos de las guerras del siglo XX se hicieron sentir incluso fuera de sus epicentros, en naciones que formalmente se mantuvieron neutrales o no tuvieron un involucramiento militar activo.

    El proyecto “Argentina y los conflictos bélicos del siglo XX: una aproximación desde la historia social y cultural de la guerra” es tributario de estas nuevas orientaciones en los estudios bélicos y se propone contribuir a difundirlas en el ámbito académico local.

    Los resultados alcanzados hasta el momento por nuestras investigaciones han mostrado que las guerras del siglo XX fueron leídas y representadas en clave local, a la luz de las problemáticas y las preocupaciones propias de la realidad argentina y de coyunturas particulares de procesos históricos, políticos y culturales internos.

    En la apropiación y resignificación de esos conflictos, los mediadores culturales desempeñaron una acción crucial. Prensa, propaganda, corresponsales, diplomáticos, agregados militares, viajeros, entre otros actores sociales, acercaron a la opinión pública local guerras libradas a miles de kilómetros y le ofrecieron interpretaciones de su significación a la luz de los códigos culturales argentinos.

    • Así, las guerras proporcionaron a diversos actores sociales un lenguaje y un arsenal de argumentos que fueron aplicados a los debates políticos e ideológicos domésticos.
    • Por otra parte, también hemos constatado que las repercusiones políticas y culturales de las guerras se tradujeron en la práctica en diversas formas de activismo social, que en muchos casos estuvieron ligadas a la definición de la identidad nacional en diálogo con configuraciones de corte transnacional (hispanismo, panlatinismo, panamericanismo, latinoamericanismo, antiimperialismo, etc.).

    En el caso de la Guerra de Malvinas, la “cuestión nacional” estuvo en el centro de la cultura de guerra que se forjó durante el conflicto y que derivó en la extendida movilización de la sociedad en su apoyo. Los avances de la investigación acerca de Malvinas se plasmaron en el volumen colectivo La cuestión Malvinas en la Argentina del siglo XX.

    CuáNdo Empezó A Estar Argentina En Guerra Con El Paraguay
    Portada del libro La cuestión Malvinas en la Argentina del siglo XX. Una historia social y cultural, dirigido por María Inés Tato y Luis Esteban Dalla Fontana, y publicado en Rosario por Prohistoria Ediciones.

    Otros resultados preliminares del proyecto fueron presentados en 2020 en el marco de dos workshops : I Workshop Guerras Globales e Impactos Locales. La Primera Guerra Mundial en Argentina y Brasil y VI Workshop Diálogos entre Experiencias y Representaciones de la Guerra en el Siglo XX,

    CuáNdo Empezó A Estar Argentina En Guerra Con El Paraguay CuáNdo Empezó A Estar Argentina En Guerra Con El Paraguay
    Afiches del I Workshop Guerras Globales e Impactos Locales. La Primera Guerra Mundial en Argentina y Brasil (coorganizado por el GEHiGue, el Programa Pós-graduação em História Social de la Universidade Federal de Rio de Janeiro y la Facultad del Ejército de la Universidad de la Defensa Nacional, realizado virtualmente el 26 de octubre de 2020) y del VI Workshop Diálogos entre Experiencias y Representaciones de la Guerra en el Siglo XX (coorganizado por el GEHiGue y la Facultad del Ejército de la Universidad de la Defensa Nacional, realizado virtualmente el 24 y 25 de noviembre de 2020).

    El proyecto reúne a investigadores formados y en formación que en su mayoría integran el Grupo de Estudios Históricos sobre la Guerra (GEHiGue), radicado en el Instituto, aunque también cuenta con la participación de investigadores externos. Desde su fundación en 2013, el GEHiGue se ha abocado a fomentar la confluencia y la cooperación entre especialistas cuyas indagaciones encuentran su eje en el estudio de la guerra desde una mirada social y cultural.

    El actual proyecto consolida el diálogo y los intercambios con colegas de la Argentina que el Grupo viene estableciendo desde entonces. Asimismo, fortalece la formación de jóvenes investigadores, dado que en él participan tesistas de maestría y de doctorado, algunos de ellos becarios de la UBA o de CONICET.

    Recientemente hemos lanzado Historia & Guerra, revista científica semestral, de acceso abierto, que se propone fomentar el intercambio académico internacional en torno a los estudios sobre la guerra y difundir aportes novedosos a ese campo de estudios producidos desde diversas tradiciones historiográficas.

    • Las investigaciones desarrolladas en el marco del proyecto aspiran a difundirse más allá del ámbito académico, no limitándose a publicaciones y eventos científicos.
    • Con ese objetivo, recurrimos a otros medios complementarios de divulgación, como un sitio web, un canal de YouTube, otro de podcast en Spotify y Anchor, y las cuentas del GEHiGue en las redes sociales ( Facebook, Twitter e Instagram ).

    Proyecto subsidiado UBACyT nº 20020190100007BA, Directora: Dra. María Inés Tato (CONICET-UBA). Integrantes: Maximiliano Britos; Luis Esteban Dalla Fontana; Agustín Desiderato; Germán Friedmann; María Valeria Galván; Amadeo Gandolfo; Boris Matías Grinchpun; Marcelo Huernos; Cinthia Meijide; Mariano Millán; Felipe Mistretta; Bárbara Raiter; Gonzalo Rubio García. Más información sobre el proyecto,

    See also:  Para La Ley Argentina Cuando Comienza La Vida?

    ¿Qué consecuencias tuvo la guerra de Paraguay para Argentina?

    Las consecuencias de la Guerra contra la Triple Alianza fueron devastadoras, hubo una gran pérdida de la población paraguaya, varios territorios pertenecientes al Paraguay fueron anexados a Argentina y Brasil. En este artículo te mostramos las consecuencias en cuanto a lo demográfico, geográfico, político y económico. – 22 de septiembre de 2014 – 21:09 CuáNdo Empezó A Estar Argentina En Guerra Con El Paraguay César Cristaldo Domínguez en su libro La Guerra contra la Triple Alianza 1864 – 1870, menciona las consecuencias de la guerra resumidas en los siguientes puntos: Demográficas El Paraguay perdió dos terceras partes de una población aproximada de 500 000 habitantes; es decir, murieron entre 350 000 y 360 000 personas, en su mayoría del sexo masculino.

    • Según el censo de 1870, la población sobreviviente del Paraguay fue de 140 000 personas, entre ellos mujeres, niños y ancianos.
    • La guerra de exterminio hecha al Paraguay casi se cumplió.
    • Geográficas El art.8.° del Tratado Secreto de la Triple Alianza establecía el respeto a la soberanía territorial paraguaya, lo cual no se cumplió pues el Imperio del Brasil, se adjudicó 63 325 km2, territorios comprendidos entre los ríos Apa y Blanco.

    La Argentina, a su vez, se apoderó de más de 95 000 km2, territorios que actualmente forman parte de las provincias de Formosa, Misiones y parte de Corrientes. Económicas El sistema económico paraguayo fue destrozado. En la posguerra se inició un nuevo fenómeno económico: el endeudamiento estatal y el inicio de la hegemonía económica y financiera del capital extranjero.

    1. Además, el Paraguay perdió algunos mercados en el exterior, como en el caso de la exportación de la yerba mate.
    2. Políticas Se introdujo en el Paraguay las ideas liberales, la sociedad paraguaya se dividió a causa del antagonismo político entre connacionales.
    3. Desde la aparición de los clubes políticos y posteriormente de los partidos políticos tradicionales, el Partido Liberal y la Asociación Nacional Republicana; se generaron varios conflictos lo que llegó en ocasiones a enlutar a muchas familias y lo más grave: se inicio el tutelaje político extranjero.

    Fuente CRISTALDO Domínguez, César (2013). La Guerra contra la Triple Alianza 1864-1870. Editorial: El Lector. Asunción–Paraguay. Recuperado de: http://paraguay-un-milagroamericano. blogspot.com/2011/10/paraguayantes- y-despues-de-la-guerra.html Actividades.1.

    Cita las consecuencias dela Guerra contrala Triple Alianza para el Paraguay.2. En cuanto a las consecuencias demográficas, compara un mapa del Paraguay antes de 1870 con un mapa actual y observa en él los territorios ocupados actualmente por Argentina y Brasil, que pertenecían al territorio paraguayo.3.

    Las consecuencias de la guerra, hacen reflexionar sobre el valor de la paz entre las naciones. Escribe mensajes que ayuden a promover la paz y compártelo con tus compañeros. : Consecuencias de la Guerra contra la Triple Alianza – Escolar – ABC Color

    ¿Cuál ha sido la guerra más sangrienta de la historia?

    ¿Cuál fue la batalla con más muertos de la historia? – Los conflictos del siglo XX fueron, sin duda, los más mortíferos. La guerra moderna, con sus armas avanzadas, elevó el número de bajas hasta límites impensables. La Segunda Guerra Mundial se destaca, por mucho, como el conflicto con más muertos,

    Se estiman unos 50 millones de muertos a causa de esta guerra ocurrida entre 1939 y 1945. Durante la Gran Guerra tuvo lugar la batalla con más muertos de la historia: la batalla de Stalingrado, con más de dos millones de bajas. Stalingrado está considerada la batalla más sangrienta de la historia. Elevada a mito por antonomasia de la Gran Guerra Patriótica de la URSS, supuso un punto de inflexión para la Segunda Guerra Mundial.

    Tuvo lugar entre agosto de 1942 y febrero de 1943. Fueron 200 días de guerra en los cuales la muerte acechó hambrienta. En palabras del historiador Jesús Hernández: “La esperanza de vida de un sodado soviético en Stalingrado era de apenas 24 horas; en cualquier otro ejército, los soldados se hubieran rendido o habrían desertado” La Alemania nazi y sus aliados del Eje se enfrentaron al Ejército Rojo de la Unión Soviética por el control de Stalingrado, la actual Volgogrado.

    1. Tras el fracaso de la Operación Barbarroja, con la que Hitler quería invadir y conquistar la URSS, los nazis se centraron en las riquezas minerales y petrolíferas del Cáucaso.
    2. Conocida como la Operación Azul, tenía a Stalingrado entre sus enclaves estratégicos a conquistar para cortar el suministro de recursos del Ejército Rojo.

    Amén del valor simbólico que tenía hacerse con el control de la ciudad nombrada en honor al líder soviético. El choque resultó en una de las batallas más dramáticas de la historia, Durante aquellos meses de frío extremo, la Wehrmacht se afanó en reducir a los soviéticos.

    • El ejército de la URSS, militarmente inferior a la maquinaria de guerra nazi, resistió hasta la victoria.
    • El precio que pagaron por la liberación de Stalingrado fue muy alto, pero el sacrificio supuso el principio del fin nazi: tras esta batalla, los soviéticos tomaron la iniciativa que los llevaría a terminar con la Segunda Guerra Mundial.

    Batalla de Stalingrado

    ¿Cuánto territorio perdió Paraguay?

    La Guerra de la Triple Alianza (1864-70) enfrentó a Paraguay con un conjunto formidable de países vecinos más poblados y con mejores recursos para embarcarse en un conflicto bélico: Brasil, Argentina y Uruguay. Paraguay perdió la guerra y con ella alrededor del 40 por ciento de su territorio.

    ¿Cuántos hombres quedaron en Paraguay después de la guerra?

    Siglo y medio de la guerra que todavía traumatiza a Paraguay El presidente Mario Abdo Benítez durante el homenaje al héroe nacional Francisco Solano López, en el Parque Nacional Cerro Corá Efe 17 mar 2020, Actualizado a las 10:56 h. El Parque Nacional Cerro Corá fue escenario, hace 150 años, de uno de los mayores acontecimientos históricos de Paraguay,

    1. El primero de marzo de 1870, a la orilla de un arroyo, un soldado brasileño puso, con su lanza, fin a la vida del general y presidente paraguayo, Francisco Solano López, finalizando así una guerra, iniciada seis años antes, que creó un profundo trauma en la nación que perdió el conflicto.
    2. La guerra de la Triple Alianza, pactada por, y contra Paraguay, dejó al menos 400.000 muerto s, según los historiadores.

    De ellos, 120.000 fueron hombres de las naciones aliadas. Pero la peor parte se la llevó la ciudadanía paraguaya. Al menos 280.000 personas, en su mayoría civiles, muchos de ellos menores de edad, perecieron en las batallas, o debido al cólera y al hambre.

