En 1810 , Buenos Aires tenía apenas unos 6,1 kilómetros cuadrados , pero estaba poblada por unas 44. 000 personas. El río llegaba hasta la actual calle Leandro N. Alem y enfrente estaba el Paseo del Bajo, una alameda con bancos desde donde se veían los barcos de los pescadores.
- A los porteños les encantaba ir a mojarse los pies a esa zona, tanto que en 1809, el virrey Cisneros tuvo que prohibir esos ” baños ” por indecentes y sólo permitirlos de noche, por decoro;
- La Plaza de Mayo era el centro neurálgico de la ciudad, y estaba atravesada por una recova de puestos donde se vendía un poco de todo y también lo que había quedado de la suculenta comida casera que las negras esclavas cocinaban en las casas;
Se sabe por la correspondencia de Juan Martín de Pueyrredón y su esposa Dolores, que cuando vinieron desde España, en 1805, el banquete de bienvenida se componía de: “Unas aceitunas, sardinas y fiambre, la consabida sopa con pan tostado, arroz o fideos.
Después pescado fresco. Después vino el asado de vaca y algo de cordero; la ensalada de lechuga y unos pepinos; un guiso de garbanzos y lentejas, acompañado de unas albóndigas, tortillas de acelga, mollejas asadas, mondongo y finalmente los postres”.
Y cuando hablamos de “algo dulce” para cerrar una comida pensemos en arroz con leche , un turrón llamado yema quemada , mazamorra y pastelitos con dulce de batata o membrillo. La proximidad del río hacía que los porteños consumieran mucho pescado, sábalo sobre todo.
- Y sí, también mucha carne , porque era salvaje y barata –recién por entonces comenzaban a prosperar las estancias, que luego acapararían la producción de ganado en pie, cuando dejaran de proveerlo las vaquerías -;
La clase media –los comerciantes pequeños, los artesanos- también se alimentaba de perdices , gallinas , pavos , pajaritos , palomas e incluso iguanas. Ya por entonces había puchero, ideal para cocinar durante horas toda la carne que había quedado, mezcladas con las legumbres de la huerta.
Todo acompañado del vino que llegaba desde Mendoza o San Juan. Y para la clase alta (unos 500 entre españoles, los comerciantes nativos más prósperos y los funcionarios) estaban reservados la mulita –carne tierna y cara, el vino francés, la ginebra holandesa y la cerveza británica.
El plato, el tenedor y la copa individual también eran un lujo de los ricos que habitaban las casonas de hasta tres patios, en general sobre la calle Defensa, la más cara de Buenos Aires. La mayoría vivía en casas bajas de un solo dormitorio, que incluso alquilaba.
25 de Mayo: Balmaceda explica los mitos y secretos de la Revolución No había red cloacal, el agua era escasa y los grandes señores patricios vestían la misma camisa durante cinco días seguidos. Todos los desechos –incluso los de la letrina y la “escupidera” nocturna se acumulaban en el fondo de las casas, hasta que el olor hediondo los obligaba a tirarlo a la calle no sin antes alertar a los transeúntes: “¡Agua va!”.
Todas las calles eran de tierra y cuando diluviaba era imposible no enterrarse. Hay documentos que dan cuenta de la triste historia de dos lecheros cuyo carro se desplomó en un pozo causándoles la muerte. El caballo era el principal medio de transporte, pero la gente bien tenía carro.
Por eso, los zapatos blancos estaban reservados para las damas patricias que los vestían cuando iban al Teatro Coliseo, luego de empolvarse la cara con harina de maíz. El resto de la gente vestía los ponchos y las prendas de lana de oveja o vicuña que hilaban los aborígenes que vivían en tolderías , dispuestas en Perú y Chile, a 4 cuadras de Plaza de Mayo.
Al sur estaban los barrios pobres: San Telmo, Barracas, Monserrat, Congreso y Tribunales, según detalló, según describió el arqueólogo Daniel Schávelzon. Las mujeres que no tenían esclavas, hacían las tareas domésticas mientras los chicos jugaban a los dados, las cartas, la rayuela.
La clase media bebía en las pulperías y los hombres cocinaban las ideas revolucionarias en El Café de la Victoria –con billar y el preferido de Belgrano- y el Café Marcos. La Plaza de Toros del Retiro , que funcionó hasta 1819, podía albergar 10.
000 personas y era el punto de encuentro de todos los estratos sociales. O el pato , que se jugaba con un animal de verdad dentro de luna bolsa que había que hacer pasar por un arco. “Infernales”: una revolución que también empezó en las calles Hubo un lugar para ir a bailar, pero luego se cerró por “indecoroso”.
En 1810 se estima que había unos ocho mil músicos , pero sus presentaciones se limitaban a las tertulias de 20 a 24 horas, en las casas de las familias que los contrataban para educar a sus hijas –como las famosas que hacía Mariquita Sánchez de Thompson sobre calle Florida- o a tocar piezas breves en los intervalos de las obras de teatro.
