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Que Frutas Se Cultivan En Córdoba?

Principales Productos Agrícolas – En Córdoba se cultivan, en orden de producción en toneladas en 2018*, los siguientes productos:

  • Top 10: Plátano, Yuca, Ñame, Maíz Tecnificado, Papaya, Maíz Tradicional, Arroz Secano Manual, Yuca Industrial, Mango, Arroz Secano Mecanizado.
  • Top 20: Patilla, Coco, Piña, Ñame Diamante, Naranja, Palma de Aceite, Arroz Riego, Ñame Espino, Guayaba, Caña Panelera.
  • Otros productos importantes: Maracuyá, Batata, Caucho, Cacao, Berenjena, Ahuyama, Caña Flecha, Ají, Ají Tabasco, Hortalizas Varias, Ají Dulce, Pepino Cohombro, Marañón, Melón, Limón, Habichuela, Frijol, Guanábana, Níspero, Aguacate, Frijol Arbustivo, Tomate, Ajonjolí y Guandul.

*Datos del portal agronet.gov.co del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.

¿Qué productos se cultivan en el departamento de Córdoba?

85% de los suelos con vocación agrícola del departamento, se están utilizando para desarrollar otras actividades distintas a agricultura. Gracias al Diamante Agropecuario Caribe y Santanderes, que llega este viernes 18 de julio a Montería, se ha podido determinar que de las 2.499.858 hectáreas que posee el departamento de Córdoba, 71% pertenece a suelos agropecuarios, es decir 1.775,200 hectáreas.

De esta área, las tierras cordobesas con vocación para realizar actividades agrícolas son de 1.256.894 hectáreas, que corresponde al 50,3 por ciento y 265.915 hectáreas son aptas para ganadería o el 10,6 por ciento. Actualmente, los cinco principales productos cosechados en el departamento de Córdoba son yuca, maíz, plátano, ñame y arroz.

Estas y otras informaciones claves para el departamento de Córdoba serán ampliadas en el marco del “Diamante Agropecuario” que se desarrollará en la ciudad de Montería y el cual contará con la presencia de los ministros de Agricultura y Desarrollo Rural, Rubén Darío Lizarralde y de Las Tecnologías de la Información y las Telecomunicaciones, Diego Molano.

Así mismo participarán, el gobernador de Córdoba, Alejandro José Lyons Muskus; el alcalde de Montería, Carlos Eduardo Correa; el presidente de La Financiera del Desarrollo, Findeter, Luís Fernando Arboleda y la viceministra de Desarrollo Empresarial, María del Mar Palau. De igual forma, participaran con su oferta institucional el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural con sus entidades adscritas y vinculadas, los ministerios de Comercio Exterior, Transporte y Tecnologías de Información y comunicaciones y la Financiera de Desarrollo Territorial, FINDETER.

Según dijo el titular de la cartera agropecuaria, gracias al “Diamante Agropecuario Caribe y Santanderes”, se dotará a los productores de herramientas e información para tomar decisiones acertadas sobre qué sembrar y producir, teniendo en cuenta la vocación de los suelos y la demanda de los mercados nacionales e internacionales.

El Diamante Agropecuario ya recorrió los departamentos de Cesar, La Guajira, Magdalena, Santander, Norte de Santander, Sucre, y Antioquia, promoviendo el intercambio de conocimientos y propuestas que permitan hacer más competitiva al conjunto de Departamentos. El evento se realizará en el Club Campestre de Montería desde las 8:30 a.m.

Calle 68 Nº 1 – 100 Red de Comunicaciones Aunap – Banco Agrario – BMC – CCI – Corpoica – Fiduagraria – Finagro ICA – Incoder – Unidad de Restitución de Tierras – Upra – Vecol

¿Qué es la fruta más graciosa?

¿Sabías que la naranja es la fruta que más se ríe?

¿Qué es lo más valioso que tiene Córdoba?

La ciudad de Córdoba se distingue a nivel nacional e internacional por el valioso patrimonio histórico y religioso, así como también por su trayectoria académica, ya que aquí funcionó la primera universidad pública y la primera universidad privada de la Argentina.

¿Qué vegetación predomina en Córdoba?

La Estepa Pampeana es la formación vegetal que domina el resto de Córdoba. En las laderas orientales de las Sierras la vegetación forestal esta representada por el quebracho colorado, molle de beber, espinillo, tala, chañar, algarrobo, coco y palmera caranday en Pampa de Pocho y Capilla del Monte.

¿Que se exporta desde Córdoba?