    El país había perdido dos tercios de su población, y alrededor del 90 % de los hombres, además de sus reclamos territoriales en Argentina y Brasil. Una catástrofe que aún persigue al país, según parte de los políticos y los historiadores paraguayos. «Nunca se hizo un estudio respecto a los daños sociológicos a una población que vio morir a la mayoría de nuestros seres queridos.

    Estoy seguro de que eso afectó al ser nacional de nuestro país, desde nuestros comportamientos hasta nuestras costumbres», comenta a La Voz el promotor cultural paraguayo Fabián Chamorro. Paraguay era, a mediados del siglo XIX, un país singular en el mundo.

    • Había alcanzado autonomía manteniendo distancia del sistema de comercio mundial, levantando la suspicacia de Estados como el,
    • Algunos historiadores consideran que la corona británica influyó en la generación del conflicto.
    • «La economía paraguaya tenía dos peculiaridades.
    • Su principal actor era el Estado, y desarrollaba un capitalismo estatal con una fuerte participación de los miembros de la familia presidencial y la élite ganadera.

    Con los recursos generados por los impuestos y los negocios del Estado, que controlaba, por ejemplo, la exportación de madera, cuero y tabacos, se inició un plan de modernización que implicó la instalación de un arsenal y astillero en Asunción y una fundición de hierro que, junto al ferrocarril y los buques a vapor, permitieron al país realizar un importante salto tecnológico», destaca el historiador paraguayo Herib Caballero.

    1. Pero ese desarrollo y modelo de Estado se acabó tras el conflicto,
    2. «Además del desastre demográfico, se produjo una dependencia en préstamos internacionales que fueron dilapidados y no surtieron efecto en la recuperación del país.
    3. Paraguay estuvo en mora de préstamos hasta finales de la década de 1930», asegura Chamorro.

    Para pagar esos préstamos se vendió terreno público a compañías extranjeras. Paraguay es hoy uno de los países del mundo con mayor iniquidad en la distribución de tierras. El 2,5 % de los propietarios posee el 85 % del territorio disponible para agricultura.

    El 14 %, además, está en manos de brasileños, que suponen un gran poder económico y de presión. Represa de Itaipú Brasil quedó en superioridad tras terminar la guerra. Ambos países comparten la propiedad de la represa de Itaipú, la mayor generadora de energía hidroeléctrica del mundo. El gigante americano prestó a Paraguay el dinero para la construcción de su parte de la presa, y ambos países debían compartir beneficios, pero un estudio reciente asegura que el país guaran í ha perdido más de 65.000 millones de euros en tres década s debido a distintas previsiones del tratado de operación de la presa.

    Todo ello lastró el desenvolvimiento económico del país, que ahora registra algunos de los indicadores de desarrollo más atrasados de Sudamérica. Pero también afectó a las relaciones sociales internas. Parte de los expertos en relaciones de género creen que la guerra, junto a otros conflictos y al desarrollo del país en el siglo XX -cuando fue escenario de otra dictadura, la de Alfredo Stroessner (1954-1989)- influyó en la persistencia del machismo.

    1. En Paraguay existe la tendencia política de escudar los problemas del país en la guerra.
    2. Pero parte de los historiadores, eso sí, discrepan de esa visión.
    3. «La situación actual en la que se encuentra el país es a consecuencia de las políticas propias de los sucesivos Gobierno s que, por diferentes factores, principalmente la, han dilapidado importantes sumas de dinero», dice el historiador Chamorro, 150 años después de que Paraguay pasase por el mayor trauma de su historia.

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    ¿Quién descubrió el Paraguay?

    Paraguay fue descubierto en el año 1524 por el adelantado portugués, Alejo García, formando la ‘Provincia Gigante de las Indias’.

    ¿Cuántas guerras hubo en Paraguay?

    La Guerra de la Triple Alianza (1865-1870) y la Guerra del Chaco (1932-1935). Dos guerras internacionales en un marco colonial.

    ¿Qué motivo la declaración de guerra a la Argentina?

    Tomando en cuenta, la negativa de la Argentina de permitir el paso inocente de tropas paraguayas por su territorio, negar la soberanía paraguaya en las Misiones y al mismo tiempo albergar al ‘comité revolucionario’ (grupo de paraguayos que más tarde serían integrantes de la ‘Legión Paraguaya’); decidió declarar el 18

    ¿Cómo era el Paraguay antes?

    Época colonial (1524-1811) – Paraguay fue descubierto por Alejo García y Juan de Ayolas, a las órdenes de España en 1524, dándose inicio a una historia de colonialismo, hasta 1811, año en que se independizó de España. Los primeros ibéricos se establecieron en la zona refugiados tras el fracaso de la primera fundación de la ciudad de Buenos Aires a principios del siglo XVI y fundando una casa fuerte que sería Asunción del Paraguay el 15 de agosto del 1537.

    La ciudad finalmente se convirtió en la cabecera de una provincia colonial española, llegando a conocerse como Madre de Ciudades ya que de ella partieron las corrientes pobladoras y repobladoras de diversas ciudades: Ontiveros, Ciudad Real del Guayrá y (la primera) Villa Rica del Espíritu Santo en la antigua provincia del Guayrá (actual estado brasileño de Estado de Paraná ), Santiago de Jerez del Itatín (en actual Mato Grosso del Sur ), San Francisco de Mbiaza en las costas del océano Atlántico (actual estado brasileño de Santa Catarina ), Santa Cruz de la Sierra en el Chaco Boreal, así como las importantes ciudades argentinas de Buenos Aires, Corrientes, Santa Feria Concepción de Buena Esperanza, conocida como Concepción del Bermejo.

    Bajo el gobierno de Hernando Arias de Saavedra, llegan al Paraguay los jesuitas para contribuir a la tarea de pacificación de los indígenas, dando así origen a las célebres reducciones Jesuíticas, Desde 1604 hasta 1767 los jesuitas realizan con los indígenas guaraníes de Paraguay un gobierno teocrático,

    • Las reducciones jesuitas tenían autonomía respecto a los gobernadores de Asunción.
    • Las misiones llegaron a cobijar a más de un cuarto de millón de indígenas donde se les enseñaba la religión católica, agricultura, artesanía y pequeña industria.
    • La organización total abarcó 32 reducciones.
    • Las misiones primero se instalaron en la región del Guayrá (también llamado La Pinería )-actual estado brasileño de Paraná – y luego se establecieron entre los ríos Tebicuary y el divortium aquarum de la Cuenca del Plata con las cuencas menores afluentes directas del océano Atlántico.

    La lengua guaraní fue respetada y se fijó en forma escrita; en ella fueron vertidas importantes obras de teología, impresos en la primera imprenta del Río de La Plata, Paralelamente el asunceno Ruy Díaz de Guzmán escribía las primeras obras de historia atinentes a la región del Cono Sur,

    1. Hacia 1542, una sirvienta guaraní de Asunción conocida como la India Juliana asesinó a su amo español e instó a las demás mujeres indígenas a hacer lo mismo, terminando ejecutada por orden el adelantado Alvar Núñez Cabeza de Vaca,
    2. ​ ​ ​ Su rebelión es considerada primeras insurrecciones indígenas registradas de la época, ​ ​ ​ y su figura una de las más destacadas en la historia de las mujeres de Paraguay, ​ ​ ​ ​ En 1617, se produjo la división de la Provincia en dos gobernaciones: la del Paraguay y la de Buenos Aires.

    De esta forma Paraguay perdió la zona marítima del estuario del río de La Plata, y conservó solo Asunción, Ciudad Real y Villa Rica del Guayrá. La pérdida de la «salida de la tierra» por el puerto de Buenos Aires se hizo sentir mucho más desde que la provincia española del Paraguay perdió el estratégico territorio llamado la Mbiazá o Yviazá (o La Vera ), que correspondía al actual estado brasileño de Santa Catarina,

    • En 1717, la Rebelión comunera representó el primer grito de libertad de América, pero con la derrota en la batalla de Tovatí en 1721 se impusieron duras sanciones al departamento que asfixiaron su economía.
    • En 1750, el tratado de límites entre España y Portugal, afectó a Paraguay con las pérdidas de Guayrá (entre el río Paraná y el océano Atlántico), la gran provincia del Itatín y la región de Cuyabá que fueron cedidos al Brasil portugués a cambio de la Colonia del Sacramento, en la Banda Oriental del río de la Plata,

    En el ya citado año de 1750 la corte española de acuerdo con la corona portuguesa decidieron repartirse el territorio de las reducciones, Los jesuitas se negaron a ello, dando lugar a que los ejércitos español y portugués emprendieran la llamada Guerra Guaranítica y acabaran con la resistencia en 1757.

    En 1767 los jesuitas fueron expulsados de España y sus dominios por orden de Carlos III, Las reducciones pasaron a ser dirigidas por grupos seglares y religiosos, pero entraron en un proceso de decadencia. El Virreinato del Río de la Plata fue creado en 1776 por el rey Carlos III, integrando en su jurisdicción los actuales territorios de Argentina, Uruguay, Río Grande del Sur y Santa Catarina actual Brasil, Paraguay, Bolivia y el norte de Chile,

    La creación del nuevo Virreinato del Río de La Plata desligó al Paraguay del Virreinato del Perú, La capital del nuevo virreinato se hallaba en la ciudad de Buenos Aires. En 1777 la provincia del Paraguay fue integrada en el Virreinato del Río de La Plata dentro del cual se mantuvo hasta 1811.

    ¿Qué plata vale más la de Argentina o Paraguay?

    Peso argentino vs. guaraní paraguayo: la llamativa brecha con la moneda del país vecino La relación entre el peso argentino y el guaraní paraguayo es una de las más desiguales del continente. Actualmente, la cotización indica que ARS 1 equivale a PYG 88,10.

    1. Si se la analiza a la inversa, se obtiene que 1 guaraní paraguayo es igual a 0,011 peso argentino.
    2. En cuanto al vínculo que se establece entre la moneda paraguaya y el dólar estadounidense, la diferencia es más pronunciada, ya que por cada dólar se pueden obtener unos 7055,44 guaraníes.
    3. De acuerdo con la información impartida por el, las entidades bancarias de este país vecino cuentan con un exceso de dólares y no disponen de espacio físico donde guardarlos.

    En relación a esto último, en el pasado mes de julio se sancionó en Paraguay una ley que establece que todos los billetes de esta divisa deben ser almacenados en la sede del Banco Central, algo que hasta el momento no sucede. Según han declarado, la idea es regularizar la situación lo antes posible.

    El mayor inconveniente radica en que el depósito de semejante cantidad de dinero requiere de la adquisición de seguros, proceso que puede llevar un tiempo considerable. En pocas palabras, las bóvedas de los bancos paraguayos están saturadas. Ya no cuentan con más espacio para albergar dólares estadounidenses.

    Es por este motivo que en Paraguay se ha tomado la decisión de cobrar un impuesto de un 1% a quienes quieran depositar divisas en las entidades bancarias. La decisión que tomaron los organismos paraguayos resulta cuanto menos extraña acá en Argentina, dado que la situación del país en relación a la moneda extranjera es completamente opuesta.

    A diferencia de Paraguay, donde sobran los dólares, en Argentina faltan, Las medidas, por lo tanto, también son opuestas. Con el fin de incentivar el ahorro en pesos y de resguardar las reservas de dólares del Banco Central, el Gobierno de la Nación ha dispuesto una serie de restricciones en relación a las operaciones con divisas.

    En otras palabras, los impuestos que se cobran no son para depositar, sino para extraer, ya sea como compra de dólar ahorro o como pago de productos y servicios con moneda extranjera. En primer lugar, no todas las personas están habilitadas a comprar dólares.

    Luego, existe un límite en cuanto a la cantidad de dólares con los que se puede operar en un mes, que es de USD 200, A esto se le debe sumar el pago del Impuesto PAÍS y las retenciones que se dan en el marco de las ganancias y de los bienes personales. En definitiva, se trata de todas las cuestiones que se deben tener en cuenta a la hora de comprar dólares y de realizar otras operaciones con esta moneda extranjera.

    : Peso argentino vs. guaraní paraguayo: la llamativa brecha con la moneda del país vecino

    ¿Que fabrican en Paraguay?