Las semana de 1810 que decidió la historia de la patria fue muy lluviosa, pero casi no había paraguas (unos poquitos, para los ricos, claro); sólo las mujeres usaban unas pequeñitas sombrillas para el sol , que no eran de tela impermeable. Aunque ya se celebraba el 12 de octubre con una convocatoria popular, no eran tan habituales las reuniones en la Plaza de Mayo, sólo excepcionales cuando se convocaba a un cabildo abierto para debatir un tema especial.
Y sin duda, el del 22 de mayo se las traía. Todos los paisanos corrían con el facón metido en la cintura y se armó revuelo en toda la ciudad. Tanto, que un año más tarde, en el mismo Cabildo, recordaron su triunfo con un baile inusual hasta las tres de la madrugada.
Era para tirar la casa por la ventana. También te puede interesar.
¿Cómo era la vida en la época colonial en Buenos Aires?
Una recreación realizada con una selección del patrimonio del Museo Bernasconi, creado por Rosario Vera Peñaloza, destinado a los escolares y maestros de nuestro país. Esta recreación ha sido realizada con una selección del patrimonio del Museo Bernasconi creado por Rosario Vera Peñaloza, destinado a los escolares y maestros de nuestro país.
- Nuestra ciudad en la época colonial estaba precariamente edificada;
- La mayoría de las viviendas eran de estructura plana con fachadas lisas, sin atractivos;
- Los materiales más usados eran el adobe y la paja;
Sobresalían determinados edificios: el Fuerte, el Cabildo y algunas Iglesias que constituían las excepciones dentro del uniforme panorama urbano. Las imágenes policromadas producidas por Rosario dan cuenta de algunos personajes y costumbres de aquella población que participaría activamente, poco tiempo después, en los trascendentes momentos de la Revolución de Mayo..
¿Cómo era la vida en 1810 en Argentina?
En la época colonial, se vivía de manera muy diferente a como vivimos en la actualidad, y nada mejor que imaginarnos en esa época para entender cómo nació la Revolución de Mayo y como fue ese 25 de mayo de 1810 que comenzó nuestra independencia. La educación se brindaba únicamente a los varones, que asistían a escuelas públicas, religiosas o privadas.
- No se usaban guardapolvos, pero sí se iba bien vestido, con pulcritud;
- La educación de las mujeres se hacía en casa, donde, además de aprender a leer y escribir, se les enseñaba algún instrumento musical, generalmente piano y a bordar;
Si alguien quería conversar con una persona, debía trasladarse a su casa, a pie o a caballo, sólo algunas familias contaban con carruajes, ya que no había otra manera de comunicarse. En 1810, Buenos Aires tenía 40 mil habitantes, y era una ciudad en la que contagiarse enfermedades era muy fácil, ya que no había recolección de residuos, y había sólo 8 médicos en 2 hospitales, en una época en la que abundaban la tuberculosis, el tétano, la rabia y la sífilis. Buenos Aires ya había sufrido tres epidemias: de viruela en 1805, de sarampión en 1809 y de disentería en ese momento, entre 1810 y 1812. La vestimenta de la clase más pudiente era realizada con telas europeas, en tanto la ropa común, era de telares artesanales, ponchos o ruanas de lana de vicuña.
¿Y la diversión? Los bailes organizados en las casas eran la salida para las familias, en los salones de las casas acomodadas se bailaba minué, en tanto la gente de campo se divertía con carreras de caballo, peleas de gallos y bailes al son de la guitarra. Las pulperías eran el punto de reunión del hombre de campo, en la que compartían guitarreadas, pasaba el mate de mano en mano, y los juegos de cartas eran los más comunes. En el campo, sobre el caballo, se jugaba al “pato”, juego en el que se disputaban una bolsa con manijas que debía encestarse en un aro.
El cabildo tenía como principal función la defensa del pueblo, la recaudación de impuestos, ofrecer seguridad a los vecinos y escuchar sus quejas. Sólo había cabildo abierto cuando sucedía algún evento de gravedad, allí se convocaba a los vecinos a una Asamblea General. La comida era también el momento de encuentro de la familia, desayunaban mate, té con leche o chocolate con pan, y el almuerzo o cena se hacía de sopa, puchero, guiso o locro, bifes o asado con papas o puré.
Las empanadas de carne tenían un lugar especial, ya que debían consumirse enseguida, lo mismo que el asado, no había heladeras, por lo que la frescura se mantenía sólo unas horas.
La sociedad estaba bastante dividida en clases sociales; Los comerciantes, ganaderos y agricultores eran los más favorecidos, y entre ellos, los nacidos en España eran los que ocupaban cargos públicos. La “clase media” estaba formada por los artesanos y empleados del gobierno, en tanto los peones, trabajadores del campo y servicios elementales de la ciudad, conformaban la clase menos pudiente. Los sucesos que llevan al día 25 de mayo son varios y decisivos: Por empezar, España había sido invadida por Francia, por lo que pierde su poderío en América.