La carne fresca es el principal producto de exportación, seguido de carne congelada y menudencias. Una de las principales cuencas del país, representa alrededor del 30% de la producción de leche cruda a nivel nacional Principal provincia productora de maíz y la segunda de trigo, detrás de Buenos Aires.

¿Que se cultiva en Traslasierra?

En Traslasierra, otro ejemplo de agricultura familiar y comercio justo – “La soberanía alimentaria es un concepto que debería tener sentido para los agricultores y para los consumidores. Todos enfrentamos crisis rurales y la falta de alimentos asequibles, nutritivos y producidos localmente.

Debemos recuperar nuestros alimentos y nuestras tierras”, concluye un texto de Peter Rosset, uno de los más reconocidos teóricos enraizado con los colectivos campesinos en diversos territorios del mundo. La síntesis del académico dialoga de lleno con la historia de Domingo Gómez (56), productor de Las Tapias, localidad ubicada en Traslasierra.

Producción de alimentos sanos y frescos, respeto por los ciclos de la naturaleza y nulo uso de agroquímicos. En esta región, donde el boom inmobiliario y el turismo como negocio pisan fuerte, Domingo lleva más de cuatro décadas desarrollando prácticas de la agroecología, incluso desde antes de que esta disciplina se conociera como tal.

Yo conozco los dos sistemas, y ahora tengo la tierra mucho más sana. A lo otro no vuelvo más”, dice, categórico y en alusión a los beneficios que brinda un modelo sustentable como el agroecológico frente a todos los males que, en cambio, genera el agronegocio. Menos es más El ingreso a la chacra se anuncia con un imponente mástil y en la punta, flamea, la bandera de Boca Juniors.

A unos metros aparece Domingo, lleva una gorra que también explicita a modo de presentación su fanatismo futbolero. Morocho, corpulento, de andar calmo y sonrisa pícara, el hombre invita a conversar bajo el techo de la casilla, allí, próximo a donde preparan los plantines que luego irán a los extensos surcos que cruzan las seis hectáreas que arrienda desde hace más de treinta años.

  1. El colectivo de trabajo lo completan su esposa, Susana (53); su hermano, Segundo (59); y sus dos hijos; Arturo (27) y Domingo José (33).
  2. La historia familiar siempre estuvo ligada al trabajo en el campo.
  3. Desde la adolescencia temprana, Domingo recuerda ir como peón para diversos cultivos, como por ejemplo el tomate, que luego vendían en la puerta de la casa de su madre a quienes pasaban por la ruta.

Los años de experiencia lo llevaron a arrendar un campo y a empezar a producir centrado en las plantas aromáticas. “Había estado 37 años en la actividad, hasta que por el tema de las importaciones, que venían demasiado baratas, tuvimos que dejar”, recuerda.

Eso fue por el año 2000. A fuerza de pura voluntad y de una estructura familiar que apostó entera por quedarse en el trabajo rural, Domingo pudo sostener el alquiler, y se reconvirtió a la horticultura. “Ya hace 17 años que trabajamos con las verduras, fuimos cambiando de a poco la forma de producir, y desde hace cinco que ya no usamos nada de químicos”, dice, para adentrarse a contar acerca del modelo de producción que aplican en esta chacra, donde se conjugan la economía social con la práctica ecológica en un sentido absolutamente tangible.

El círculo virtuoso beneficia a la familia productora, al suelo, al aire y al agua de la zona, como así también a las vecinas y vecinos que acceden a alimentos sanos a precios desacoplados de la especulación de largas cadenas de intermediarios. Un proceso integral, de alcances que no se pueden cuantificar en una planilla de Excel. Un cambio radical “Hoy hacemos unas cincuenta clase de verduras”, comenta Domingo mientras camina a paso lento por los lotes. La producción de la finca cuenta con remolacha, zanahorias, lechuga, berenjenas, cebolla, ajo, coliflores, akusay, hinojo, tomates cherrys y otras variedades criollas.

  • Vamos buscando la diversidad”.
  • No realiza monocultivos de cara a la exportación.
  • Al contrario, acá se siembran variedades a tono con las estaciones del año para tener siempre alimento en las mesas de la comunidad local.
  • El cambio en las prácticas agrícolas llegó a la chacra de Domingo empujado por la demanda vecinal, que a su vez se había convertido en su principal garantía de sostenibilidad económica.

Cansado de lidiar con los vaivenes de los mercados manejados en otras geografías, hastiado de luchar contra los intermediarios que “cuando no tienen te compran todo, y al otro día consiguen un poco más barato y te dejan en la ruina”, este productor empezó a poner el ojo en los canales de venta directa.