    Comercio exterior – Exportaciones de Paraguay (2007-2008). Fuente: Paraguay Ministerio de Industria y Comercio/ Riedex. En 2020, el país fue el 93o mayor exportador del mundo (US $ 7,6 millones en bienes, menos del 0,1% del total mundial). En la suma de bienes y servicios exportados, alcanza los 13.200 millones de dólares y se ubica en el puesto 89 a nivel mundial.

    ​ ​ En términos de importaciones, en 2019 fue el 96º mayor importador del mundo: 9.900 millones de dólares. ​ Los principales productos de exportación proceden de la actividad agroganadera: soja, carne bovina, maíz, piensos, aceites vegetales. En cambio, Paraguay importa bienes industrializados: maquinaria, aparatos eléctricos, vehículos y productos químicos.

    Además de ello, el país importa el 100% del petróleo que consume. En 2017, Brasil concentró el 31.9% de las exportaciones paraguayas seguido por Argentina (15.9%), Chile (6.9%) y Rusia (5.9%). ​ Por otra parte, China suministro a Paraguay el 31.3%, de sus importaciones, seguido por Brasil (23.4%), Argentina (12.9%) y Estados Unidos (7.4%).

    ¿Qué países le compran petróleo a Argentina?

    Los principales destinos de exportación fueron Estados Unidos, China, España y Brasil. El principal producto exportado fue aceite crudo de petróleo (43% del total), cuyas exportaciones se incrementaron un 11%.

    ¿Cuál fue la guerra más sangrienta de Latinoamerica?

    Veronica SminkBBC News Mundo, Cono Sur

    1 marzo 2020 CuáNdo Empezó A Estar Argentina En Guerra Con El Paraguay Fuente de la imagen, Getty Images Pie de foto, La Guerra de la Triple Alianza (1864-1870) fue la más sangrienta en la historia de América Latina. En la historia de América Latina no hubo un conflicto bélico en el que pelearan tantos hombres, ni uno en el que murieran tantos, como la Guerra de la Triple Alianza.

    • Argentina, Brasil y Uruguay perdieron a unos 120.000 hombres.
    • Pero la verdadera tragedia la vivió el país que enfrentó a estas tres potencias aliadas hace un siglo y medio: Paraguay, el perdedor de la contienda.
    • Para ese país no fue solo una derrota militar, fue una masacre que algunos historiadores consideran un genocidio.

    Las cerca de 280.000 víctimas paraguayas representaban más de la mitad de la población de ese país, La vasta mayoría eran hombres, así que Paraguay vio arrasada su población masculina. Cuentan los reportes de la época que cuando terminó la “Guerra Grande” -como le dicen los paraguayos- había en ese país cuatro mujeres por cada varón (y en algunas regiones incluso 20 por cada hombre).

    ¿Qué aliados tiene Paraguay?

    República de Paraguay Paraguái Tavakuairetã ( guaraní )
    Estado miembro de Mercosur
    Bandera Escudo

    /td> Lema : “Paz y justicia” (en guaraní : Py’aguapy ha tekojoja ) Himno : Himno nacional del Paraguay (en guaraní: Tetã Paraguái Momorãhéi o Tetã Purahéi Guasu ) ¿Problemas al reproducir este archivo? Capital (y ciudad más poblada) Asunción 25°18′00″S 57°38′00″O  /  -25.3, -57.633333333333 Sede de gobierno Palacio de los López Idioma oficial Español y guaraní ​ Gentilicio Paraguayo, -a Forma de gobierno República presidencialista democrática unitaria de partido hegemónico • Presidente Mario Abdo Benítez • Vicepresidente Hugo Velázquez Órgano legislativo Congreso de Paraguay Periodo español • Gobernación • Gob. separada • Intendencia Independencia • De hecho • República • Declarada • Reconocida 21 de marzo de 1534 16 de diciembre de 1617 28 de enero de 1782 de España 14 de mayo de 1811 12 de octubre de 1813 25 de noviembre de 1842 10 de septiembre de 1880 Superficie Puesto 60.º • Total 406 752 ​ km² • Agua (%) 2,6 % Fronteras 3 484 km ​ Línea de costa 0 km ​ Punto más alto Cerro Tres Kandú Población total Puesto 104.º • Estimación (2023) 7 439 863 hab. ​ • Densidad (est.) 17,83 hab./km² PIB ( PPA ) Puesto 96.º • Total (2023) USD 116 971 millones ​ • Per cápita USD 15 483 ​ PIB (nominal) Puesto 96.º • Total (2023) USD 44 623 millones ​ • Per cápita USD 5 907 ​ IDH (2021) 0,717 ​ ( 105.º ) – Alto Coeficiente de Gini 48,2 medio (2016) ​ Moneda Guaraní ( ; PYG ) Huso horario UTC−4 • En verano UTC−3 Código ISO 600 / PRY / PY Dominio internet ,py Prefijo telefónico +595 Prefijo radiofónico ZPA-ZPZ Siglas país para aeronaves ZP Siglas país para automóviles PY Código del COI PAR Membresía

    1. ↑ Fuente: Banco Mundial PIB Nominal ​
    2. ↑ Fuente: Banco Mundial Población ​
    3. ↑ Fuente: Banco Mundial PIB PPA ​

    Paraguay, oficialmente República del Paraguay ​ (en guaraní : Paraguái Tavakuairetã ) ​, es un país sin litoral situado en la zona central de América del Sur, ​ Está organizado como un Estado unitario, ​ cuyo territorio se compone por un distrito capital y 17 departamentos,

    • ​Su capital y ciudad más poblada es Asunción,
    • ​ La forma de gobierno de Paraguay es la república que se rige por el sistema presidencial ​ y además se organiza como un Estado de derecho, democrático y aconfesional,
    • Es miembro fundador del Mercosur junto con Argentina, Brasil y Uruguay,
    • Cuenta con una superficie de 406 752 km², siendo el 7.⁰ país de América del Sur por tamaño, y con una población de más de 7.400.000 habitantes, de los cuales casi el 40% viven en la Gran Asunción,

    Limita con Argentina al sureste, sur, suroeste y oeste; con Bolivia al norte y noroeste; y con Brasil al este y noreste. Su territorio está caracterizado por dos regiones diferentes separadas por el río Paraguay, la Oriental, que es la más poblada, y la Occidental, que forma parte del Chaco Boreal,

    Si bien es un estado sin litoral marítimo, ​ dispone de costas, ​ playas ​ y puertos sobre los ríos Paraná y Paraguay, que le dan salida al océano Atlántico a través de la Hidrovía Paraná-Paraguay, ​ La Constitución paraguaya lo declara como un país pluricultural y bilingüe, estableciéndose como idiomas oficiales el castellano y guaraní,

    ​ ​ Paraguay posee una tasa de alfabetismo de las personas mayores de 15 años superior al 94 %, y una esperanza de vida de 78,1 años según la CIA World Factbook, ​ Se ubica en el puesto 103 a nivel global en el índice de desarrollo humano, con 0,728 puntos en 2020, siendo su IDH alto.

    Por su parte, la estructura de la economía paraguaya se compone del 11,4 % en el sector agroganadero, 33,5 % en el sector industrial, 47,5 % en el sector servicios y 7,6 % en las tasas. ​ La presencia humana se remonta hacia el Neolítico, que data de unos 3200 años antes de Cristo, ​ Durante el período precolombino estuvo habitado por pueblos indígenas de los grupos tupí-guaraní y mataco-guaicurú,

    La llegada de los españoles marcó el inicio del dominio hispánico de este territorio, hasta el siglo XIX, cuando en la madrugada del 14 y 15 de mayo de 1811 Paraguay consiguió su independencia, La historia de la incipiente nación estuvo marcada por una economía que se acrecentó en sus inicios, hasta el advenimiento de dos grandes guerras internacionales que asolaron el país.

    ¿Qué provincias argentinas eran de Paraguay?

    Las provincias Misiones y Formosa pertenecían a Paraguay. ¿Debe Argentina devolverlas?

    ¿Qué provincias de Argentina pertenecian a Paraguay?

    Embajada de la República del Paraguay en la República de Ecuador :: Perfil Político y Geográfico El Paraguay está dividido en 17 departamentos (Alto Paraguay, Alto Paraná, Amambay, Boquerón, Caaguazú, Caazapá, Canindeyú, Central, Concepción, Guairá, Itapúa, Cordillera, Misiones, Ñeembucú, Paraguarí, Presidente Hayes y San Pedro) y un distrito capital (Asunción).

    • El territorio limita con Argentina, Brasil y Bolivia.
    • El Trópico de Capricornio pasa por la ciudad de Belén, ubicada en el departamento de Concepción, determinando una zona tórrida al norte y una templada al sur.
    • El país se extiende sobre una superficie total de 406.752 km2, dividida en dos regiones naturales bien diferenciadas: la Región Oriental y la Región Occidental, cada una con sus particularidades.

    Si bien carece de litoral marítimo, el territorio está cruzado en toda su extensión por numerosos cursos de agua que constituyen la importante red hidrográfica de la Cuenca del Plata, además de ser asiento del Acuífero Guaraní, considerado una de las grandes reservas de agua dulce del planeta.

    • El Paraguay y Paraná son los ríos principales.
    • Asunción, la capital, ofrece el perfil de una ciudad cosmopolita con escala humana.
    • De amplias y arboladas avenidas, con ejemplares floridos en todas las estaciones del año, posee una eficiente infraestructura de hoteles, shoppings, cines y teatros.
    • Otras ciudades importantes son las fronterizas: Encarnación, Ciudad del Este y Pedro Juan Caballero.

    : Embajada de la República del Paraguay en la República de Ecuador :: Perfil Político y Geográfico

    ¿Qué territorio le robó Argentina a Bolivia?

    Artículo original El enclaustramiento de Bolivia y el factor Argentina * The enclosement of Bolivia and the Argentina factor Pablo Lacoste**, Diego Jiménez Cabrera*** **Instituto de Estudios Avanzados, Universidad de Santiago, Santiago, Chile. Correo electrónico: [email protected] ***Instituto de Estudios Avanzados, Universidad de Santiago, Santiago, Chile.

    Correo electrónico: [email protected] Resumen Este artículo examina el papel que cupo a Argentina en el enclaustramiento de Bolivia. Se considera tanto su acción durante la Guerra del Pacífico, cuando Bolivia perdió su litoral, como frente a las propuestas chilenas de devolverle salida al mar, tanto en 1895 como en 1975.

    Se demuestra que Bolivia se acercó a Argentina, esperando obtener ventajas en sus conflictos contra Chile. A su vez, Argentina atrajo a Bolivia a su esfera de influencia para presionar a Chile, pero sin asumir compromisos fuertes con el país altiplánico.

    Posteriormente, Chile cedió frente a Argentina. Una vez alcanzados sus objetivos, Buenos Aires soltó la mano a Bolivia, que perdió las oportunidades de recuperar su salida al mar. El texto resulta de interés actual debido a la controversia en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), organismo ante el cual Bolivia ha demandado a Chile por frustrar las expectativas generadas con las propuestas de salida al mar de 1895 y 1975.

    Palabras claves: enclaustramiento de Bolivia, conflicto Bolivia-Chile, política exterior argentina. Abstract The paper examines the role that Argentina had in the enclosure of Bolivia. It considers both its action during the Pacific War, when Bolivia lost its coastline, as during Chilean proposals back out to sea, both in 1895 and 1975.

    1. It shows that Bolivia went to Argentina, hoping to gain advantage in their conflicts against Chile.
    2. In turn, Argentina drew Bolivia into his influence sphere to pressure Chile, but without assuming strong commitments with that.
    3. Subsequently, Chile gave way to Argentina.
    4. Once achieved its objectives, Buenos Aires released the hand of Bolivia, which lost the opportunity to recover its access to the sea.

    The text is of current interest because of the controversy submitted in the International Court of Justice (ICJ), between Bolivia and Chile. Keywords: enclosement of Bolivia, Chile-Bolivia conflict, Argentinian foreign policy. Introducción Es un error muy esparcido y que se repite diariamente en la prensa y en la calle, al opinar que Bolivia tiene derecho de exigir un puerto en compensación de su litoral.

    • No hay tal cosa, Chile ha ocupado el litoral y se ha apoderado de él con el mismo título con que Alemania anexó al Imperio la Alsacia y la Lorena, con el mismo título con que los EE.UU.
    • De América han tomado a Puerto Rico.
    • Nuestros derechos nacen de la victoria, la ley suprema de las naciones.
    • Abraham König, 13 de agosto de 1900 En 2011, el presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció que su país demandaría a Chile ante la CIJ para exigir una salida al mar.