- Las iglesias ocupaban un papel predominante, en ellas se anotaban los casamientos, nacimientos y muertes, además de ser el punto de encuentro de la comunidad;
- Los postres eran de empanadas dulces, arroz con leche, mazamorra dulce, frutas o dulces de frutas y pastelitos de dulce de membrillo;
Luego de ello, los criollos piden Cabildo Abierto, para ponerse de acuerdo en cómo proseguir. El 21 de mayo se convoca a los vecinos para el día siguiente, para tratar con el Virrey Cisneros, con la idea de que éste renuncie a su cargo, lo que finalmente sucede, a medias, el 23 de mayo deja de ser virrey, pero toma el cargo de Presidente de la Junta conformada ese día. Debido a la oposición del pueblo, deben renunciar todos sus integrantes, siendo el día 25 de mayo, la jornada en la que se formó el primer gobierno patrio. La unión de todo el pueblo reclamando liberarse de la corona española, fue lo que impulsó a que ese día se transformara en nuestra fecha patria, la del comienzo de una incipiente independencia de nuestro país y de países vecinos.
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¿Qué pasó en 1810 en Buenos Aires?
La Revolución de Mayo fue una serie de acontecimientos revolucionarios ocurridos en la ciudad de Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata, dependiente del rey de España, que sucedieron durante el transcurso de la llamada Semana de Mayo, entre el 18 de mayo de 1810, fecha de la confirmación oficial de la.
¿Cómo era la vida en Buenos Aires en 1800?
La ciudad vivió un exponencial progreso entre 1780 y 1800, recibiendo además una fuerte inmigración, fundamentalmente de españoles, y en menor medida de franceses e italianos; y se pobló fundamentalmente de comerciantes y unos cuantos estancieros.
¿Cómo era la vida cotidiana en 1810?
En 1810 , Buenos Aires tenía apenas unos 6,1 kilómetros cuadrados , pero estaba poblada por unas 44. 000 personas. El río llegaba hasta la actual calle Leandro N. Alem y enfrente estaba el Paseo del Bajo, una alameda con bancos desde donde se veían los barcos de los pescadores.
A los porteños les encantaba ir a mojarse los pies a esa zona, tanto que en 1809, el virrey Cisneros tuvo que prohibir esos ” baños ” por indecentes y sólo permitirlos de noche, por decoro. La Plaza de Mayo era el centro neurálgico de la ciudad, y estaba atravesada por una recova de puestos donde se vendía un poco de todo y también lo que había quedado de la suculenta comida casera que las negras esclavas cocinaban en las casas.
Se sabe por la correspondencia de Juan Martín de Pueyrredón y su esposa Dolores, que cuando vinieron desde España, en 1805, el banquete de bienvenida se componía de: “Unas aceitunas, sardinas y fiambre, la consabida sopa con pan tostado, arroz o fideos.
- Después pescado fresco;
- Después vino el asado de vaca y algo de cordero; la ensalada de lechuga y unos pepinos; un guiso de garbanzos y lentejas, acompañado de unas albóndigas, tortillas de acelga, mollejas asadas, mondongo y finalmente los postres”;
Y cuando hablamos de “algo dulce” para cerrar una comida pensemos en arroz con leche , un turrón llamado yema quemada , mazamorra y pastelitos con dulce de batata o membrillo. La proximidad del río hacía que los porteños consumieran mucho pescado, sábalo sobre todo.
Y sí, también mucha carne , porque era salvaje y barata –recién por entonces comenzaban a prosperar las estancias, que luego acapararían la producción de ganado en pie, cuando dejaran de proveerlo las vaquerías -.
La clase media –los comerciantes pequeños, los artesanos- también se alimentaba de perdices , gallinas , pavos , pajaritos , palomas e incluso iguanas. Ya por entonces había puchero, ideal para cocinar durante horas toda la carne que había quedado, mezcladas con las legumbres de la huerta.
Todo acompañado del vino que llegaba desde Mendoza o San Juan. Y para la clase alta (unos 500 entre españoles, los comerciantes nativos más prósperos y los funcionarios) estaban reservados la mulita –carne tierna y cara, el vino francés, la ginebra holandesa y la cerveza británica.
El plato, el tenedor y la copa individual también eran un lujo de los ricos que habitaban las casonas de hasta tres patios, en general sobre la calle Defensa, la más cara de Buenos Aires. La mayoría vivía en casas bajas de un solo dormitorio, que incluso alquilaba.
25 de Mayo: Balmaceda explica los mitos y secretos de la Revolución No había red cloacal, el agua era escasa y los grandes señores patricios vestían la misma camisa durante cinco días seguidos. Todos los desechos –incluso los de la letrina y la “escupidera” nocturna se acumulaban en el fondo de las casas, hasta que el olor hediondo los obligaba a tirarlo a la calle no sin antes alertar a los transeúntes: “¡Agua va!”.
Todas las calles eran de tierra y cuando diluviaba era imposible no enterrarse. Hay documentos que dan cuenta de la triste historia de dos lecheros cuyo carro se desplomó en un pozo causándoles la muerte. El caballo era el principal medio de transporte, pero la gente bien tenía carro.
Por eso, los zapatos blancos estaban reservados para las damas patricias que los vestían cuando iban al Teatro Coliseo, luego de empolvarse la cara con harina de maíz. El resto de la gente vestía los ponchos y las prendas de lana de oveja o vicuña que hilaban los aborígenes que vivían en tolderías , dispuestas en Perú y Chile, a 4 cuadras de Plaza de Mayo.