Por ejemplo, recuerda que “a veces tenía tomates medianos, y en las verdulerías querían los tomates grandes, y me quedaba media cosecha sin vender”. Apareció así la posibilidad de ir con un puesto a la entonces incipiente Feria de Villa de Las Rosas, hoy ya con diez años, y un emblema del comercio justo, del cara a cara.

“Así empezamos.” recuerda el hombre al que, en ese espacio colectivo, le plantearon dos condiciones para integrarse: “Ser productor y hacer alimentos los más sanos posibles”. No se trata de vender Traspasar ese portal fue mucho más que encontrar un nuevo canal de venta.

  1. Los contrastes que narra Domingo en torno a cómo reconvirtió su chacra, han sembrado un cambio profundo en la atmósfera de este campo.
  2. Cada vez se usaban más agroquímicos porque los que asesoraban te decían que era la única forma de hacer plata, que así tenías más cantidad, que las plantas estaban mejor.
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Si viene el que supuestamente sabe y te dice “echale veneno cada siete días”, lo hacés. Pero cargás sobre las espaldas cipermetrina o dimetoato. Yo para hacer eso andaba con un traje como los de bomberos, con botas, todo transpirado, porque se te rompe una manguera y no contás el cuento.

Acá sólo fumigaba yo. A mis hijos no los dejaba. Siempre pensaba que si se caga, que se cague uno solo de nosotros”. Domingo relata hoy con visión crítica esa práctica que se le había hecho costumbre, pero de la cual sabía sus riesgos. De hecho, sostiene que “muchos le tiran lo que tienen a mano, porque le falta plata para comprar el producto indicado, y ni se sabe si se cumple el periodo de carencia o no”.

En otras palabras, habla de que ese veneno que se aplica muchas veces llega a los platos de los ciudadanos. Lo que narra en primera persona Domingo es parte del saber empírico en las quintas, que escasas veces se pone en el debate público. En 2009 fue noticia el resultado de un análisis realizado en el Mercado de Abasto de Córdoba donde se encontraron verduras con trazas en altas dosis de clorpirifós y endosulfán, hoy ya prohibido en el país.

Este año sucedió algo similar, a partir de la exigencia por parte de la ONG Naturaleza de Derechos para que el SENASA, organismo nacional que regula la aprobación y venta de plaguicidas, informe sobre los estudios realizados en los últimos años en la materia: se generó una gran conmoción a partir de la difusión de los resultados en medios masivos.

Por ejemplo, los análisis correspondientes al período 2011-2013 en torno a frutas y verduras dio positivo, es decir presencia de plaguicidas por encima del Límite Máximo de Residuo, en 63 por ciento del total del muestreos. Naturaleza de Derechos destacó entonces la gravedad de la situación, incluso bajo los parámetros laxos con los que se regulan los agroquímicos, ya que no sobrepasar el LMR no implica la no presencia de pesticidas.

  1. El Estado omite deliberadamente evaluar los efectos de una exposición crónica a los agrotóxicos, a través del consumo de alimentos contaminados con dichas sustancias, como así también los efectos sinérgicos en razón de que un mismo producto puede contener residuos de varios químicos.
  2. Por ejemplo, en el caso de la Manzana se pueden hallar residuos de hasta 15 principios activos de agrotóxicos.” Lo que esporádicamente irrumpe en las noticias citadinas es parte del día a día en millones de hectáreas del país, donde gran cantidad de alimentos cargados de veneno se preparan cada jornada para ir a los platos argentinos.

Domingo conoce de primera mano esta realidad, la vivenció en su cuerpo y en el territorio. Sabe que hay otra forma: “A ese modelo no vuelvo ni loco”. Ecologismo popular Miguel Altieri y Clara Nicholls son dos referentes académicos a nivel internacional de la agroecología.

Un artículo de estos autores plantea la urgencia que impera en trastocar los actuales patrones que guían la producción de alimentos: “El desafío inmediato para nuestra generación es transformar la agricultura industrial e iniciar una transición de los sistemas alimentarios a otros que no dependan del petróleo y que en lugar de estimular las exportaciones, más bien fortalezcan la producción doméstica por parte de pequeños agricultores; facilitando su acceso a tierra, agua, semillas, crédito, protección de precios, mercados locales y tecnologías agroecológicas”.

Si esta ambiciosa propuesta es un camino, Domingo Gómez hace rato que lo transita y tiene mucho que mostrar. “El primer año que empezamos a producir sin químicos teníamos temor de perder la cosecha, que se nos vaya toda la temporada del tomate que es uno de los productos fuertes.