    El fundamento se basaba en que, según Bolivia, después de la guerra del Pacífico, varias veces Chile propuso compensar al país altiplánico con ofertas concretas de salida soberana al mar, que luego se frustraron, como las de 1895 (Arica o caleta Vítor) y 1975-1978 (Charaña) (Inarra, 2011, p.56; S.

    1. Fernández, 2014, p.182; Estado Plurinacional de Bolivia, 2014, pp.25-30).
    2. Desde la perspectiva de los abogados bolivianos, esas propuestas chilenas fueron actos jurídicos unilaterales que modificaron los tratados.
    3. Con estos fundamentos, el Gobierno de Bolivia inició una estrategia política tendiente a presionar a Chile y solucionar su trauma nacional.

    La idea era exigir la reparación, a partir de la impugnación moral de la anexión dispuesta por Chile con el “Memorándum König” de 1900 y el Tratado de 1904. Desde una perspectiva crítica, se percibe que tanto Bolivia como Chile han abordado el conflicto con enfoques nacionalistas, que tienden a demonizar o minimizar al otro, sin capacidad de diálogo ni de construir alternativas de consenso.

    Se ha creado así una suerte de enfrentamiento discursivo entre ambas naciones, sin mayores perspectivas de solución política (Molina, 2014a, 2014b). Se hace urgente, entonces, aportar un nuevo enfoque, capaz de superar las miradas nacionalistas. Para avanzar en esta dirección, el presente artículo propone ensanchar el campus político regional mediante la incorporación de un actor central en esta trama que ha sido invisibilizado en los debates: Argentina.

    Incluir el factor Argentina en el problema implica visibilizar el papel que cupo al Estado del Plata en este proceso ¿En qué medida el Estado argentino contribuyó a generar y sostener el enclaustramiento boliviano? ¿Cuál fue su papel en la frustración de las propuestas chilenas de 1895 y 1975? Resulta importante despejar esta incógnita para poder comprender mejor el conflicto, pues estos temas constituyen las bases mismas del reclamo boliviano.

    Planteamiento del problema El enclaustramiento boliviano es un problema grave, tanto para Bolivia como para Chile y la región. Para el país altiplánico es un trauma nacional de profundo significado psicológico, cultural y social. “El mar para Bolivia se ha convertido en la causa y cura de todos sus pesares y un requisito sine qua non para su desarrollo” (S.

    Fernández, 2014, p.72). “El enclaustramiento marítimo produjo una transformación profunda que aún hoy afecta la idiosincrasia de los bolivianos” (Molina, 2014b, p.17). Este tema es “una causa nacional” (G. Fernández, 2014, p.65). “Bolivia cree profundamente que es pobre porque le han quitado el mar” (Brockmann, 2014, p.79).

    Para Chile, este problema genera una tensión permanente que, a pesar de algunos intentos por ignorarlo, termina apareciendo una y otra vez en la superficie. Así lo ha reconocido, en su momento, el actual canciller de Chile para quien este país tiene que admitir que el problema del enclaustramiento de Bolivia no es sólo un problema de éste, sino también de Chile (Muñoz, 1989).

    La persistencia de este problema frustra las expectativas de Chile de afianzar su liderazgo en el Cono Sur y afecta su proyección internacional. Finalmente, para la región, este asunto es una suerte de pozo sin fondo, un manantial inagotable de aguas contaminadas.

    1. Como un problema regional y bilateral, el enclaustramiento boliviano ha carecido de miradas integrales.
    2. Han predominado los enfoques nacionalistas, tanto en Chile como en Bolivia; también se han generado iniciativas de buena voluntad, tendientes a buscar una solución que permita superar el obstáculo (Forteza y Devés, 2006), pero sin examinar crítica ni autocríticamente la causa del conflicto.

    El enclaustramiento de Bolivia tiende a perpetuarse por el avanzado proceso de construcción de una actitud hostil entre los países involucrados, particularmente de Bolivia hacia Chile. La literatura especializada elaborada por los intelectuales bolivianos ha conformado, lenta y sostenidamente, un relato que tiende a demonizar a Chile; este país se caracteriza, según esos enfoques, por su tendencia agresiva, expansionista, cínica e imperialista.

    1. Un autor califica a Chile de nación “astuta, ambiciosa y poco escrupulosa” (Querejazu, 2010, p.9).
    2. Otro intelectual boliviano tilda el accionar de Chile en términos de “cinismo inaudito”, capaz de actuar con “móvil inmoral” (Escobari, 2013, p.94).
    3. Su accionar se evalúa como “monstruoso e impune delito de despojo” (Becerra de la Roca, 2005, p.16), capaz de “un comportamiento desleal y traidor”; Chile fue “paladín de la agresión” (Becerra de la Roca, 2005, pp.64 y 66).

    Por otra parte, Bolivia “sigue siendo una opinión pública criada, desde la escuela y por un buen siglo ya, en la hostilidad hacia Chile y para la cual Chile es el enemigo y codicioso usurpador” (Brockmann, 2014, p.84). “En Bolivia el tiempo se ha detenido y vivimos aún el momento de una guerra de hace más de un siglo.

    • El imaginario colectivo boliviano tiene la noción de que Chile es el enemigo” (Salazar, 2006, p.74).
    • En líneas generales, los analistas bolivianos señalan que Chile es “una nación enemiga que encarna el mal” y “actuar en contra de este enemigo es el camino a la gloria y a alturas legendarias de existencia”.

    Estas palabras se encuadran dentro de lo que los teóricos de la guerra explican acerca de situaciones similares, en las que “cualquiera que no esté de acuerdo con tales verdades es un traidor” (LeShan, 1992, pp.45-46.) En la vereda opuesta, Chile exhibe un discurso negatorio de los derechos originales de Bolivia al litoral.

    Guiados por la idea de justificar la anexión del desierto de Atacama por parte de las fuerzas chilenas en la Guerra del Pacífico, los intelectuales de este país han tendido a sostener que Bolivia carecía de derechos sobre esas tierras y, por lo tanto, Chile nunca la despojó de nada. Para la historiografía chilena, Chile poseía el litoral desde Atacama hasta el límite con Perú; en cambio Bolivia no poseía litoral (Amunátegui, 1863, pp.71-75; Benavides, 1972, pp.3-4; Villalobos, 2002, p.84).

    La construcción de este discurso nacionalista desde el siglo XIX, tanto en Chile como en Bolivia, en lugar de abrir espacios de diálogo constructivos ha levantado barreras ideológicas infranqueables entre ambos países, dejando únicamente sensaciones de frustración.

    • En Bolivia, la actitud chilena de negar los derechos originales de los bolivianos al litoral es considerada un agravio: “cuando escuchan tal aserto, los bolivianos lo toman a provocación y con vehemencia sacan a relucir argumentos y mapas” (Brockmann, 2014, p.80).
    • En Chile ocurre lo mismo: causa mala impresión la constante demonización del vecino realizada por historiadores, intelectuales y gobernantes (Salazar, 2006, p.97; Molina, 2014b, p.28; Brockmann, 2014, p.86).

    El resultado de estas acciones ha sido crear una profunda antipatía popular. Ello se ha visibilizado en las encuestas de opinión (Salazar, 2006, p.89). En los últimos años, esta tendencia negativa se ha agravado considerablemente. Si en 2006 el 13% de la población chilena estaba de acuerdo con ceder una salida soberana al mar para Bolivia, en 2014 ésta cayó al 9%.

    De manera inversa, la actitud de no ceder absolutamente nada a Bolivia subió del 33% en 2006 al 43% en 2008 y al 58% en 2014 (El Mercurio, 2014). Éste ha sido el resultado de la estrategia confrontacionista del presidente Evo Morales. Paradójicamente, el gobierno de Bolivia exige al gobierno de Chile que le ceda una salida soberana al mar.

    Al parecer, la élite boliviana ha olvidado las palabras de sus más reconocidos prohombres como Rafael Bustillo: “La enajenación del territorio es cosa tan grave que () está fuera de las facultades ordinarias del gobierno” (Becerra de la Roca, 2005, p.164).

    1. Ceder territorio nacional es una acción compleja para un gobierno; y mucho más si tiene la oposición del 92% del pueblo.
    2. El rechazo casi unánime del pueblo chileno a la idea de ceder una salida al mar soberana a Bolivia es un problema político serio, pues limita y restringe el margen de maniobra del gobierno de Chile.

    Aunque los gobernantes de Chile lo deseen, y el Estado boliviano insista, las autoridades chilenas no pueden conducir la política exterior en una dirección repudiada por su pueblo. Este drama lo vive el actual gobierno de Chile, cuyo canciller, Heraldo Muñoz, en su momento se manifestó en favor de solucionar el problema del enclaustramiento de Bolivia (Muñoz, 1989).

    1. Pero no puede aplicar esta política desde el poder, debido a la falta de consenso en las bases sociales.
    2. Por este motivo, desde el siglo XX se ha consolidado en Chile un enfoque negador: “la mejor relación con Bolivia es no tener relaciones” (Molina, 2014b, p.31).
    3. El rechazo del pueblo chileno a darle mar a Bolivia es resultado directo de la constante hostilidad del gobierno boliviano contra Chile.

    En los últimos años, durante los gobiernos de Carlos Mesa y Evo Morales, la política del país altiplánico ha sido guiada por enfoques radicales, lo cual, en lugar de mejorar el ambiente de cordialidad con los vecinos, ha tendido a generar crispación y tensiones.

    Así lo han admitido expertos bolivianos, como el ex canciller Armando Loayza (Durán, 2014). Desde el plano académico, también se comparte esta autocrítica: “tampoco ayuda la beligerancia de las declaraciones del presidente Morales sobre Chile” (Molina, 2014b, p.28). Se ha creado entonces una situación de bloqueo: cada país se ha enroscado en su propia visión nacionalista.

    Al sostenerse estas posiciones en el tiempo, se ha terminado por construir lo que Clausewitz llama “sentimiento hostil” (Von Clausewitz, 1997, p.127). Los sucesivos gobiernos de Bolivia han construido una imagen demonizada de Chile, la cual, a través de la escuela, se ha terminado por imponer como ideología dominante en el pueblo boliviano, situación que el diplomático boliviano Armando Loayza ha calificado como la imposición del “irredentismo boliviano”.

    Con este discurso, es posible que Bolivia esté incubando una peligrosa reactivación de las ideologías reivindicacionistas de los geopolíticos europeos de las décadas de 1930 y 1940. La decisión del Estado Boliviano de demonizar Chile a través de la escuela se ha profundizado últimamente con la decisión del presidente Morales de imponer la lectura de El libro del mar como texto obligatorio en las escuelas (el 23 de marzo de 2015).

    En Chile, la sociedad ha respondido con una posición nacionalista intransigente. En este contexto, el enclaustramiento de Bolivia parece un problema sin solución, una suerte de oxímoron, o bien, un intento de “cuadrar el círculo” (Molina, 2014b). Para agravar aún más el bloqueo del conflicto, cada país ha levantado dos principios más que resultan antagónicos entre sí.

    Por un lado, Chile se ha inclinado varias veces a ceder una salida al mar a Bolivia a cambio de una compensación territorial equivalente. Así se manifestó expresamente, v. gr,, en la propuesta de Charaña. Empero, la posibilidad de ceder territorio a Chile es considerada inaceptable en Bolivia. Frente a este bloqueo, resulta oportuno abordarlo desde otra perspectiva.

    El objetivo es examinar el conflicto del enclaustramiento boliviano más allá de la relación bilateral, incorporando el papel que cupo a la Argentina, desde una mirada crítica. Así, el objetivo final es entregar una nueva perspectiva que estimule el análisis autocrítico en ambos países y a la vez abra el camino para encontrar otras soluciones.

    • Argentina y la “Cuestión del Pacífico” (1873-1881) En 1873, Bolivia y Perú firmaron el tratado secreto de alianza militar, con expresa voluntad de sumar a Argentina.
    • Este proyecto se consideraba probable, dado que esta tercera nación tenía pendiente con Chile la definición de la soberanía sobre la Patagonia (1.000.000 de km2).