Al sur estaban los barrios pobres: San Telmo, Barracas, Monserrat, Congreso y Tribunales, según detalló, según describió el arqueólogo Daniel Schávelzon. Las mujeres que no tenían esclavas, hacían las tareas domésticas mientras los chicos jugaban a los dados, las cartas, la rayuela.
La clase media bebía en las pulperías y los hombres cocinaban las ideas revolucionarias en El Café de la Victoria –con billar y el preferido de Belgrano- y el Café Marcos. La Plaza de Toros del Retiro , que funcionó hasta 1819, podía albergar 10.
000 personas y era el punto de encuentro de todos los estratos sociales. O el pato , que se jugaba con un animal de verdad dentro de luna bolsa que había que hacer pasar por un arco. “Infernales”: una revolución que también empezó en las calles Hubo un lugar para ir a bailar, pero luego se cerró por “indecoroso”.
- En 1810 se estima que había unos ocho mil músicos , pero sus presentaciones se limitaban a las tertulias de 20 a 24 horas, en las casas de las familias que los contrataban para educar a sus hijas –como las famosas que hacía Mariquita Sánchez de Thompson sobre calle Florida- o a tocar piezas breves en los intervalos de las obras de teatro;
Las semana de 1810 que decidió la historia de la patria fue muy lluviosa, pero casi no había paraguas (unos poquitos, para los ricos, claro); sólo las mujeres usaban unas pequeñitas sombrillas para el sol , que no eran de tela impermeable. Aunque ya se celebraba el 12 de octubre con una convocatoria popular, no eran tan habituales las reuniones en la Plaza de Mayo, sólo excepcionales cuando se convocaba a un cabildo abierto para debatir un tema especial.
Y sin duda, el del 22 de mayo se las traía. Todos los paisanos corrían con el facón metido en la cintura y se armó revuelo en toda la ciudad. Tanto, que un año más tarde, en el mismo Cabildo, recordaron su triunfo con un baile inusual hasta las tres de la madrugada.
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¿Cómo era la sociedad en 1810 resumen?
Cómo estaba compuesta la sociedad en mayo de 1810 La sociedad estaba compuesta por los españoles, que conformaban la elite social, ocupaban los mejores puestos, algunos se dedicaban a la política, otros al comercio, tenían todos los derechos, podían estudiar libremente y vivían cómodamente.
¿Cómo eran las calles y viviendas en 1810?
Dónde vivían: – En el Buenos Aires colonial las casas eran bajas, muy parecidas entre sí, sus paredes eran gruesas pintadas con cal, tenían tejas rojas, ventanas con rejas de hierro y las infaltables macetas con flores. Sólo muy pocas casas tenían planta baja y primer piso, estas casas estaban alrededor de la plaza mayor y pertenecían a familias más adineradas.
- Las denominaban “altos” las cuales llevaban el apellido de sus propietarios como por ejemplo: Los altos de Riglos y los de Escalada;
- Las casas tenían muchas habitaciones, con ventanales que daban a un patio con muchos árboles;
En el patio se reunían las familias a tomar mate, conversar y comer ricos pastelitos. Las calles eran de tierra y las veredas eran empedradas pero muy angostitas. Cuando llovía se hacía bastante difícil transitar por las calles de la ciudad. Sólo las calles principales estaban alumbradas por las noches con un farol de vidrio y adentro se colocaba una vela de grasa, que el farolero encendía todas las noches.
- El mobiliario de las casas era muy escaso, sólo las familias más pudientes tenían gran cantidad de muebles pero no seguían un estilo o muchas veces los muebles no combinaban entre sí;
- En los salones tenían muebles bajos con puertas de vidrio donde se podían observar la vajilla y adornos de plata muy comunes en aquella época;
Los platos y vajilla de loza o porcelana eran traídas de Europa, eran muy costosas sólo las familias adineradas e importantes de la colonia las tenían y eran utilizadas en ocasiones especiales ya que si se rompía una pieza era casi imposible reponerla.
¿Cómo se vestía la gente en 1810?
Las damas de la época colonial, no se vestían como se ve en el siguiente óleo de Carnacini o en dibujos de revistas infantiles (con faldas anchas, con volados y miriñaque, grandes mangas y peinetones), eso fue posterior para 1830 época de Rosas. En la colonia año 1810, las damas de clase alta “decente”, adoptaron la sencillez de la Francia revolucionaria, con colores muy pálidos, marfil o blanco, el corte debajo del busto estilo imperio con grandes escotes y telas muy finas y transparentes como la muselina, (aún en invierno debajo de los vestidos solo tenían una enagua de la misma tela, de allí que la enfermedad mas común entre las señoras era “el mal de la muselina”, bronquitis fuerte). A veces le bordaban mostacillas.
Vestido de tarde de linón color natural con mostacillas y lentejuelas doradas. Corte imperio tipo napoleónico. Fuente: Museo General Saavedra |
Tampoco usaban peinetones, sólo la pequeña peineta española (tipo teja) caladas y talladas en carey. Para ir a misa, sobre la peineta se colocaban la mantilla española, el misal y el infaltable abanico.