Y cada año fue mejor y mejor. Cada vez hay menos plagas, y problemas que tenía antes ya no los tengo, y sí los veo en productores que siguen de la otra forma. Entonces les digo que prueben, que vean que se puede hacer todo de otra manera”, dice, sin pretensión de adoctrinar, más bien de compartir saberes.

Esta familia es una escuela de producir conocimientos. “Lo otro (lo convencional), ya lo conozco todo, me sé todos los versos. Todo lo que te quieren vender. Entonces probamos de armar nuestras herramientas, por ejemplo ahora creamos unos túneles para el tomate.

Mis hijos buscan en internet, y a mí me gusta pensar siempre otras formas para mejorar la producción. Sería bueno que estas cosas se las enseñen a los chicos en las escuelas técnicas, que se les dé apoyo, para que tengan ganas de quedarse a trabajar en el campo.” De aplicar lo que decían algunos ingenieros agrónomos y los paquetes químicos que le ofrecían en los viveros, Domingo pasó a encontrar técnicos de la Sub-secretaría de Agricultura Familiar y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria que a contracorriente de las políticas dominantes apuestan por estas prácticas.

“Y nos fueron enseñando, y ahora nosotros para cuidar las plantas hacemos purines con ortiga o cola de caballo o usamos bosta, y eso para algunos puede parecer que trabajamos con lo que sobra del mundo. Pero la verdad es que el suelo está cada vez más sano, no tengo que tirar fertilizantes químicos ni nada”.

  1. Al servicio del otro Con una producción cien por cien agroecológica desde hace unos cinco años, Domingo destaca que “el consumidor ya se acostumbró a las plantas con distinta forma, a que tengan un bichito porque justamente no tiene veneno, y a entender que ese alimento es mucho más sano”.
  2. El productor resume así los beneficios de contar con un modelo que se nutre de productos naturales, de formulación casera, para el cuidado de los cultivos: “El suelo está más sano, las verduras están más sanas, yo estoy más sano”.

Estos alimentos fueron ganándose la confianza de los vecinos y el boca en boca llevó a que en la actualidad, Domingo comercie el cien por cien de sus cosechas de forma directa, sin intermediarios. Así ha logrado cumplir con otro de los objetivos que se plantea la agroecología: fomentar las cadenas alimentarias locales, evitar la intermediación de actores económicos concentrados, y sostener precios justos para productores y consumidores.

  • Hace un año que sólo vendo en ferias, en Las Rosas, San Javier, Mina Clavero y Villa Dolores”.
  • A ese recorrido itinerante, la familia agrega dos viajes semanales por el valle, uno en sentido sur y otro hacia el norte.
  • Vendemos en los distintos pueblos de la ruta 14, los viernes salimos para el lado de Mina Clavero y los sábados para La Paz.

En total hacemos unos 120 bolsones por semana para familias que nos encargan. Así ya no tenemos que trabajar más con las verdulerías.” El caso de los Gómez es ejemplo de la fragilidad con la que trabajan tantos productores. “Las verdulerías cuando está un poco más caro acá, compran en otro lado, acá entra mucho de Mendoza, te diría que casi todo, entonces estás atado a cosas que pasan en otros lugares”, explica.

  • Y desde su sentido práctico propone: “Cada lugar tendría que tratar de vivir con los alimentos que producen ahí.
  • En nuestro caso vamos trabajando con el vecino, que cuando no tiene te paga la semana siguiente o cuando a vos te sobra verdura que se puede poner fea se la metés en el bolsón y te quedás contento, sabiendo que no se tira.

Si vas trabajando así, hacés una clientela, y yo sé que todo lo que produzco lo vendo, que todo el año tengo a los vecinos que me compran. Si uno trabaja con el pueblo, se puede vivir bien produciendo verduras sanas”, reflexiona. Por: Leonardo Rossi Fuente: concienciasolidaria.org.ar (17.10.17)

¿Dónde se cultiva el maíz en Córdoba?

Zona 1 (Alto Sinú): lo conforman los municipios de Valencia y Tierralta. Zona 2 (Medio Sinú): Montería, Cereté, San Pelayo, San Carlos, Ciénaga de Oro. Zona 3 (Bajo Sinú): Lorica, Chimá y Cotorra, en la parte alta.

¿Cuál es la fruta de la felicidad?

Plátanos, la fruta de la felicidad.

¿Cómo se llama la fruta de la mujer?

Higo: La fruta de la mujer.

¿Cómo se llama la fruta más asquerosa del mundo?