    En 1856, Argentina y Chile habían firmado un tratado por el cual se comprometieron a resolver sus fronteras a partir del uti possidetis iuris de 1810. Empero, la Patagonia (igual que el desierto de Atacama) no fue colonizada por los españoles en el período colonial.

    Por este motivo, las delimitaciones administrativas del imperio eran poco conocidas y había incertidumbre sobre el contenido de los documentos de prueba. Ante las dificultades de resolver el pleito por medio de los títulos jurídicos, no se descartaba la solución mediante la guerra. Por este motivo, Bolivia y Perú consideraban que Argentina podía interesarse por suscribir el Tratado Secreto de 1873.

    Con este objetivo mandaron al peruano Manuel de Yrigoyen a Buenos Aires a obtener el apoyo argentino. Argentina negoció su incorporación al Tratado Secreto de 1873 durante tres años. En setiembre de 1873 el poder ejecutivo resolvió adherir al tratado (Yrigoyen, 1921 p.93).

    • El presidente Sarmiento lo remitió al Congreso y en sesión secreta de septiembre de ese año la Cámara de Diputados lo aprobó por 48 votos a favor y 18 en contra.
    • Se abrió, entonces, una nueva negociación para obtener el consenso del Senado.
    • Diversos puntos menores dilataron su tratamiento, pero la media sanción dada en la Cámara de Diputados mantuvo la tensión en los años siguientes (Gutiérrez, 2012, pp.270-296; Villalobos, 2002, pp.104-105).

    En 1878, los blindados chilenos se desplegaron en el Atlántico Sur y reivindicaron los derechos chilenos sobre la Patagonia oriental, apoyados jurídicamente en las Reales Cédulas del siglo XVI y el principio del uti possidetis iuris, La firma del tratado Fierro-Sarratea, en diciembre de 1878, determinó el sometimiento de la totalidad de la Patagonia al arbitraje, el cual sería ganado por Chile.1 Dos meses después estalló la Guerra del Pacífico, y Argentina hizo una prueba elocuente de realismo político, al aprovechar la circunstancia para soltar definitivamente la mano a Bolivia y negociar con Chile el Tratado de Límites de 1881, por el cual anexó gran parte de la Patagonia: 1.000.000 de km2.

    • Mientras tanto, Bolivia, abandonado a su suerte, se enfrentó a la tragedia: “Bolivia perdió más que territorio (126.000 km2) y riquezas mineras.
    • Quedó encerrada detrás de la cordillera de los Andes, sin cualidad marítima y dependiente para su desarrollo de los puertos de Chile” (G.
    • Fernández, 2014, p.49).

    De Estanislao Zeballos al “Memorándum König” El segundo episodio se produjo en 1895, en oportunidad de la entrega de la propuesta chilena a Bolivia que concedía una salida al mar después del plebiscito con Perú. Por el tratado Barros-Gutiérrez, Chile formuló a Bolivia una propuesta por la cual le aseguraba salir del enclaustramiento, sea cual fuere el resultado del plebiscito establecido en el Tratado de Ancón (1883), por el cual los pueblos de Tacna y Arica debían expresarse para definir si volvían a incorporarse a Perú o si se mantendrían dentro de Chile.

    Conforme al tratado del 18 de mayo de 1895, si Chile ganaba el plebiscito, cedería Tacna y Arica a Bolivia. En caso contrario, Chile cedería a Bolivia el territorio inmediatamente al sur, desde la Caleta Vítor hasta la de Camarones. El acuerdo fue firmado por los cancilleres Heriberto Gutiérrez (Bolivia) y Luis Barros Borgoño (Chile) (Lagos, 1981, p.84; S.

    Fernández, 2014, pp.58-59). Posteriormente fue perfeccionado por el Protocolo del 9 de diciembre de 1895, en el cual se emplazaba a Chile a ceder la salida al mar a Bolivia en un plazo máximo de dos años. Además, se estableció que el territorio cedido por Chile debía satisfacer las necesidades presentes y futuras de Bolivia, dejando su ponderación a criterio de este último (Carrasco, 1990, p.112).

    Estos acuerdos de 1895 son claves para el actual pleito de ambas naciones ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), pues se trata de uno de los antecedentes invocados por Bolivia para sostener su posición de reivindicar los “derechos expectaticios” generados por Chile con sus ofertas de salida al mar (Estado Plurinacional de Bolivia, 2014, p.25).

    Con estos acuerdos, Bolivia tenía en sus manos la solución concreta para salir de su enclaustramiento. Pretendía de este modo iniciar un camino que debía conducir al retorno del país altiplánico al Pacífico, por lo que se crearon grandes expectativas de solucionar el conflicto.

    • Finalmente, el proyecto se frustró.
    • El libro del mar se limita a sostener que Chile no cumplió con este compromiso asumido en mayo de 1895, sin explicar lo que ocurrió (Estado Plurinacional de Bolivia, 2014, p.25).
    • Y eso es lo que conviene examinar ahora.
    • En las negociaciones de 1895, Bolivia lograba una salida al mar, a la vez que reconocía a Chile la soberanía sobre los territorios de Atacama, conquistados en la Guerra del Pacífico.

    Ello incluía la Puna de Atacama, tal como se había estipulado en el tratado Reyes-Matta, suscrito en La Paz el 19 de mayo de 1891 (Corbacho, Corigliano, Machinandiarena de Devoto, González de Oleaga y Tedesco, 1999, p.36). Ése era el quid pro quo de los acuerdos diplomáticos entre estos dos países.

    • Sin embargo, simultáneamente, y sin informar a Chile, Bolivia utilizó parte de esos mismos territorios para negociar con Argentina.
    • Éste fue el sentido de los tratados Quirno Costa-Vaca Guzmán (Buenos Aires, 10 de mayo 1889) y Cano-Rocha (Sucre, 12 de diciembre de 1895), a través de los cuales Bolivia cedió a Argentina los derechos sobre la Puna de Atacama a cambio de la soberanía definitiva sobre Tarija.

    En otras palabras, Bolivia ofreció simultáneamente el mismo espacio a dos países distintos, tratando de obtener ventajas de cada uno. Al parecer, los diplomáticos bolivianos no advirtieron a tiempo que sería imposible cumplir a la vez con las dos contrapartes.

    La historiografía argentina ha explicado este fenómeno en los siguientes términos: La actitud de la diplomacia boliviana respecto la cuestión de la Puna de Atacama fue la de ofrecerla simultáneamente a los gobiernos de la Argentina y Chile, procurando con este doble juego extraer las máximas ventajas posibles de sus dos poderosos vecinos -ventajas tales como, por ejemplo, obtener el territorio de Tarija de la Argentina y la salida al Pacífico de Chile.

    (Corbacho et al., 1999, p.146). El documento decisivo de este proceso fue el protocolo firmado en Sucre, el 12 de diciembre de 1895, entre el embajador Dardo Rocha y el canciller boliviano Emeterio Cano. Era evidente que Bolivia no tenía posesión real de la Puna, pues ese territorio fue conquistado por Chile durante la Guerra del Pacífico, ocupado desde 1887 y gobernado a partir de entonces (Espinosa, 1958, p.108).

    1. De todos modos, esos títulos podían ser de utilidad para Buenos Aires si se acompañaban de poder militar y diplomacia activa.
    2. Además, dentro del bloque de poder rioplatense, este acuerdo servía a los intereses de los halcones, liderados por Estanislao Zeballos.2 En los hechos, este tratado representaba una reactualización del Tratado Secreto de 1873, y brindó grandes esperanzas a los altos mandos de las fuerzas armadas de Bolivia.

    La seductora misión Rocha en Bolivia fue acompañada por un conjunto de medidas concretas a través de las cuales Buenos Aires se inclinaba a asumir un papel activo en los conflictos del Pacífico. El antecedente más relevante se había registrado durante la segunda gestión de Estanislao Zeballos como canciller (1891-1892).

    En el marco del incidente del Baltimore, que estuvo a punto de generar un conflicto militar entre Chile y EE.UU., Zeballos expresó su respaldo a este último, al que ofreció información de inteligencia y suministros en caso de eventual invasión al norte de Chile (Barros, 1963; Corbacho et al., 1999, pp.20-21).

    Paralelamente, Zeballos impulsó la mayor carrera armamentista de la historia argentina. Un hito clave fue la incorporación del acorazado 25 de mayo (1891), al cual siguió el 9 de julio (1892). Así, la flota de guerra argentina se transformaba, de reserva defensiva fluvial, en poder marítimo.

    Esta tendencia se profundizó con la firma del tratado Cano-Rocha, el que abrió el camino al crecimiento del poder marítimo argentino. Pocos días después de aquel tratado, los días 8 y 11 de enero de 1896, la Cámara de Diputados argentina aprobó la autorización de 14 millones de pesos oro para la compra de acorazados en la casa Ansaldo de Italia (Espinosa, 1958, p.129).

    La flota de guerra de Argentina incrementó sus capacidades con la incorporación de los acorazados Buenos Aires y Garibaldi (1896), San Martín (1897), Belgrano y Pueyrredón (1898). A ello se sumaron los destructores Santa Fe y Misiones (1896), Entre Ríos y Corrientes (1897).

    Además, por la ley 3.450 del 30 de noviembre de 1896, el Congreso aprobó nuevos fondos para la construcción de un puerto militar. Entre 1895 y 1898 las capacidades navales de Argentina subieron de 24.946 a 43.078 toneladas métricas (Corbacho et al., 1999, p.44-45). De esta manera se fue creando un clima de hostilidad en el Cono Sur.

    Dentro de este proceso de carrera armamentista, el Protocolo Cano-Rocha fue un complemento diplomático de singular importancia. Así lo ha señalado un historiador boliviano, para quien el acuerdo mencionado “casi lleva a la guerra a ambos países. Bolivia contaba con este hecho y su posible alianza con Argentina” (S.

    • Fernández, 2014, p.65).
    • La firma del Protocolo Cano-Rocha y el ambiente de sintonía entre Argentina y Bolivia generaron un nuevo clima en las relaciones entre Bolivia y Chile.
    • El negociador boliviano se sintió empoderado por la eventual alianza con Argentina, por lo que endureció su posición contra Chile.

    Ello se reflejó en el Protocolo Aclaratorio firmado en Santiago el 30 de abril de 1896 por el canciller chileno, Adolfo Guerrero Vergara, y el ministro plenipotenciario de Bolivia, Heriberto Gutiérrez. Este documento abordaba diversas materias y establecía nuevas condiciones para viabilizar los acuerdos alcanzados en 1895.

    El punto saliente fue la decisión por la cual se establecía que “la falta de aprobación de uno de los congresos del protocolo del 9 de diciembre o su aclaración hecha importaría un desacuerdo sobre la base fundamental de los pactos de mayo (de 1895) que los haría ineficaces en su totalidad” (Carrasco, 1990, p.113).

    Posteriormente, la gradual incorporación de buques de guerra a la marina argentina tendió a incrementar la actitud optimista de la élite boliviana y a endurecer sus posturas frente a Chile. Ello se reflejó en diciembre de 1896, cuando el parlamento de Bolivia declaró la necesidad de revisión de la caleta (Caleta Vítor) que Chile le cedería, pues ésta no reunía las condiciones económicas adecuadas.

    Esto era, lisa y llanamente, volver a fojas cero” (Barros, 1963, p.535). La diplomacia chilena se vio en una situación de asedio con dos frentes abiertos. Al endurecimiento de las actitudes de Bolivia, se sumó la nueva exigencia de la diplomacia argentina. La firma del Protocolo Cano-Rocha había dado a Buenos Aires el sustento que necesitaba para llevar adelante la ofensiva diplomática contra Chile.

    El gobierno argentino exigió a Chile el reconocimiento de los derechos sobre la Puna de Atacama. Esta vez, la posición de Buenos Aires podía exhibir títulos jurídicos y fuerzas militares renovadas. De todos modos, las expectativas de los sectores belicistas de Bolivia y de Argentina se vieron frustradas.

    El conflicto trasandino se decantó hacia la solución negociada: no hubo guerra entre Argentina y Chile, sino una solución pacífica. El 24 de marzo de 1899, el Laudo Buchanan cedió 64.000 km2 a Argentina (85%) y 11.000 a Chile (15%). De esta manera se cerró el proceso formalizado con el Protocolo Cano-Rocha de 1895.