Abanico de país. El campo del abanico es de papel apergaminado con dibujo de flores y barilla de marfil. Estilo romántico. Fuente: Museo General Saavedra |
Los peinados estilo romanas, con pequeño rodete alto, rizos a los costados y todo adornado con perlas y collares. Los zapatos eran de tela, generalmente blancos o negros, ellas mismas los cosían y bordaban con mostacillas, luego los zapateros les colocaban las suelas, sin tacón.
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Los caballeros se vestían al estilo inglés combinaban chaqueta oscura, con ceñidos calzones cortos en blanco, natural o amarillo. Debajo medias de seda blancas. Las camisas con cuello “palomita” y yabot o pañuelo de seda, terminaban en mangas rematadas con puntillas. Era de gran elegancia llevar galera y bastón, los funcionarios del cabildo usaban pelucas blancas entalcadas, estilo francés.
Traje utilizado por funcionarios españoles en el Cabildo (cabildantes). Compuesto de chaqueta y chupa de seda rosada. Corbatín de encaje, calzas de seda y medias blancas. Zapatos de gabelino con hebilla de metal engarzada de pedrería, estilo Luis XIV. Espadín modelo sforza. Fuente: Museo General Saavedra |
Los zapatos se importaban de Europa y tenían grandes hebillas de bronce, eran muy costosos. Los niños vestían casaca, calzón corto y chaleco. Las niñas vestían como las señoras. En la Buenos Aires de la colonia no todas las mujeres podían vestir a la moda de las cortes europeas. Muy pocas podían comprar peinetas y perfumes de fuerte aroma. Todas usaban faldas muy largas, que se ensuciaban o embarraban todo el tiempo.
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Iglesia de Santo Domingo, Emeric Essex Vidal |
Para la gente pobre la principal indumentaria era el poncho, un sombrero bajito y un pañuelo para atarse a la cabeza. Iban descalzos o usaban los zapatos que les daban los ricos.
El gauchito, óleo de L. Palliere. Fuente : Felix Luna, Historia Integral de la Argentina, Fascículo 26, pág. 504 |
Los esclavos usaban la ropa vieja de sus amos. La ropa era muy cara, por eso entre la gente pobre, formaba parte de la herencia. Las “negritas” no usaban las polleras rojas a lunares blancos. Más bien utilizaban vestimentas con telas lisas o a lo sumo a rayas. La tela con lunares llega aproximadamente hacia 1900, es decir 90 años después de la Revolución de Mayo. Moulin Hipólito. 1833. Señoras por la mañana. Litografía coloreada.
Fuentes: (*) Patricia Raffellini – Museo del Traje “Memorias del Buenos Aires virreynal” de Mariquita Sánchez de Thompson(*). “Buenos Aires” de Manuel Bilbao Cicerchia, Ricardo. Historia de la vida privada en la Argentina, San Pablo, Troquel, 1999. http://www. barriada. com. ar/MabelCrego/MabelCrego. htm El profesor Héctor Aricó en su libro Danzas tradicionales argentinas para actos escolares (Rayen Ediciones, Bs.
- Los paraguas eran muy pocos, solo algún que otro representante del cabildo lo poseía, en el Museo de Historia Nacional hay uno perteneciente a un cabildante;
- El talle imperio que se usaba en el Río de la Plata, era más corto, dejaba ver los tobillos y se le adosaba una mantilla;
As. , 2009) , incluye una serie de gráficos sencillos con la mención de las prendas esenciales. Dichos gráficos -que se reproducen a continuación- representan a los distintos grupos sociales conforme a su condición económica en el contexto de los días de mayo de 1810.
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Aristocracia |
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Campesinos |
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Estancieros |
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Negros |
Fuente: https://folklore. una. edu. ar/noticias/folklore-en-aquel-25-de-mayo-de-1810_5672 El Traje Te Cuenta: la moda de la Revolución El Área de Programas Públicos y Comunitarios junto a la Dirección de Comunicación del Ministerio de Cultura de la Nación presenta en la Semana de Mayo dos recursos audiovisuales sobre la moda en el Río de la Plata a principios del Siglo XIX. PROPUESTAS PARA EL AULA “Un desfile de moda colonial” La vestimenta en la época colonial puede ser un buen recorte de partida para investigar los hechos del 25 de mayo en el aula con el sentido de confrontar para establecer similitudes y diferencias entre las sociedades del presente y del pasado, intentando romper con la naturalización de aquellos eventos que, por resultar cotidianos para los niños, pareciese que siempre fueron así. ¿Existía la moda y era igual para todos los habitantes de la ciudad? Éstas y otras preguntas serán las que guiarán nuestro trabajo y que luego podrán plasmarse en el acto del 25 de Mayo. ¿Cómo organizar la indagación con los chicos? El trabajo sobre la vestimenta convoca, de algún modo, a la realización de un desfile, para cuya preparación habrá que desarrollar un trabajo previo de indagación acerca de los modos de vestir propios de la época.
- Se propondrá observar diversas imágenes (reproducciones de época, grabados, etc. ) que registren la vestimenta de distintos grupos sociales, en diferentes situaciones en la ciudad (tertulias, misa, por la calle, festividades, en plazas, teatros, etc. ) y también en la campaña (la pulpería, la estancia, en el corral, etc).