El durian (a veces también llamado durión) es una fruta originaria de Indonesia, Malasia y Brunei que se encuentra presente en todo el sudeste de Asia, siendo muy popular en Singapur, Tailandia y Malasia. Su nombre deriva de la palabra “duri”, que en malayo significa “espinas” y hace referencia a su cáscara recubierta de pinchos,

  1. El durian se caracteriza, por tanto, por ser una fruta espinosa, para cuya manipulación se requiere el uso de guantes, y también por ser una fruta sulfurosa, es decir, especialmente maloliente, tanto como para ganarse el apelativo de “fruta más apestosa del mundo”,
  2. No obstante, el durian es capaz de levantar pasiones gracias a su sabor intenso y su textura cremosa.
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Quien se atreva a probarlo, descubrirá en su interior una pulpa dulce y cremosa, cuya textura es parecida a la del aguacate y cuyo color puede ir del amarillo o amarillo pálido hasta el rosa o naranja. De hecho, existen muchas variedades y especies de durian, cada una con sus peculiares características y un sabor dulce más o menos intenso, que puede llegar a tener un punto de amargura. Que Frutas Se Cultivan En Córdoba Es que el durian es un producto estrella en los mercados del sudeste asiático, donde se le conoce como “el rey de las frutas”, pese a que los puestos en los que se vende deben situarse en el exterior para no contaminar los demás productos con su desagradable olor.

  • Las investigaciones sobre tan peculiar aroma han llegado a identificar 50 componentes químicos complejos, cuya mezcla letal sería la responsable del olor desprendido por el durian,
  • Para que nos hagamos una idea, el célebre Instituto Smithsonian definió su olor como “trementina y cebolla combinado con un calcetín usado en el gimnasio”.

Por otra parte, se suele describir el sabor de su carnosa pulpa como una mezcla de crema, fresas y caramelo, una exquisitez que generalmente se consume fresca o puede hervirse con azúcar o agua de coco para conseguir una pasta dulce, que se emplea para dar sabor a los helados.

  1. La pulpa se puede desecar, hacer en conserva o en almíbar.
  2. Puede usarse en la cocina en elaboraciones dulces y, en menor medida, saladas.
  3. Quizás el plato más famoso sea el helado de durian en pan de molde, que es un símbolo de Singapur,
  4. Las semillas también son comestibles y pueden consumirse asadas, fritas o hervidas y, una vez machacadas, pueden emplearse en varias preparaciones.

El durian es muy apreciado también por sus cualidades nutritivas, ya que es rico en fibra, vitaminas y minerales. Está incluido en la lista de los “superfoods” e incluso hay quien lo considera como la fruta más nutritiva del mundo, Sus raíces, cortezas y hojas se utilizan con fines medicinales,

¿Qué vegetacion predomina en Córdoba?

La Estepa Pampeana es la formación vegetal que domina el resto de Córdoba. En las laderas orientales de las Sierras la vegetación forestal esta representada por el quebracho colorado, molle de beber, espinillo, tala, chañar, algarrobo, coco y palmera caranday en Pampa de Pocho y Capilla del Monte.

¿Qué árboles plantar en las sierras de Córdoba?

200 mil árboles autóctonos, listos para forestar las sierras de Córdoba Por Agrositio,18/09/2013 | 15:09 Ya está en marcha el Plan de Remediación Ambiental del gobierno de Córdoba para las zonas afectadas por los incendios en los departamentos Colón, Calamuchita, Traslasierra, Punilla, Santa María, San Alberto, San Javier y Río Cuarto. Que Frutas Se Cultivan En Córdoba El trabajo consistirá en la entrega de semillas y árboles autóctonos a particulares afectados; siembra de pasturas por vía aérea en las cabeceras de las cuencas y plantación de árboles autóctonos a cargo de la Provincia en predios de dominio público y entrega de ejemplares a comunas, municipios, comunidades regionales y organizaciones no gubernamentales interesadas en colaborar con el Plan.

  1. Los viveros provinciales de Santa Rosa de Calamuchita y Totoral funcionarán como centros operativos de producción y abastecimiento.
  2. Santa Rosa de Calamuchita atenderá la demanda de los departamentos Calamuchita y Santa María, mientras que el Vivero de Totoral estará disponible para Colón y Punilla.
  3. Para las regiones del Sur y Traslasierra, se dispondrán centros de abastecimiento que se especificarán en los próximos días.

Sobre el relevamiento en las zonas quemadas, Calvo indicó: “Tenemos un equipo integrado por especialistas en recursos naturales, agua, bosque y suelo trabajando en la zona. Primero tenemos que determinar la pendiente y tipo de suelo, y la forestación existente en cada lugar.