    Argentina terminó por incorporar un amplio territorio a su soberanía. Cumplida su misión, la diplomacia argentina se replegó nuevamente hacia el Plata, renunciando a la lucha del poder en el Pacífico. Así se estableció en los Pactos de Mayo (1902). El significado de este tratado fue que Argentina soltó la mano de Bolivia nuevamente.

    Lo que para Argentina fue una diversión táctica para ensanchar su territorio soberano, para Bolivia fue muy diferente. En efecto, la decisión de firmar el Protocolo Cano-Rocha tuvo un efecto negativo en las relaciones entre Bolivia y Chile. La historiografía chilena ha señalado con claridad el impacto que produjo en Santiago la noticia del acuerdo Cano-Rocha, una vez publicada por la prensa argentina: “El canciller Guerrero llamó al ministro boliviano Gutiérrez y le explicó que, ante las actuales circunstancias, los tres protocolos quedaban en la nada” (Barros, 1963, p.535).

    Por su parte, la historiografía argentina también ha registrado esta tensión: “La cancillería chilena reaccionó contra el Protocolo Cano-Rocha y elevó su protesta al ministro boliviano en Santiago, sosteniendo que Bolivia había concedido a la Argentina un territorio del cual Chile era el legítimo propietario” (Corbacho et al., 1999, p.38).

    El territorio perdido por Chile equivalía a la suma de las actuales regiones de Valparaíso, Maule y Bío Bío. Al aceptar ese acuerdo, Bolivia agravió a Chile y lo colocó en una posición bochornosa. Chile evitó la guerra contra Argentina, pero a un alto costo. Chile sufrió como una humillación la pérdida de la Puna, y la soportó en silencio frente a los diplomáticos argentinos.

    Pero esa frustración se canalizaría en las negociaciones con Bolivia. El Protocolo Cano-Rocha significó para Chile la pérdida de la mayor parte de la Puna, pero al mismo tiempo provocó la frustración de la propuesta de salida al mar para Bolivia, firmada en mayo de 1895.

    Así lo ha reconocido la intelectualidad boliviana, al admitir que el Protocolo Cano-Rocha “enfadó y perjudicó las negociaciones bilaterales” (S. Fernández, 2014, p.62), perdiéndose de este modo la confianza entre Chile y Bolivia (Jeffs, 2014, p.99). “Chile cierra la posibilidad de negociar un puerto para Bolivia; ya no estaba dispuesto a ceder territorio y, por ello, acredita en La Paz como ministro plenipotenciario a Abraham König” (S.

    Fernández, 2014, p.65). La visión es compartida también en Chile: “la actitud boliviana en el problema de la Puna de Atacama y sus exigencias posteriores fueron determinantes en el fracaso de las negociaciones chileno-bolivianas” (Carrasco, 1990, p.114).

    1. La figura de König ingresó en el centro del escenario de las relaciones entre Chile y Bolivia como resultado de este proceso.
    2. En cierta forma, el “Memorándum König”, por el cual Chile anunció su decisión de cancelar los proyectos de conceder una salida al mar a Bolivia, se comenzó a redactar en el despacho del canciller argentino Estanislao Zeballos.

    La firma de los Pactos de Mayo (1902) abrió el camino al Tratado de Límites entre Chile y Bolivia (1904). Entre Charaña y el canal Beagle La firma de los Pactos de Mayo inauguró un largo período de paz entre Argentina y Chile. Muchos buques de guerra se revendieron a grandes potencias y sirvieron en conflictos del hemisferio norte, como la guerra ruso-japonesa (1905) y la Primera Guerra Mundial.

    1. Argentina se dio por satisfecha con los territorios ganados y durante un largo período de tiempo no volvieron a surgir conflictos.
    2. Esta situación cambió con motivo del laudo arbitral de las islas del canal de Beagle (1977), proceso que reactivó la tradición nacionalista argentina y la escuela de Estanislao Zeballos, liderada en ese entonces por geopolíticos como Osiris Villegas, los historiadores de la Academia Nacional de la Historia y los halcones del gobierno militar (almirante Emilio Massera, general Luciano Benjamín Menéndez, entre otros).

    Se desencadenó entonces un nuevo proceso de hostilidad trasandina, el cual coincidió cronológicamente con la propuesta de Charaña entre Chile y Bolivia. Nuevamente, la política exterior argentina se iba a cruzar con el problema del enclaustramiento boliviano.

    • La oferta de una salida al mar propuesta por Augusto Pinochet a Bolivia en 1975 es otro de los antecedentes invocados por Evo Morales en la demanda contra Chile en la CIJ por “derechos expectaticios” (Estado Plurinacional de Bolivia, 2014, pp.29-30).
    • Igual que en 1895, Argentina tuvo un papel relevante en estas negociaciones; esta vez lo que estaba en juego no era la Puna de Atacama, sino las islas del canal Beagle y los mares australes.

    La nueva propuesta de salida al mar para Bolivia se formalizó el 8 de febrero de 1975, en la estación ferroviaria de Charaña, en el marco del encuentro entre los presidentes Pinochet y Banzer. Allí se firmó la declaración conjunta para la cual se iniciaban las negociaciones tendientes a ceder una salida al mar para Bolivia.

    1. A partir de entonces se realizaron una serie de reuniones, encuentros e intercambios de notas entre las autoridades de ambos países y de Perú, que era parte involucrada de acuerdo con el Tratado de 1929.
    2. Como era de esperar, las tratativas no fueron fáciles; por un lado, Bolivia se oponía a ceder territorios compensatorios a Chile; por otra, Perú cuestionó la idea original y formuló su propia propuesta.

    El debate se prolongó durante tres años, y tuvo la participación de intelectuales y especialistas, juntamente con la opinión pública a través de los medios de comunicación. Perú demoró 11 meses en contestar la consulta y entregar su contrapropuesta. El 23 de noviembre de 1977, el presidente Pinochet escribió a su par de Bolivia para renovar la decisión de encontrar una solución al enclaustramiento de Bolivia.

    El presidente Banzer respondió el 21 de diciembre, para avanzar en esa dirección. El 18 de enero de 1978, Pinochet contestó con una nueva carta, que mantenía viva la negociación. El 10 de marzo, el enviado confidencial del presidente Banzer, Wily Vargas Vacaflor, sostuvo dos entrevistas con el canciller chileno, Patricio Carvajal.

    El tema ha sido examinado por la bibliografía especializada (Carrasco, 1990, pp.279-299; S. Fernández, 2014, pp.107- 129). Empero, el 17 de marzo de 1978, Bolivia anunció que cancelaba las negociaciones y rompía relaciones diplomáticas con Chile. En el relato oficial de Bolivia, la propuesta de Charaña se frustró exclusivamente por decisión de Chile (Estado Plurinacional de Bolivia, 2014, pp.29-30).

    Sin embargo, un análisis más profundo de los hechos muestra algo diferente. El motivo de la decisión de Bolivia estaba, una vez más, en Argentina. El conflicto del Beagle, iniciado en 1915, culminó con el Laudo Arbitral Internacional del 1 de mayo de 1977, en plenas negociaciones entre Chile y Bolivia por la salida al mar.

    El laudo había otorgado a Chile las tres islas en disputa y la soberanía sobre el mar, desde el canal de Beagle hacia el sur. Acorde con los compromisos contraídos, el fallo era inapelable y obligatorio para las partes. El laudo fue inmediatamente aceptado por el gobierno chileno, no así por el argentino.

    1. En vez de acatarlo, el gobierno militar de Buenos Aires inició un movimiento de acercamiento hacia sus pares de Bolivia y Perú, con vistas a tantear un posible entendimiento.
    2. Se realizaron consultas y encuentros al más alto nivel entre autoridades de los tres países, a la vez que se enfriaban las relaciones con Chile.

    Finalmente, el 25 de enero de 1978 el gobierno militar argentino anunció que declaraba nulo el laudo arbitral. Luego, el 17 de marzo de 1978, el gobierno boliviano rompió relaciones diplomáticas con Chile, en solidaridad con la posición argentina. Para comprender el estado de las relaciones entre Argentina y Bolivia, resulta esencial revisar el estado del vínculo argentino-boliviano en el período 1975-1978 a nivel político.

    1. En primer lugar, cabe señalar que las relaciones entre ambos países adquirieron un considerable nivel de desarrollo en paralelo al Acuerdo de Charaña.
    2. Por ejemplo, ambos países suscribieron el 2 de abril de 1975 un convenio administrativo de cooperación entre las respectivas fuerzas aéreas, el que contempló la cooperación en mantenimiento de cazas bombarderos Sabre F-86-F y el proceso de asistencia técnica e instrucción de cuadros de la fuerza aérea argentina a la boliviana (Biblioteca Digital de Tratados del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina, 2 de abril de 1975, p.1).

    Esta alianza se desarrolló dentro de una robusta agenda conjunta que contemplaba acuerdos en materia energética, integración física, protección conjunta de parques fronterizos, entre otros. Los acuerdos señalados se vieron sistemáticamente reforzados y actualizados por cinco declaraciones conjuntas de carácter vinculante en el período 1976-1978.

    Un tema presente en todas ellas fue la mediterraneidad boliviana, sobre la cual Argentina y Bolivia se pronunciaron inicialmente en los siguientes términos: Coinciden en reafirmar, tal como se expresara en la declaración presidencial conjunta suscrita en Buenos Aires el 15 de noviembre de 1973, que la situación de mediterraneidad que afecta a Bolivia constituye un factor limitante para su desarrollo que disminuye la efi del proceso de integración de América Latina.

    Con respecto a esta materia el Canciller argentino manifiesta una vez más la complacencia de su Gobierno por los avances logrados y expresa su confianza en que las negociaciones en curso permitirán alcanzar un arreglo satisfactorio para todas las partes involucradas, resultando una solución efectiva para el actual enclaustramiento de Bolivia.

    (Biblioteca Digital de Tratados del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina, 16 de marzo de 1976, p.4) La referencia anterior se señaló en dos declaraciones presidenciales conjuntas de Argentina y Bolivia entre 1975 y 1978 (Biblioteca Digital de Tratados del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina, 30 de octubre de 1976, p.3; Biblioteca Digital de Tratados del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina, 8 de julio de 1976, p.3).

    Como se puede observar, el apoyo argentino a Bolivia fue expresado en términos relativos, por no pronunciarse Argentina sobre el contenido ni el alcance de la solución, más allá de que ésta resultase satisfactoria para todas las partes en controversia.

    No obstante, el gobierno argentino, una vez publicado el rechazo al laudo arbitral y fracasado el Acuerdo de Charaña, comenzó a movilizar sus fuerzas armadas hacia las fronteras con Chile, a la vez que incrementaba su producción de armamento. Para satisfacer la creciente demanda de sus fuerzas armadas nacionales, el director de Fabricaciones Militares, general Diego Ernesto Urricarit, anunció que la institución estaba incrementando su esfuerzo en la producción de material bélico (Los Andes, 1978, 29 de julio).

    La flota naval argentina realizó preparativos para demostrar su poder en el Atlántico Sur. El buque insignia era el portaviones 25 de mayo, el cual realizó intensos ejercicios de entrenamiento diurno y nocturno. Los buques de guerra, desde sus bases de Puerto Belgrano, y los submarinos, desde sus apostaderos en Mar del Plata, realizaron maniobras para familiarizar a sus oficiales y tripulantes con el teatro de operaciones del Atlántico Sur.

    El 17 de diciembre, un avión espía chileno avistó al portaviones 25 de mayo, el crucero General Belgrano y otros nuevos destructores de la flota de mar rioplatense en posiciones amenazantes (Arancibia y Bulnes, 2014, pp.204 y 138). En Chile, el gobierno trabajaba con la Hipótesis Vecinal 3 (HV3), es decir, una guerra a tres frentes.

    Por tercera vez se planteaba la probabilidad de la alianza de los tres países juntos contra Chile, tal como se había intentado en el Tratado Secreto de 1873. El gobierno nacional llamó a la reinscripción a los reservistas nacidos entre 1947 y 1956: 100.000 hombres debieron actualizar sus datos para ser convocados en caso de movilización (Los Andes, 1978, 5 de abril, p.2).