- Para guiar la mirada de los chicos se plantearán algunas preguntas y consignas:
– ¿Quiénes aparecen en la imagen?. ¿Cómo están vestidos? – Observen todos los detalles y accesorios que la imagen muestra: zapatos, sombreros, abanicos, relojes, guantes, mantillas, peinetones, camafeos, etc. Se sugiere consultar el Especial sobre el 25 de Mayo, que encontrarán en http://abc.
Esta pieza está dirigida a niños y niñas y pertenece al Museo del Traje. gov. ar/docentes/ , las imágenes de pinturas de Prilidiano Pueyrredón en http://www. folkloredelnorte. com. ar/arte/pueyrredon. htm y la galería de imágenes en https://docs.
google. com/
- Entre todos, y con la ayuda del maestro, se armará un listado de las prendas que han encontrado, correspondientes a mujeres, hombres y niños. Podrán confeccionar el listado dibujando.
- Para enriquecer la información relevada, se observarán fragmentos de películas.
Por ejemplo: – Una viuda difícil (de Fernando Ayala) – La muerte en las calles (de Leo Fleider) – El tambor de Tacuarí (de Carlos Boscosque)
- Se seleccionarán imágenes en las que sea posible observar la vestimenta de hombres y mujeres, y el uso de ciertas prendas (los hombres se sacan los sombreros al entrar a una casa , las mujeres se cubren con mantas o pañoletas para el frío, las mantillas para ciertas situaciones como signo de decoro, prestar atención a cómo caminan y cómo se sientan con los vestidos largos, cómo se usan los abanicos, etc. )
- Si tienen la oportunidad de visitar un museo los chicos podrán obtener nuevas informaciones a partir de observar objetos antiguos: prendas de vestir, zapatos, accesorios, etc.
Por ejemplo el Museo Nacional de la Historia del Traje (en la Ciudad de Buenos Aires)
- Proponer que los niños jueguen repetidas veces, en diferentes momentos del itinerario, promoviéndose así un “ida y vuelta” entre el juego y la indagación. Para ello deben conseguirse, o confeccionarse con papel o telas, prendas similares a las de la época: abanicos, guantes, sombreros, sombrillas, vestidos y faldas largas, velos, mantas, chalecos, relojes con cadena, etc.
- A modo de cierre y como producto de este proyecto , se organizará un desfile de vestimentas.
El día del acto podrá invitarse a las familias, y convocarlas a compartir tanto esta muestra final como algunas “pistas” acerca de todo el proceso de trabajo emprendido. Se sugiere buscar estrategias para contar lo realizado, mostrando a las familias cómo se llevó adelante la indagación: publicar los listados elaborados en la cartelera, mostrar fotos de la visita al museo, de los niños caracterizados, etc. Fuente: Una propuesta para el 25 de mayo de la Dirección de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires.
En este documento de Tinta Fresca encontrarán otra manera de abordarlo , con recursos adecuados a la comprensión infantil como el uso de adivinanzas y lectura de imágenes.
Gaucho con galgo, acuarela de Giast, Mendoza, 1831 Fuente: Fuente: Felix Luna, Historia Integral de la Argentina, Fascículo 18, pág. 249. |
Paisano del Tucumán, según F. Denis. Fabricado por Manuel Mateo Masculino. Fuente: Felix Luna, Historia Integral de la Argentina, Fascículo 19, pág. 279 |
El vendedor de escobas y plumeros/El panadero/El mendigo Fuente: Enciclopedia Argentina de la escuela y el hogar. Mi país tu país Fascículo N°44, pág. 30. Litografia C. Bacle |
En este otro proyecto Desfile de época que nos ofrece Vivi en su blog , encontrarán más recursos para llevarlo al aula y luego poder plasmarlo de una manera significativa en el acto de esta efeméride. Historia de abanicos es otra interesante propuesta de la colección edu. car donde a partir de a lectura del cuento “Una historia de amor réquete réquete vieja”, de Adriana Gallo, se disparan distintas actividades. Propuestas con abanicos (visto en el documento Bicentenario,Un viaje por la cultura ) El abanico es un objeto interesante dado que tiene la posibilidad de abrirse y cerrarse, que por su forma y tamaño es de fácil manejo produce viento con su movimiento y por lo tanto, permite múltiples búsquedas ligadas a su uso.
En el Jardín San Diego los chicos de tercera sección trabajaron un proyecto similar, realizaron muy ricas producciones en base a investigaciones y lectura de imágenes. Permitir a los niños un tiempo de exploración con el objeto, observar las mismas y tomar algún emergente que surja y proponerla a la totalidad del grupo.
Jugar a abanicarse en distintas posiciones del propio cuerpo llevando el abanico a distintas zonas del mismo. Por ejemplo: abaniquen la cara, que lleven el movimiento lejos del cuerpo, que balanceen abriendo y cerrando el abanico, etc. Juegos con las miradas: Proponemos estas ideas para enfatizar el vínculo grupal a través del desarrollo sensible de la mirada sobre el propio cuerpo y sobre el cuerpo de los demás.