  • También se está trabajando con imágenes satelitales.
  • La información recabada será la base para la ejecución de las tareas previstas”.
  • Asesoramiento y adquisición de especies forestales A partir del próximo lunes, los particulares se podrán acercar a los viveros en el horario de 7 a 13.
  • Serán recibidos por personal del Ministerio de Agua, Ambiente y Energía, quienes atenderán demandas y consultas sobre las hectáreas siniestradas y brindarán información sobre los alcances del plan.

Luego de que los técnicos hayan relevando sus zonas, allí se les hará entrega de las semillas y plantas para que coloquen en sus predios, previo la firma de un acta de compromiso. Las especies de pasturas a sembrar son pasto llorón, gramínea bermuda y grama. Que Frutas Se Cultivan En Córdoba : 200 mil árboles autóctonos, listos para forestar las sierras de Córdoba

¿Que se cultiva en Traslasierra?

En Traslasierra, otro ejemplo de agricultura familiar y comercio justo – “La soberanía alimentaria es un concepto que debería tener sentido para los agricultores y para los consumidores. Todos enfrentamos crisis rurales y la falta de alimentos asequibles, nutritivos y producidos localmente.

Debemos recuperar nuestros alimentos y nuestras tierras”, concluye un texto de Peter Rosset, uno de los más reconocidos teóricos enraizado con los colectivos campesinos en diversos territorios del mundo. La síntesis del académico dialoga de lleno con la historia de Domingo Gómez (56), productor de Las Tapias, localidad ubicada en Traslasierra.

Producción de alimentos sanos y frescos, respeto por los ciclos de la naturaleza y nulo uso de agroquímicos. En esta región, donde el boom inmobiliario y el turismo como negocio pisan fuerte, Domingo lleva más de cuatro décadas desarrollando prácticas de la agroecología, incluso desde antes de que esta disciplina se conociera como tal.

  • Yo conozco los dos sistemas, y ahora tengo la tierra mucho más sana.
  • A lo otro no vuelvo más”, dice, categórico y en alusión a los beneficios que brinda un modelo sustentable como el agroecológico frente a todos los males que, en cambio, genera el agronegocio.
  • Menos es más El ingreso a la chacra se anuncia con un imponente mástil y en la punta, flamea, la bandera de Boca Juniors.

A unos metros aparece Domingo, lleva una gorra que también explicita a modo de presentación su fanatismo futbolero. Morocho, corpulento, de andar calmo y sonrisa pícara, el hombre invita a conversar bajo el techo de la casilla, allí, próximo a donde preparan los plantines que luego irán a los extensos surcos que cruzan las seis hectáreas que arrienda desde hace más de treinta años.

  • El colectivo de trabajo lo completan su esposa, Susana (53); su hermano, Segundo (59); y sus dos hijos; Arturo (27) y Domingo José (33).
  • La historia familiar siempre estuvo ligada al trabajo en el campo.
  • Desde la adolescencia temprana, Domingo recuerda ir como peón para diversos cultivos, como por ejemplo el tomate, que luego vendían en la puerta de la casa de su madre a quienes pasaban por la ruta.

Los años de experiencia lo llevaron a arrendar un campo y a empezar a producir centrado en las plantas aromáticas. “Había estado 37 años en la actividad, hasta que por el tema de las importaciones, que venían demasiado baratas, tuvimos que dejar”, recuerda.

  • Eso fue por el año 2000.
  • A fuerza de pura voluntad y de una estructura familiar que apostó entera por quedarse en el trabajo rural, Domingo pudo sostener el alquiler, y se reconvirtió a la horticultura.
  • Ya hace 17 años que trabajamos con las verduras, fuimos cambiando de a poco la forma de producir, y desde hace cinco que ya no usamos nada de químicos”, dice, para adentrarse a contar acerca del modelo de producción que aplican en esta chacra, donde se conjugan la economía social con la práctica ecológica en un sentido absolutamente tangible.

El círculo virtuoso beneficia a la familia productora, al suelo, al aire y al agua de la zona, como así también a las vecinas y vecinos que acceden a alimentos sanos a precios desacoplados de la especulación de largas cadenas de intermediarios. Un proceso integral, de alcances que no se pueden cuantificar en una planilla de Excel. Un cambio radical “Hoy hacemos unas cincuenta clase de verduras”, comenta Domingo mientras camina a paso lento por los lotes. La producción de la finca cuenta con remolacha, zanahorias, lechuga, berenjenas, cebolla, ajo, coliflores, akusay, hinojo, tomates cherrys y otras variedades criollas.