    La flota de guerra de Chile se preparó durante todo 1978 para entrar en combate. Se realizaron varios viajes de entrenamiento al teatro de operaciones sur, con el personal en puestos de combate; se practicaron evoluciones y maniobras. El crucero Latorre fue reparado a marchas forzadas en los astilleros de Talcahuano, para integrar la sección misilística de la flota chilena, junto con los destructores Williams y Riveros y las fragatas misilísticas Lynch y Condell,

    Paralelamente, se movilizaron también los buques artillados: el crucero Prat (buque insignia) y los destructores Cochrane, Blanco, Zenteno y Portales, También se movilizaron hacia el sur los submarinos Simpson, O’Brien y Hyatt, el petrolero Araucano, y otros 18 buques anfibios y auxiliares.

    1. Tras realizar sus maniobras en el sur, la flota de guerra chilena regresaba al puerto de Valparaíso, donde permaneció en estado de alerta (Arancibia y Bulnes, 2014, p.105).
    2. El ambiente estaba cargado de agresividad en la región.
    3. El clima de guerra crecía, y la participación de Bolivia se hacía cada vez más evidente.

    Los primeros días de abril se registraron incidentes en la frontera entre Chile y Bolivia (Los Andes, 1978, 7 de abril, p.4). Para coordinar la futura acción entre Argentina y Bolivia, el canciller del Plata visitó La Paz a fines de ese mes (Los Andes, 1978, 20 de abril, p.1).

    Como resultado de ese encuentro, el gobierno de Bolivia dio a conocer una declaración de respaldo a la posición argentina en “defensa de la integridad territorial”. Así lo expresó su canciller, el general de aviación Óscar Adriazola. Para fortalecer la imagen de sintonía entre Argentina y Bolivia, se firmaron varios convenios (Los Andes, 1978, 21 de abril, p.2; 1978, 22 de abril, p.2).

    Dentro de este juego de emitir señales de alianza, Bolivia reivindicó su salida al mar, y el gobierno argentino expresó su respaldo a esa proclama en dos declaraciones conjuntas (Biblioteca Digital de Tratados del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina, 8 de julio de 1978, pp.2-3; Biblioteca Digital de Tratados del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina, 25 de octubre de 1978, p.3), de las cuales la primera se emitió un mes después del fracaso de las negociaciones de Charaña.

    Posteriormente, el escenario de la sintonía entre Bolivia y Argentina se trasladó a Mendoza, con la visita del comandante en jefe del ejército boliviano. En los actos oficiales se volvió a reivindicar la salida al mar para Bolivia (Los Andes, 1978, 18 de mayo, p.7). Para enardecer aún más el ambiente, durante su visita a la Argentina, el comandante del ejército de Bolivia, general Alfonso Villalpando, acusó a Chile de usurpar su litoral Pacífico.

    Chile respondió que Bolivia recuperaría su salida al mar con diálogo y “no con una campaña antichilena” (Los Andes, 1978, 21 de mayo, p.5). Tres meses después, el gobierno de Bolivia llamó a la unidad nacional porque “sobre el Cono Sur del continente, el espectro de la guerra otra vez proyecta su fatídica sombra”.

    • Luego añadió que Bolivia podía verse involucrada en ese conflicto debido a su “situación geopolítica” (Los Andes, 1978, 24 de agosto, p.4).
    • Poco después, el 27 de agosto de 1978, el matutino El Diario de La Paz, publicó un artículo de guerra-ficción en el que se narraba el comienzo del conflicto con la invasión de tanques chilenos a la Patagonia argentina; luego, los aliados reaccionaban: los blindados argentinos cortaban las líneas de comunicaciones de las fuerzas chilenas; el ejército boliviano invadía el norte de Chile; la aviación peruana bombardeaba Santiago, Pinochet se suicidaba y Chile se rendía.

    Este artículo se publicó posteriormente en la prensa de Chile y Argentina: en El Mercurio, en su edición del 10 de septiembre de 1978, y en Los Andes, en su edición del 14 de septiembre de 1978 (pp.1 y 3). El gobierno argentino llegó efectivamente a poner en marcha los mecanismos para iniciar la guerra contra Chile.

    • Se realizaron desplazamientos de tropas y material bélico hacia las fronteras y la zona austral, tanto del Ejército como de la Marina y la Fuerza Aérea.
    • De la base naval de Usuahia entraban y salían buques de guerra, registrándose una constante actividad (Tapia, 1997, p.71).
    • Entre septiembre y diciembre de 1978, la mayor parte de la población civil de Usuahia fue evacuada hacia Buenos Aires (Tapia, 1997, p.80).

    En Río Gallegos se concentraron 15.000 tropas y 200 tanques, vehículos blindados y piezas antiaéreas (Arancibia y Bulnes, 2014, p.198). Los medios de prensa argentinos coincidieron en fomentar un ambiente prebélico, propio de las vísperas de una guerra (Lacoste, 2001, pp.101-107).

    El gobierno contribuía a este clima con medidas de alto impacto, como el apagón de Buenos Aires, ocurrido el 24 de octubre de 1978 (Arancibia y Bulnes, 2014, p.137) y la suscripción en la ciudad boliviana de Yacuiba, el 25 de octubre de 1978, de una declaración conjunta con Bolivia que se pronunciaba sobre el enclaustramiento de esta última en los términos expresados a continuación: 3.

    El Presidente de Bolivia agradeció el permanente apoyo del Gobierno y pueblo argentinos para superar el enclaustramiento geográfico que retarda desde hace casi un siglo el desarrollo económico y social de su país. Por su parte, el presidente de la Argentina ratificó, una vez más, el firme y decidido apoyo de su país a la justa aspiración boliviana de obtener un acceso soberano al Pacífico.

    El presidente de la Argentina reiteró la decisión de su Gobierno de otorgar a Bolivia facilidades para su vinculación natural con el Atlántico, a través de territorio argentino; vinculación que, además de aliviar en parte la mediterraneidad que afecta a Bolivia, significa el reconocimiento del papel que a ésta le corresponde en el sistema de la Cuenca del Plata.4.

    El Presidente argentino ratificó ante el Presidente de Bolivia la indiscutible jurisdicción que la República Argentina ejerce en el Atlántico suroccidental. Asimismo, reafirmó el derecho de su país a ejercer soberanía sobre las Islas Malvinas, conforme a los principios jurídicos y derechos históricos que la sustentan El Presidente de Bolivia, reiterando los principios que sostiene su país relativos al respeto a la integridad territorial y a la preservación del patrimonio geográfico de las Naciones Americanas, expresó el reconocimiento y respaldo de su Gobierno a las reivindicaciones que, en un plano de entendimiento, defiende la República Argentina.

    • Biblioteca Digital de Tratados del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina, 25 de octubre de 1978, pp.3-4).
    • De este modo, ambos países sustentaban sus respectivas proclamas territoriales.
    • Por una parte, Argentina brindó un apoyo acérrimo a la aspiración soberana al Pacífico de Bolivia y comprometió las medidas necesarias para la integración boliviana a la Cuenca del Plata.

    Al mismo tiempo, Bolivia respaldó la demanda argentina sobre las islas Picton, Nueva y Lennox, al referirse el gobierno argentino al “Atlántico suroccidental”. Esto último, sumado a la suscripción de un acuerdo sobre el estudio conjunto de los usos pacíficos de la energía nuclear, el 21 de abril de 1978 en La Paz, cuyos estudios por comisión mixta quedaron comprometidos para marzo de 1979 (Biblioteca Digital de Tratado del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina, 25 de octubre de 1978, pp.9-10), llevó a un nivel de interacción tal entre ambos países que amenazó con dejar vulnerable a Chile. Fuente: elaboración propia a partir de la base de datos de la Biblioteca Digital de Tratados del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina. Nota: M = Media. Por otra parte, del lado chileno, las medidas preventivas también llamaban la atención del público, sobre todo cuando se acondicionó el Metro de Santiago como refugio antiaéreo.

    1. El 14 de diciembre, Pinochet ordenó la movilización de las fuerzas armadas.
    2. Para entonces, el Ejército llegó a tener 125.000 efectivos (Arancibia y Bulnes, 2014, pp.196-197).
    3. La mayor parte de la documentación oficial referida a la decisión de iniciar la guerra se ha mantenido en secreto por razones de seguridad nacional.

    Pero algunos documentos se han filtrado por otros medios. Por ejemplo, el entonces embajador argentino en Brasil, Óscar Camilión, lo ha señalado en sus memorias: Yo recibí en el transcurso de mi estada en Brasil el fatídico telegrama del 20 de diciembre de 1978 que me daba instrucciones en 24 horas para cumplir 48 horas después, informándole a Itamaraty que en ese momento se estaba produciendo el ataque de las Fuerzas Armadas argentinas a Chile.

    (Camilión, 2000, p.219). Así, el 21 de diciembre, el embajador argentino ante la ONU presentó una nota ante el Consejo de Seguridad, en la que acusaba a Chile de haber ocupado militarmente las islas en conflicto (Tapia, 1997, p.162). En diciembre de 1978, las islas y canales australes presentaban el panorama propio de la víspera de la guerra.

    Las autoridades chilenas habían ocupado las islas en disputa con personal militar. Las flotas de guerra de ambos países y sus submarinos estaban desplegados en la zona, entre el estrecho de Magallanes y el mar de Drake, con sus cañones cargados y sus tripulaciones listas para entrar en acción.

    Empero, una vez más, las expectativas de guerra entre Argentina y Chile se frustraron. Argentina estiró al máximo la tensión, hasta que finalmente alcanzó un nuevo acuerdo con Chile, que aceptó apartarse del laudo arbitral de Isabel II y abrir una nueva negociación. Este acuerdo propuesto por la mediación del papa Juan Pablo II, y aprobado por el plebiscito de 1984 en Argentina, significó una nueva victoria territorial para ésta, que ganó 40 km2 de tierra y 32.500 km2 de mar.

    Esta nueva ganancia territorial de Argentina tuvo su contracara en Bolivia. En efecto, al romper relaciones diplomáticas con Chile, el 18 de marzo de 1978, Bolivia dejó caer nuevamentelaofertachilenadesalidaalmar. Esedíaseclausurólaúltimapropuestaformal presentada por Chile para solucionar el enclaustramiento de Bolivia.

    “Nunca Bolivia estuvo tan cerca del mar y nunca quedó tan lejos, como resultado de su incomprensible política exterior que destruyó una posibilidad que Chile le ofreció considerar”. (Lagos, 1981, p.132). Conclusiones La solución del enclaustramiento de Bolivia requiere, como requisito preliminar, un mejoramiento de las confianzas entre los pueblos y elites de Bolivia y Chile.

    Es indispensable superar el antagonismo que actualmente enfrenta a ambos países. El discurso nacionalista de historiadores y gobernantes ha terminado por demonizar al otro y crear un sentimiento hostil en los pueblos (Molina, 2014a). Para permitir un reencuentro, es indispensable deponer esas actitudes mediante un análisis crítico de esos discursos.

    La incorporación del factor Argentina resulta adecuada para examinar críticamente los discursos nacionalistas que se han cristalizado en las relaciones entre Bolivia y Chile. La mirada, teniendo en consideración a un tercer país, permite tomar distancia de las tradiciones historiográficas de ambas naciones, sin riesgos de ser estigmatizados por traición.

    A la vez, ese enfoque requiere del análisis autocrítico de la acción del Estado argentino. La percepción del otro, en el caso de Bolivia y Chile, se puede mejorar considerablemente con la incorporación del factor Argentina. Sobre todo porque ello permite comprender que el actual enclaustramiento de Bolivia no es resultado únicamente del conflicto con Chile, sino de la sumatoria de muchos otros factores, entre los cuales, la participación de Argentina no fue menor.

    1. Argentina tuvo una participación recurrente en el conflicto entre Bolivia y Chile por el litoral Pacífico, con un patrón constante: la nación rioplatense se acercaba a Bolivia lo suficiente para alarmar a Chile, pero no tanto como para asumir compromisos fuertes.
    2. Esta aproximación animaba al país altiplánico a asumir actitudes más audaces frente a Chile.

    A la vez, ante la amenaza de dos frentes simultáneos, Chile terminaba negociando con Argentina y cediendo territorio. Alcanzado este objetivo, Argentina soltaba la mano a Bolivia, que, una vez abandonado, quedaba en inferioridad de condiciones frente a Chile, el que compensaba con la nación altiplánica las pérdidas sufridas con Argentina.