Buscar esconder la mirada con el abanico y, lentamente, descubrirla y fijar la mirada en alguna parte del cuerpo. Abrir el abanico para ocultarse, cerrarlo para mostrarse. Repetir este juego en parejas. Recorrer el espacio cercano al cuerpo, con el abanico, mirando el recorrido del mismo.
A la vez, pueden observarse mutuamente en la pareja, o bien, dialogar Más ideas para el aula: La vestimenta a principios del sigloXIX Entradas relacionadas.
¿Cómo se llamaba la Argentina en 1810?
Cómo era la Plaza de Mayo en 1810 Viaje virtual al Buenos Aires del pasado
‘Las denominaciones adoptadas sucesivamente desde 1810 hasta el presente, a saber : Provincias Unidas del Río de la Plata; República Argentina ; Confederación Argentina, serán en adelante nombres oficiales indistintamente para la designación del gobierno y territorio de las provincias, empleándose las palabras ‘Nación.
¿Qué pasó en el 1810?
Enlaces externos [ editar ] –
- Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Años 1810.
¿Cuáles eran las clases sociales en 1810?
Constituido el Virreinato del Río de la Plata, Buenos Aires era la ciudad que poseía la mayor población del futuro país que se estaba gestando. Los grupos más favorecidos económica y socialmente eran los comerciantes, los ganaderos y los agricultores ricos.
Entre estos, los nacidos en España ocupaban los cargos públicos más altos, mientras que los artesanos, pequeños comerciantes y empleados auxiliares del gobierno formaban una especie de clase media. En el año 1810, las pulperías eran el lugar de encuentro y la vida de campo, el común denominador de los hombres de la época.
El ganado cimarrón, los gauchos u hombres de campo, las guitarreadas, los bailes y los payadores, el folclore y sus guitarreros, y por supuesto el mate serían fundamentales para la creación del ser nacional. El mostrador del almacén de ramos generales y los juegos de cartas o corridas de toro eran la forma de pasar aquellos días, aunque el juego popular que más se practicaba entonces era “el pato”, donde hombres a caballo se disputaban una bolsa con manijas con un ave de esa especie dentro que debía ser encestada en un aro.
Las mujeres aprendían las tareas domésticas en sus hogares. Se las educaba para ser madres y esposas, ya que era inimaginable en esos años que pudieran llegar a tener participación en las decisiones políticas.
Los chicos de la época jugaban a la rayuela, a las muñecas, a las bolitas, a la mancha y a las escondidas. El estilo francés, con algunos regionalismos propios, se imponía en la moda local, tanto para hombres como para mujeres y tanto para adultos como para los niños, que recién cuando se convertían en hombres tenían derecho a usar pantalón largo.
- El cabildo ejercía la función de policía y defensa del pueblo, recaudaba los impuestos y escuchaba las quejas de los vecinos;
- Había Cabildo Abierto solo cuando cuestiones de gravedad convocaban a todos los vecinos en una asamblea general, y esto sucedió en la famosa Semana de Mayo;
El carnaval y las fiestas mayas, que comenzaron a realizarse a partir de la gesta del 25 de mayo de 1810, eran popularmente celebrados por todos los habitantes de este nuevo país que comenzaba a escribir su propia historia..
¿Cuántos habitantes tenía la ciudad de Buenos Aires en 1810?
Evolución demográfica
Evolución | |
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Población | |
1779 | 24. 205 |
1801 | 40. 000 |
1810 | 44. 800 |
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¿Cómo era la Ciudad de Buenos Aires antes?
La Ciudad albergaba más de 1,5 millones de habitantes y los edificios más altos tenían 6 pisos. El Subte ya recorría 13 km y los tranvías 794 km. Ese año hubo 63 huelgas, explotaba la inmigración y los espectáculos ya vivían un boom. Buenos Aires hoy es una de las 20 ciudades más ‘altas’ del mundo.
¿Cómo era la vida en la época colonial resumen?
Dónde vivían: – En el Buenos Aires colonial las casas eran bajas, muy parecidas entre sí, sus paredes eran gruesas pintadas con cal, tenían tejas rojas, ventanas con rejas de hierro y las infaltables macetas con flores. Sólo muy pocas casas tenían planta baja y primer piso, estas casas estaban alrededor de la plaza mayor y pertenecían a familias más adineradas.
Las denominaban “altos” las cuales llevaban el apellido de sus propietarios como por ejemplo: Los altos de Riglos y los de Escalada. Las casas tenían muchas habitaciones, con ventanales que daban a un patio con muchos árboles.
En el patio se reunían las familias a tomar mate, conversar y comer ricos pastelitos. Las calles eran de tierra y las veredas eran empedradas pero muy angostitas. Cuando llovía se hacía bastante difícil transitar por las calles de la ciudad. Sólo las calles principales estaban alumbradas por las noches con un farol de vidrio y adentro se colocaba una vela de grasa, que el farolero encendía todas las noches.
El mobiliario de las casas era muy escaso, sólo las familias más pudientes tenían gran cantidad de muebles pero no seguían un estilo o muchas veces los muebles no combinaban entre sí. En los salones tenían muebles bajos con puertas de vidrio donde se podían observar la vajilla y adornos de plata muy comunes en aquella época.