  1. Vamos buscando la diversidad”.
  2. No realiza monocultivos de cara a la exportación.
  3. Al contrario, acá se siembran variedades a tono con las estaciones del año para tener siempre alimento en las mesas de la comunidad local.
  4. El cambio en las prácticas agrícolas llegó a la chacra de Domingo empujado por la demanda vecinal, que a su vez se había convertido en su principal garantía de sostenibilidad económica.

Cansado de lidiar con los vaivenes de los mercados manejados en otras geografías, hastiado de luchar contra los intermediarios que “cuando no tienen te compran todo, y al otro día consiguen un poco más barato y te dejan en la ruina”, este productor empezó a poner el ojo en los canales de venta directa.

  1. Por ejemplo, recuerda que “a veces tenía tomates medianos, y en las verdulerías querían los tomates grandes, y me quedaba media cosecha sin vender”.
  2. Apareció así la posibilidad de ir con un puesto a la entonces incipiente Feria de Villa de Las Rosas, hoy ya con diez años, y un emblema del comercio justo, del cara a cara.
See also:  Qué Significa Córdoba?

“Así empezamos.” recuerda el hombre al que, en ese espacio colectivo, le plantearon dos condiciones para integrarse: “Ser productor y hacer alimentos los más sanos posibles”. No se trata de vender Traspasar ese portal fue mucho más que encontrar un nuevo canal de venta.

Los contrastes que narra Domingo en torno a cómo reconvirtió su chacra, han sembrado un cambio profundo en la atmósfera de este campo. “Cada vez se usaban más agroquímicos porque los que asesoraban te decían que era la única forma de hacer plata, que así tenías más cantidad, que las plantas estaban mejor.

Si viene el que supuestamente sabe y te dice “echale veneno cada siete días”, lo hacés. Pero cargás sobre las espaldas cipermetrina o dimetoato. Yo para hacer eso andaba con un traje como los de bomberos, con botas, todo transpirado, porque se te rompe una manguera y no contás el cuento.

  1. Acá sólo fumigaba yo.
  2. A mis hijos no los dejaba.
  3. Siempre pensaba que si se caga, que se cague uno solo de nosotros”.
  4. Domingo relata hoy con visión crítica esa práctica que se le había hecho costumbre, pero de la cual sabía sus riesgos.
  5. De hecho, sostiene que “muchos le tiran lo que tienen a mano, porque le falta plata para comprar el producto indicado, y ni se sabe si se cumple el periodo de carencia o no”.

En otras palabras, habla de que ese veneno que se aplica muchas veces llega a los platos de los ciudadanos. Lo que narra en primera persona Domingo es parte del saber empírico en las quintas, que escasas veces se pone en el debate público. En 2009 fue noticia el resultado de un análisis realizado en el Mercado de Abasto de Córdoba donde se encontraron verduras con trazas en altas dosis de clorpirifós y endosulfán, hoy ya prohibido en el país.

Este año sucedió algo similar, a partir de la exigencia por parte de la ONG Naturaleza de Derechos para que el SENASA, organismo nacional que regula la aprobación y venta de plaguicidas, informe sobre los estudios realizados en los últimos años en la materia: se generó una gran conmoción a partir de la difusión de los resultados en medios masivos.

Por ejemplo, los análisis correspondientes al período 2011-2013 en torno a frutas y verduras dio positivo, es decir presencia de plaguicidas por encima del Límite Máximo de Residuo, en 63 por ciento del total del muestreos. Naturaleza de Derechos destacó entonces la gravedad de la situación, incluso bajo los parámetros laxos con los que se regulan los agroquímicos, ya que no sobrepasar el LMR no implica la no presencia de pesticidas.

“El Estado omite deliberadamente evaluar los efectos de una exposición crónica a los agrotóxicos, a través del consumo de alimentos contaminados con dichas sustancias, como así también los efectos sinérgicos en razón de que un mismo producto puede contener residuos de varios químicos. Por ejemplo, en el caso de la Manzana se pueden hallar residuos de hasta 15 principios activos de agrotóxicos.” Lo que esporádicamente irrumpe en las noticias citadinas es parte del día a día en millones de hectáreas del país, donde gran cantidad de alimentos cargados de veneno se preparan cada jornada para ir a los platos argentinos.

Domingo conoce de primera mano esta realidad, la vivenció en su cuerpo y en el territorio. Sabe que hay otra forma: “A ese modelo no vuelvo ni loco”. Ecologismo popular Miguel Altieri y Clara Nicholls son dos referentes académicos a nivel internacional de la agroecología.