    Este patrón surge de tres circunstancias relativamente homólogas y paralelas. La primera transcurrió entre 1873 y 1881. Como resultado, Argentina anexó la Patagonia (1.000.000 de km2) y Bolivia perdió Atacama (126.000 km2). Argentina incorporó más de 1.000 km de costas sobre el Atlántico, en tanto que Bolivia perdió cerca de 300 km2 de costas sobre el Pacífico.

    La segunda oportunidad se verificó entre 1895 y 1904. El resultado fue parecido: Argentina anexó 64.000 km2 de la Puna de Atacama, y Bolivia perdió la salida al mar que le ofreció Chile en mayo de 1895, a cambio del reconocimiento de los territorios ocupados durante la guerra, que incluían el litoral y la Puna de Atacama.

    1. Bolivia desperdició esta oportunidad, al ceder, simultáneamente, la Puna de Atacama a Argentina a cambio de Tarija (Protocolo Cano-Rocha).
    2. Este doble juego de la diplomacia boliviana generó tensiones en el Cono Sur, desencadenándose una carrera armamentista sin precedentes en la región.
    3. Finalmente, Chile evitó la guerra, cediendo el territorio en disputa a un vecino más poderoso, situación que representó una humillación para la cancillería chilena, la que, a su vez, resolvió terminar la negociación con Bolivia e imponer sus razones con la misma razón de la fuerza.

    El doble juego de los diplomáticos bolivianos de 1895 fue la materia prima de la redacción del “Memorándum König”, que condujo al Tratado de 1904 y al enclaustramiento boliviano. La tercera y última opción se jugó entre 1975 y 1978. Chile volvió a poner frente a Bolivia una salida soberana al mar a través de Charaña.

    Y una vez más, Argentina entró en el juego: se acercó a Bolivia, lo atrajo a su influencia y lo alentó a desechar la oferta chilena, en función de una eventual aventura bélica. En este contexto, Bolivia dejó caer la propuesta de Chile, al romper relaciones diplomáticas el 18 de marzo de 1978, apostando por un juego mayor que nunca ocurrió.

    El estudio de varios casos particulares ha permitido conocer, por inducción, las tendencias generales dentro de las cuales se ha desenvuelto la dinámica de las relaciones internacionales en la región. Por lo tanto, no se trata de un hecho aislado, sino de un patrón.

    Bolivia ha tendido a involucrar a terceros en sus conflictos, en lugar de crear un ambiente de confianza y diálogo constructivo con Chile. Bolivia parece no comprender que esos terceros (en este caso, Argentina, pero también Perú) se acercan a este país y le ofrecen su amistad en función de sus propios intereses. Por ende, cuando el interés de esas naciones implica abandonar a Bolivia a su suerte, lo hacen, una y otra vez. El recurrente discurso de los intelectuales bolivianos, en el sentido de presentar a su país como un actor ingenuo, pacífico y cándido frente a un Chile agresivo y expansionista, es una falacia. En reiteradas oportunidades, Bolivia también asumió una actitud agresiva y llevó adelante políticas activas, tendientes a construir alianzas regionales contra Chile. El Tratado Secreto de 1873 no fue el único caso. Su espíritu volvió a emerger en 1895 con el Protocolo Cano-Rocha y en 1978, en la crisis del Beagle. En estas tres oportunidades, los generales bolivianos calcularon que Argentina entraría en guerra contra Chile. Argentina fue el principal beneficiado de estas maniobras diplomáticas. Sus acercamientos a Bolivia fueron juegos tácticos, tendientes a negociar con Chile desde una posición de fuerza. Como resultado, Argentina logró una importante expansión territorial, que le permitió anexar la Patagonia (1881), buena parte de la Puna (1899) y de los mares australes (1984). El avance territorial argentino fue inversamente proporcional a las pérdidas territoriales de Bolivia. En consecuencia, para revertir la situación del enclaustramiento boliviano sería lógico involucrar también a Argentina; y si Chile tiene que ceder un corredor a Bolivia, y éste no puede retribuir con territorios propios como canje, es posible que se pueda requerir que ese aporte sea realizado por Argentina. El discurso dominante elaborado en Bolivia, en el sentido de presentarse como una nación víctima de un único y poderoso victimario (Chile), no se ajusta a la realidad histórica. Bolivia es también responsable de su enclaustramiento. No sólo por la guerra del Pacífico, sino también por rechazar de facto las dos ofertas concretas de salida al mar que le ofreció Chile (1895 y 1975), a raíz de las esperanzas despertadas por su eventual alianza con Argentina. Los abogados bolivianos, al fundamentar el caso presentado ante la Corte de La Haya, sostienen que, con sus reiteradas ofertas de ceder una salida soberana al mar, Chile realizó actos jurídicos que modificaron los tratados. Al parecer, ese enfoque no ha examinado con suficiente profundidad las causas por las cuales esas propuestas no se concretaron. La solución del enclaustramiento de Bolivia requiere modificar el Tratado de 1904. No existe autoridad en el mundo (ni el Consejo de Seguridad de la ONU ni la OEA ni otros) con facultades para imponer la modificación de un tratado de límites surgido de una guerra del siglo XIX (Salazar, 2006, p.110). Tal como sostiene este autor, sólo hay un camino para modificar un tratado de límites: el consenso entre las partes. Para alcanzar este objetivo, la única estrategia posible es la construcción de confianza y cordialidad entre los pueblos. Ello implica comenzar con la superación del relato nacionalista y la actitud hostil que se ha construido durante más de 100 años.

    Notas * Una versión anterior de este artículo fue presentada en el XIV Encuentro Boliviano-Chileno de Historiadores, Intelectuales y Cientistas Sociales, Santiago de Chile, 12 al 14 de agosto de 2015. Este trabajo es parte del proyecto ANEPE 201516 “La geopolítica en el cambio de los criterios de delimitación de fronteras marítimas de la Corte Internacional de Justicia: el caso del Cono Sur de América” (2015-2016), financiado por la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos.1 En 1878 no se había descubierto todavía la Real Cedula de 1570 por la cual la Corona había extendido la jurisdicción de la gobernación de Buenos Aires hasta cerca del Estrecho de Magallanes.

    En cambio, sí se conocían las reales cédulas del siglo XVI que otorgaban a Chile títulos sobre la Patagonia. Por este motivo, en caso de realizarse el arbitraje, a la luz del principio de uti possidetis iuris de 1810, Chile hubiera ganado la totalidad de la Patagonia (Lacoste, 2003).2 “La culpa de que la cuestión de la Puna asuma un carácter agrio la tiene el señor Estanislao Zeballos, que, sabiendo que Chile estaba en posesión de ella y la tenía incorporada por ley dentro de su provincia de Antofagasta, prefirió tratar a solas con Bolivia y convenir en su transferencia a la República Argentina, a espaldas de Chile y en ignorancia de éste.

    Si el derecho de Bolivia a la Puna es tan claro e incuestionable ¿por qué no se invitó a Chile a concurrir a aquellas negociaciones? ¿Acaso el asunto estaría hoy amistosamente solucionado” (Oficio de Morla Vicuña a Juan José Latorre, 23 de septiembre de 1898).

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    Lima, Perú, Sanmarti y Cia Impresores. Recibido: 15 de octubre de 2015. Aprobado: 19 de junio de 2016

    ¿Qué perdió la Provincia del Paraguay?

    Época colonial (1524-1811) – Paraguay fue descubierto por Alejo García y Juan de Ayolas, a las órdenes de España en 1524, dándose inicio a una historia de colonialismo, hasta 1811, año en que se independizó de España. Los primeros ibéricos se establecieron en la zona refugiados tras el fracaso de la primera fundación de la ciudad de Buenos Aires a principios del siglo XVI y fundando una casa fuerte que sería Asunción del Paraguay el 15 de agosto del 1537.

    La ciudad finalmente se convirtió en la cabecera de una provincia colonial española, llegando a conocerse como Madre de Ciudades ya que de ella partieron las corrientes pobladoras y repobladoras de diversas ciudades: Ontiveros, Ciudad Real del Guayrá y (la primera) Villa Rica del Espíritu Santo en la antigua provincia del Guayrá (actual estado brasileño de Estado de Paraná ), Santiago de Jerez del Itatín (en actual Mato Grosso del Sur ), San Francisco de Mbiaza en las costas del océano Atlántico (actual estado brasileño de Santa Catarina ), Santa Cruz de la Sierra en el Chaco Boreal, así como las importantes ciudades argentinas de Buenos Aires, Corrientes, Santa Feria Concepción de Buena Esperanza, conocida como Concepción del Bermejo.

    Bajo el gobierno de Hernando Arias de Saavedra, llegan al Paraguay los jesuitas para contribuir a la tarea de pacificación de los indígenas, dando así origen a las célebres reducciones Jesuíticas, Desde 1604 hasta 1767 los jesuitas realizan con los indígenas guaraníes de Paraguay un gobierno teocrático,

    • Las reducciones jesuitas tenían autonomía respecto a los gobernadores de Asunción.
    • Las misiones llegaron a cobijar a más de un cuarto de millón de indígenas donde se les enseñaba la religión católica, agricultura, artesanía y pequeña industria.
    • La organización total abarcó 32 reducciones.
    • Las misiones primero se instalaron en la región del Guayrá (también llamado La Pinería )-actual estado brasileño de Paraná – y luego se establecieron entre los ríos Tebicuary y el divortium aquarum de la Cuenca del Plata con las cuencas menores afluentes directas del océano Atlántico.

    La lengua guaraní fue respetada y se fijó en forma escrita; en ella fueron vertidas importantes obras de teología, impresos en la primera imprenta del Río de La Plata, Paralelamente el asunceno Ruy Díaz de Guzmán escribía las primeras obras de historia atinentes a la región del Cono Sur,

    1. Hacia 1542, una sirvienta guaraní de Asunción conocida como la India Juliana asesinó a su amo español e instó a las demás mujeres indígenas a hacer lo mismo, terminando ejecutada por orden el adelantado Alvar Núñez Cabeza de Vaca,
    2. ​ ​ ​ Su rebelión es considerada primeras insurrecciones indígenas registradas de la época, ​ ​ ​ y su figura una de las más destacadas en la historia de las mujeres de Paraguay, ​ ​ ​ ​ En 1617, se produjo la división de la Provincia en dos gobernaciones: la del Paraguay y la de Buenos Aires.

    De esta forma Paraguay perdió la zona marítima del estuario del río de La Plata, y conservó solo Asunción, Ciudad Real y Villa Rica del Guayrá. La pérdida de la «salida de la tierra» por el puerto de Buenos Aires se hizo sentir mucho más desde que la provincia española del Paraguay perdió el estratégico territorio llamado la Mbiazá o Yviazá (o La Vera ), que correspondía al actual estado brasileño de Santa Catarina,

    1. En 1717, la Rebelión comunera representó el primer grito de libertad de América, pero con la derrota en la batalla de Tovatí en 1721 se impusieron duras sanciones al departamento que asfixiaron su economía.
    2. En 1750, el tratado de límites entre España y Portugal, afectó a Paraguay con las pérdidas de Guayrá (entre el río Paraná y el océano Atlántico), la gran provincia del Itatín y la región de Cuyabá que fueron cedidos al Brasil portugués a cambio de la Colonia del Sacramento, en la Banda Oriental del río de la Plata,

    En el ya citado año de 1750 la corte española de acuerdo con la corona portuguesa decidieron repartirse el territorio de las reducciones, Los jesuitas se negaron a ello, dando lugar a que los ejércitos español y portugués emprendieran la llamada Guerra Guaranítica y acabaran con la resistencia en 1757.

    En 1767 los jesuitas fueron expulsados de España y sus dominios por orden de Carlos III, Las reducciones pasaron a ser dirigidas por grupos seglares y religiosos, pero entraron en un proceso de decadencia. El Virreinato del Río de la Plata fue creado en 1776 por el rey Carlos III, integrando en su jurisdicción los actuales territorios de Argentina, Uruguay, Río Grande del Sur y Santa Catarina actual Brasil, Paraguay, Bolivia y el norte de Chile,

    La creación del nuevo Virreinato del Río de La Plata desligó al Paraguay del Virreinato del Perú, La capital del nuevo virreinato se hallaba en la ciudad de Buenos Aires. En 1777 la provincia del Paraguay fue integrada en el Virreinato del Río de La Plata dentro del cual se mantuvo hasta 1811.