Los platos y vajilla de loza o porcelana eran traídas de Europa, eran muy costosas sólo las familias adineradas e importantes de la colonia las tenían y eran utilizadas en ocasiones especiales ya que si se rompía una pieza era casi imposible reponerla.
¿Cómo era la forma de vida en la época colonial?
La sociedad colonial , entre los siglos XVII y XVIII, tuvo un carácter estamental y la vida de las personas estuvo marcada por la clase social, el lugar de nacimiento y el género. El grupo social más poderoso estuvo conformado por los españoles y criollos quienes se asentaron en grandes solares en las dos principales ciudades: Santiago y Concepción.
Mientras las mujeres estaban encargadas de la economía doméstica, los hombres eran militares, se dedicaban al comercio o a la administración del campo. El grueso de la población era mestiza y se dedicaron al trabajo rural, oficios urbanos y domésticos.
Vivían en pequeños ranchos en los que se agrupaban muchas familias en un mismo espacio. Las mujeres mestizas eran sirvientas, cocineras o costureras, mientras que los hombres eran sirvientes o peones. Los indígenas que se encontraban sobre la frontera del Biobío estaban sometidos de acuerdo al sistema de encomiendas , mientras que en el último eslabón social se encontraban los esclavos, tanto de población autóctona como de otras latitudes del mundo.
En las ciudades coloniales existían dos tipos de casas: las viviendas aristocráticas y los hogares de los sectores populares y sus principales diferencias radicaban en el espacio de cada una de ellas y en su ubicación.
Las grandes casas señoriales de españoles y criollos se encontraban en el centro de la ciudad y eran en el espacio en el cual se desarrollaba el vínculo entre sirvientes y amos , basado en la lógica de lealtad y protección. Las habitaciones de las de clases populares, en cambio, eran muy pequeñas y se ubicaban en los márgenes de las ciudades.
La noción del tiempo y las distintas etapas de la vida estaban regidas por la doctrina católica. El nacimiento era legitimado por el bautismo, la infancia de los niños se dirigía hacia la comunión, en la casi inexistente adolescencia se otorgaba la confirmación, para posteriormente casarse por la Iglesia.
Hacia el final de su vida se preparaba el rito funerario, momento en que se honraba la memoria del fallecido. Los espacios de sociabilización eran las plazas de armas de las ciudades; centros cívicos en torno a los cuales se estructuraba la administración política , transformándose en un punto de encuentro entre criollos, mestizos e indígenas ya sea en el día a día, para celebrar alguna fiesta religiosa , conmemorar un rito político o divertirse viendo alguna corrida de caballos o toros.
En todos estos encuentros, los diferentes sectores sociales se distinguían por su modo de vestir. Las comidas y tertulias eran los espacios de sociabilidad privados donde los grupos familiares compartían y conversaban en términos más íntimos.
En las zonas rurales se replicaban el modelo de estamentos sociales y diferencias de vínculos. La familia de mestizos vivía en hogares altamente concentrados, en contraposición a los hogares aristócratas, diseñados como amplios espacios desde los que se administraba la hacienda.
¿Cómo vivían las personas de la ciudad en la época colonial?
Las casas donde vivía la mayoría de la gente – Cuando se piensa en la época colonial de México, muchos tienen en mente los palacios, pero solo una minoría aristocrática de la ciudad vivía así; la gran mayoría de la población era pobre. El doctor Ávila recuerda que al sur de la Alameda Central, donde hoy está el pequeño barrio chino, se encontraba el barrio de San Juan Tenochtitlán.
En ese lugar las casas eran principalmente de adobe y estaban habitadas por población indígena que trabajaba en el primer cuadro. Se trataba de comunidades indígenas urbanas que trabajaban haciendo limpieza, como cocheros, aguadores, operarios o en las casas de los aristócratas que vivían en el primer cuadro.
Había otros barrios que no eran propiamente indígenas pero sí de gente pobre; se encontraban al oriente y sur de la ciudad, eran el barrio de Salto del Agua y el de Candelaria de los Patos. Esta era una zona lacustre, los terrenos eran pantanosos e insalubres y se consideraban barrios peligrosos.
- Ahí las casas ni siquiera eran de adobe sino chozas;
- Rumbo al Peñón de los Baños, la gente más pobre vivía en cuevas;
- En la época colonial de la Ciudad de México, la mayoría de la gente vivía en vecindades;
Algunas de ellas eran de empresarios y terratenientes, otras tantas eran de propiedad eclesiástica. Eran cuartos en los que la gente tenía sus petates, su anafre y un pequeño altar para el santo o santos de su devoción.
- El alquiler podría considerarse barato ya que cobraban poco más de dos pesos mensuales. En ese tiempo, un trabajador de la fábrica de tabaco podía ganar medio peso al día (unos 15 pesos mensuales).
¿Cómo era la vida en la época colonial en Argentina?
La conquista de Argentina fue bastante pacífica, debido a la poca cantidad de habitantes que había en la vasta extensión de terreno. Además, la presencia de los incas había sido puesta bajo control por parte de los españoles previo a la conquista de Argentina, ya se había establecido el dominio de Perú.