Un artículo de estos autores plantea la urgencia que impera en trastocar los actuales patrones que guían la producción de alimentos: “El desafío inmediato para nuestra generación es transformar la agricultura industrial e iniciar una transición de los sistemas alimentarios a otros que no dependan del petróleo y que en lugar de estimular las exportaciones, más bien fortalezcan la producción doméstica por parte de pequeños agricultores; facilitando su acceso a tierra, agua, semillas, crédito, protección de precios, mercados locales y tecnologías agroecológicas”.

Si esta ambiciosa propuesta es un camino, Domingo Gómez hace rato que lo transita y tiene mucho que mostrar. “El primer año que empezamos a producir sin químicos teníamos temor de perder la cosecha, que se nos vaya toda la temporada del tomate que es uno de los productos fuertes.

  1. Y cada año fue mejor y mejor.
  2. Cada vez hay menos plagas, y problemas que tenía antes ya no los tengo, y sí los veo en productores que siguen de la otra forma.
  3. Entonces les digo que prueben, que vean que se puede hacer todo de otra manera”, dice, sin pretensión de adoctrinar, más bien de compartir saberes.

Esta familia es una escuela de producir conocimientos. “Lo otro (lo convencional), ya lo conozco todo, me sé todos los versos. Todo lo que te quieren vender. Entonces probamos de armar nuestras herramientas, por ejemplo ahora creamos unos túneles para el tomate.

Mis hijos buscan en internet, y a mí me gusta pensar siempre otras formas para mejorar la producción. Sería bueno que estas cosas se las enseñen a los chicos en las escuelas técnicas, que se les dé apoyo, para que tengan ganas de quedarse a trabajar en el campo.” De aplicar lo que decían algunos ingenieros agrónomos y los paquetes químicos que le ofrecían en los viveros, Domingo pasó a encontrar técnicos de la Sub-secretaría de Agricultura Familiar y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria que a contracorriente de las políticas dominantes apuestan por estas prácticas.

“Y nos fueron enseñando, y ahora nosotros para cuidar las plantas hacemos purines con ortiga o cola de caballo o usamos bosta, y eso para algunos puede parecer que trabajamos con lo que sobra del mundo. Pero la verdad es que el suelo está cada vez más sano, no tengo que tirar fertilizantes químicos ni nada”.

Al servicio del otro Con una producción cien por cien agroecológica desde hace unos cinco años, Domingo destaca que “el consumidor ya se acostumbró a las plantas con distinta forma, a que tengan un bichito porque justamente no tiene veneno, y a entender que ese alimento es mucho más sano”. El productor resume así los beneficios de contar con un modelo que se nutre de productos naturales, de formulación casera, para el cuidado de los cultivos: “El suelo está más sano, las verduras están más sanas, yo estoy más sano”.

Estos alimentos fueron ganándose la confianza de los vecinos y el boca en boca llevó a que en la actualidad, Domingo comercie el cien por cien de sus cosechas de forma directa, sin intermediarios. Así ha logrado cumplir con otro de los objetivos que se plantea la agroecología: fomentar las cadenas alimentarias locales, evitar la intermediación de actores económicos concentrados, y sostener precios justos para productores y consumidores.

  • Hace un año que sólo vendo en ferias, en Las Rosas, San Javier, Mina Clavero y Villa Dolores”.
  • A ese recorrido itinerante, la familia agrega dos viajes semanales por el valle, uno en sentido sur y otro hacia el norte.
  • Vendemos en los distintos pueblos de la ruta 14, los viernes salimos para el lado de Mina Clavero y los sábados para La Paz.

En total hacemos unos 120 bolsones por semana para familias que nos encargan. Así ya no tenemos que trabajar más con las verdulerías.” El caso de los Gómez es ejemplo de la fragilidad con la que trabajan tantos productores. “Las verdulerías cuando está un poco más caro acá, compran en otro lado, acá entra mucho de Mendoza, te diría que casi todo, entonces estás atado a cosas que pasan en otros lugares”, explica.

  1. Y desde su sentido práctico propone: “Cada lugar tendría que tratar de vivir con los alimentos que producen ahí.
  2. En nuestro caso vamos trabajando con el vecino, que cuando no tiene te paga la semana siguiente o cuando a vos te sobra verdura que se puede poner fea se la metés en el bolsón y te quedás contento, sabiendo que no se tira.

Si vas trabajando así, hacés una clientela, y yo sé que todo lo que produzco lo vendo, que todo el año tengo a los vecinos que me compran. Si uno trabaja con el pueblo, se puede vivir bien produciendo verduras sanas”, reflexiona. Por: Leonardo Rossi Fuente: concienciasolidaria.org.ar (17.10.17)